“Este disco es una liberación emocional, un viaje hacia el interior de mi ser”, confiesa Leo Rizzi al referirse a su nuevo y esperado trabajo, Pájaro Azul. Como si de un ave que recorre los cielos de su propia psique se tratara, el cantante español atraviesa cada una de las emociones humanas. Tras una espera de dos años y múltiples viajes, consiguió plasmar en 12 tracks un entramado de sentimientos. “Al principio, pensé que tardaría cinco meses en terminarlo, pero la vida me fue mostrando otro ritmo”, comenta, refiriéndose al proceso creativo que lo llevó por España, México, Argentina y Uruguay, trabajando con diferentes productores y empapándose de influencias musicales de ambos lados del Atlántico.

Pero, ¿qué tiene el disco que lo hace tan especial? ¿Qué convierte a Rizzi en un nombre a tener en cuenta en la creciente ola de pop alternativo? Para empezar, es imposible entender la profundidad del proyecto sin volver la vista al poema “El Pájaro Azul” de Rubén Darío, una obra que habla de la introspección, la melancolía y el eterno anhelo de libertad. El músico menciona que fue una amiga poeta quien le recomendó la lectura, y tras terminarlo, sintió que algo se había movido dentro de él. Ese pájaro, que revolotea de un lado a otro en la mente del poeta, se convirtió en un símbolo perfecto para el artista.

Musicalmente, Pájaro Azul representa un reto para Leo. Aunque en su núcleo es un álbum introspectivo, cargado de momentos calmados y reflexivos, su riqueza radica en la amplia gama de influencias que lo atraviesan. Desde el pop más melódico, hasta el rock visceral de los 70, pasando por pinceladas de soul y folk, este trabajo se nutre de géneros diversos sin perder una identidad clara. "Quería que cada canción reflejara diferentes facetas de mi ser", explica Rizzi, "pero al mismo tiempo, necesitaba que todo se sintiera parte de un mismo universo".

¿Qué emociones surgen al lanzar tu primer disco a los 25 años?

Para mí es un punto importante. Sacar un disco a la calle significa un montón porque es mucho trabajo. Antes de empezar con esto, no sabía todo lo que implicaba. De hecho, pensé que me tomaría cinco meses y al final fueron dos años. Es un momento clave porque hay mucho amor, pensamientos, trabajo, y se siente bien. Se siente correcto, como que estamos en el camino.

¿Cuándo y cómo llegaste a la decisión de crear un álbum en lugar de simplemente lanzar sencillos?

Fue en 2022, después de haber lanzado mis primeros sencillos. Hablando con mi amiga, me dijo: “¿Por qué no haces un álbum?”. Eso me hizo pensar que era una buena idea para desarrollar al máximo mi parte creativa. Decidí empezar en octubre de 2022 con la idea de lanzarlo a principios de 2023, pero al final tardó un poco más. La vida te va marcando los tiempos.

¿Cómo describirías el proceso de producción de tu álbum, considerando la diversidad de lugares y colaboradores que influyeron en su creación?

El proceso fue muy diverso. Empecé en España con un equipo de productores, siete chicos que son una banda. Poco a poco, viajando a México, Uruguay y Argentina, fueron surgiendo las canciones. Trabajé con productores como Julián Bernal, Oliver García y otros que conocía de Barcelona. Fue un proceso de confiar en lo que cada uno podía aportar. Algunas canciones, como Revolución Azul o Ángel Caído, las empecé a producir yo en casa y luego se las pasé a ellos para que las terminaran. Todo fue fluyendo según lo que me pedía el cuerpo en cada momento.

¿Escuchaste algún artista o banda en particular durante el proceso?

Estuve escuchando mucha música porque no quería lanzar algo y luego arrepentirme de no haber explorado más. Me influyeron mucho el rock argentino de los 70, 80 y 90, y el pop rock de los 2000 anglosajón, como Green Day, My Chemical Romance, Queen, Coldplay y Radiohead. Todo ese imaginario, mezclado entre lo anglo y lo rioplatense, está presente en el álbum.

¿Qué te llevó a elegir el nombre de tu álbum y cómo se refleja ese concepto en la portada?

Pájaro Azul viene de un poema de Rubén Darío que me recomendó una amiga. Cuando lo leí, me impactó mucho. Cada canción del álbum es un pensamiento del revoloteo de ese pájaro azul, que representa nuestra mente, que a veces nos juega en contra, nos separa de la realidad y nos hace ver las cosas de manera más turbulenta. El disco refleja esos pensamientos que he tenido en estos últimos años.

¿Qué sensaciones experimentaste al escuchar tu voz en un álbum completo por primera vez?

Fue una locura. Cuando teníamos todo subido a la nube con la portada y pude escuchar las canciones una a una, pensé: “Ya está todo hecho. Lo hicimos”. Cada tema tiene algo muy especial. Es una sensación fuerte.

¿Cómo te preparás para llevar tu álbum a los escenarios internacionales?

Ya hemos anunciado fechas para Latinoamérica, con paradas en Perú, Colombia y Ecuador. También estamos por confirmar Argentina, México y España. La idea es que Pájaro Azul vuele por todos lados.

Queremos un show dinámico y enérgico. Aunque el disco es más “chill", el directo va a tener mucha energía. Incluimos algunos temas antiguos y preparamos el show con mucha escenografía, iluminación y un repertorio bien pensado. Estoy emocionado por lo que verá el público.