En esta nueva entrega de Oye Billboard, tuvimos el placer de recibir a Camilú, una de las artistas más auténticas de la escena musical argentina. A través de su música, la cantante logró conectar con una audiencia diversa, y en nuestra charla nos lleva a explorar su evolución artística y personal. Desde su nominación a los Latin Grammy hasta sus colaboraciones con grandes nombres de la música, reveló cómo su último proyecto refleja no solo su madurez musical, sino también una visión más íntima y sincera de su vida. En una conversación íntima, compartió detalles de su proceso creativo, sus nuevos desafíos y cómo aprendió a abrazar su vulnerabilidad. Un encuentro que, sin duda, revela a una versión de la artista más libre y profunda que nunca.

¿Puerto Madryn es el lugar que te vio crecer?‍

Sí, es verdad. Aunque hace ya mucho tiempo que me mudé, llevo unos 8 años viviendo acá. Sin embargo, pasé 18 años de mi vida en Puerto Madryn, y esos son años fundamentales. Siempre que vuelvo me invade una profunda nostalgia, siento que regresar a Madryn tiene un tinte muy romántico para mí. Todo lo que lo rodea lo vivo desde el romanticismo.

Con todo este fervor reciente por los Latin Grammy, recordaba lo significativo que fue para vos estar nominada con un disco tan personal.‍

Ese disco me llenó de alegrías y marcó un momento muy especial en mi vida y en mi carrera. A partir de ahí se abrieron puertas increíbles, como colaborar con artistas que había soñado desde hacía mucho tiempo. La nominación fue un gran regalo; más allá de ser un logro que cualquier artista desea, lo que me dejó fue invaluable.

Hace poco escuché un audio de Gabriel Rolón donde decía algo como: “Es increíble cómo la vida realmente puede sorprenderte”. Y me resonó muchísimo, porque mi nominación llegó en un momento en el que ni siquiera lo esperaba. No estaba atenta, ni siquiera era algo que hubiera alcanzado a soñar. Uno siempre imagina que esas cosas llegan en otro momento de la vida, pero la vida te sorprende de maneras insospechadas.

Fue una experiencia que me descolocó por completo y la sentí como un regalo precioso. Desde entonces, me siento más segura de mí misma. Esas son las cosas que refuerzan el camino elegido frente a cualquier duda. Creo que todos, en algún momento, nos preguntamos: ¿Será por acá? Y cuando suceden cosas tan grandes y hermosas, todo cobra más sentido.

Es como un reconocimiento, ¿no?‍

Sí, totalmente. Es como una voz que te dice: "Está bien, vas por el camino correcto". Además, fue un disco que me costó mucho emocionalmente. Ahora, en cambio, el nuevo disco que estoy a punto de lanzar me encuentra en un momento mucho más liviano. Me siento tranquila, sin tantas expectativas, habiendo aprendido mucho de la vida a los golpes.

Este nuevo trabajo refleja un momento diferente en mi vida. Aquel disco anterior marcó una etapa clave, trabajé muchísimo en él y lo viví con intensidad. Por eso, recibir ese reconocimiento fue tan importante y significativo para mí.

‍Hablando de colaboraciones, quiero destacar estas sesiones en vivo que estás haciendo, que están completamente separadas del nuevo disco. En ellas invitas a colegas y artistas, y en la primera sesión aparece Karina.

Sí, fue increíble. Son artistas que admiro desde hace mucho tiempo y que, de una forma u otra, me vengo cruzando en el ambiente musical. Nos encontramos en eventos, shows, o simplemente en el camino. Llevo años moviéndome en ese círculo, y este disco marcó un antes y un después para mí, porque empecé a sentirme realmente parte de ese mundo.

Estoy muy feliz de que esos artistas hayan abrazado mis canciones y se hayan sumado a este proyecto. Les escribí por Instagram o les mandé mensajes a quienes ya tenía en mi teléfono, invitándolos a participar: “¿Te gustaría sumarte a esta canción?”. Todos dijeron que sí, y todo fluyó de manera súper orgánica y hermosa, lo que lo hace aún más mágico para mí.

Además, no es solo Karina, también está La Sole, ¡es un abanico increíble!

Sí, y también está Benja Amadeo. Son artistas enormes, y estoy feliz de haber podido concretar algo que tenía pendiente desde hace mucho. Estas sesiones son más espontáneas y relajadas que las colaboraciones tradicionales, como grabar una canción para un disco o un sencillo. En esos casos, todo requiere mucha más planificación: coordinar horarios, grabar videos, estar en el estudio juntos.

En cambio, con estas sesiones es mucho más liviano. Les muestro la canción, les propongo cantarla de cierta forma, nos juntamos en el estudio y listo. Con Karina, por ejemplo, grabamos unas tres veces: una para probar, otra para divertirnos y en la última quedó todo listo. Tiene un sabor especial porque todo se hace en vivo, con los músicos tocando ahí mismo. Fue una experiencia hermosa y muy auténtica.

Camilu no siempre es la más puntual... ¡hasta en un casamiento casi se quedan sin show!

No me podés exponer así, ¡pero ya que estamos aprovecho para pedir perdón! Fue algo muy grave. Les cuento bien: éramos varios invitados del equipo y estábamos disfrutando del día en la pileta, con comida, música, todo divino. En un momento vi la hora y pensé: “Bueno, es hora de empezar a prepararme”. Pero claro, todos estábamos tan relajados que nadie se movía. Yo tenía que cantar y no había autos disponibles para llevarme, ¡y encima estábamos súper lejos! No era que en tres minutos llegábamos.

La cuestión es que llegué tardísimo. Los novios llamaban preguntando si me sentía mal, ¡qué vergüenza! Fue muy grave, pero por suerte la gente también llegó tarde, y eso me ayudó a que no pareciera tan terrible. Al final toqué un poquito más tarde de lo planeado y terminamos pasándola increíble. Es un casamiento que sigo recordando con mucho cariño.

Después de las nominaciones y colaboraciones, este tercer disco parece mostrarte desde una postura distinta, más conectada con tu intensidad y tus letras. Cuando vemos los adelantos, tanto en las canciones como en lo audiovisual, es evidente que hay algo muy potente. ¿Qué historia están contando con los videoclips que has lanzado?

Sí, bueno, lo que pasa es que yo soy muy apasionada con las canciones y la escritura. Ahí estoy al 100%, pero todo lo audiovisual siempre me costó un montón. No soy de esos artistas que dominan todos los aspectos, como un “360”. A veces siento que me gustan tantas cosas que ni siquiera sé por dónde empezar. Si ves mis tableros de Pinterest, parecen un caos total, ¡nada tiene que ver con nada!.

A medida que voy creciendo y mis gustos evolucionan, eso se refleja en mis videoclips, que terminan siendo todos muy distintos. Pero de alguna manera, también siento que eso me representa: esa diversidad y espontaneidad es parte de lo que soy. Para este disco, la idea era hacer algo lo más orgánico posible. Todas las canciones son historias que realmente me atraviesan, y todas suceden dentro de una misma casa. Para mí, mi proceso creativo siempre ocurre en mi hogar, en la intimidad de mi vida.

Por eso, en este proyecto apareció por primera vez la figura de un hombre en mis videos. Fue un desafío porque nunca había hecho algo así. Maduré de golpe, como con esa escena de los besos en el cuello. Me costó muchísimo, ¡fue algo muy loco para mí! Pero después lo vi como una oportunidad para descubrir otra faceta, la de actriz. Al principio tenía muchísimo miedo y me decía: “No sé si voy a poder hacerlo”. Pero al final lo hice, ¡y le besé el cuello! Fue una experiencia increíble que me sacó de mi zona de confort y me permitió crecer en lo artístico y personal.

¿Fue idea tuya?‍

Sí, sí, fue idea mía. Nos pasó que había canciones en las que teníamos que bailar juntos, pero no había coreografías ni nada planeado. Era simplemente dejarnos llevar y que fluyera lo que tuviera que salir. La idea era representar justamente eso: compartir un momento de intimidad auténtico, y siento que eso se reflejó muchísimo.

¿De qué se trata “Amarte sin que quieras irte”?

La escribí en un momento en el que me sentía un poco frustrada con el tema del amor en mi vida. Este año, a medida que fui creciendo —algo que siempre se refleja en mis canciones—, me di cuenta de que no tenía claro mi propio deseo. Eso es fundamental, porque cuando no sabes lo que quieres, terminas cruzándote con personas que probablemente tampoco lo quieran, y te quedas ahí intentando forzar algo que no funciona.

Eso era lo que me venía pasando en el amor. Quería encontrar a alguien, estar bien, y con mi última relación me frustré bastante. Así nació esta canción, que habla de ese deseo de algo real, de ya no conformarte con que alguien te busque solo de noche o en momentos pasajeros.

Quería ser completamente sincera con esa situación, aunque al principio me dio un poco de vergüenza. Hablar de estas cosas es complicado, pero lo hice y me encantó el resultado. Este disco tiene mucho de eso: es súper honesto y parte de mi realidad. Me sinceré conmigo misma y siento que cada vez me animo más a abrirme en mis canciones. Y lo más lindo es que ahora estoy súper enamorada, así que todo cerró de una manera hermosa.