"La música es el hilo que nos conecta a todos", sostiene Elena Rose, una afirmación que resume la relación cultivada con sus seguidores a nivel global a lo largo de los años. En un momento decisivo de su carrera, la cantautora venezolana lanza su nuevo sencillo "Catira", una obra que no solo atrapa con sus ritmos vibrantes, sino que también celebra la fuerza y resiliencia de la mujer.

El 2024 se presenta como un periodo fundamental para Elena, con múltiples nominaciones a los Latin GRAMMY®, destacándose especialmente en la codiciada categoría de Canción del Año por su conmovedor éxito “Caracas en el 2000”. Esta canción encapsula su amor y nostalgia por su tierra natal, navegando la complejidad de la identidad venezolana en el extranjero. Además, la cantante se prepara para aterrizar en Argentina para presentarse en Lollapalooza, un evento que promete llevar su música a un público aún más amplio y diverso.

¿Cuál fue tu reacción al enterarte de tus nominaciones a los Grammy?

Me encontraba en Italia, saliendo del gimnasio, y ya era tarde, alrededor de las 15:00. Siempre intento recordar que los Grammys se acercan el día anterior, pero cuando llega el momento de recibir la noticia, nunca lo consigo; siempre me toma por sorpresa. En ese instante, mi manager me llamó. Normalmente me envía mensajes, pero si me llama, sé que algo importante ha ocurrido, así que pensé que algo estaba pasando, aunque no tenía idea de qué se trataba.

Entonces, me dijo que habíamos recibido las nominaciones. Para mí, fue como si me hubiera llegado la Navidad, pero adelantada. Estaba lejos de mi equipo y de mis familiares en Italia, tratando de explicarle a mis amigos, que solo hablan italiano, lo que estaba sucediendo. Fue un momento rebosante de amor y, por supuesto, de profunda gratitud. Sentí como si la vida me diera un hermoso abrazo. Hay tantas personas involucradas en cada una de estas canciones y nominaciones que realmente se siente como un reconocimiento colectivo.

¿Qué significado tiene para vos la nominación de "Caracas en los 2000"?

Esa nominación es la que más me conmovió. "Caracas en los 2000" tiene un trasfondo que involucra a muchas personas, no solo a quienes participamos en su creación, sino también a aquellos que han hecho posible que la canción llegue a tantos rincones. Los venezolanos que la escuchan, así como personas de otros países que se han identificado con su mensaje, han brindado su amor a esta canción. Lo que más me emociona es el sentido de comunidad que genera. En un país que está atravesando momentos difíciles, recibir esta noticia se siente como un rayo de alegría. Es un abrazo para todos, tanto para los que estamos fuera como para los que están allá.

Además, ver a mis colegas venezolanos nominados en otras categorías es realmente especial. Me hace pensar en lo importante que es que Venezuela brille en los Grammys este año. Es un gran honor para mí, especialmente sabiendo todo el trabajo que hay detrás de lo que hacemos. Nuestra intención es que nuestra cultura resplandezca y, al mismo tiempo, unirnos a los demás países que nos han recibido con tanto cariño.

¿Cómo surgió tu colaboración con Danny Ocean? ¿Qué nos puedes contar sobre el proceso de creación de la canción y la conexión que tuvieron durante ese tiempo?

El proceso de creación de esta canción fue extenso y complejo, pero no de una manera negativa; en realidad, tuvo muchos detalles y etapas. Comenzó con la idea del coro, que le mostré a Danny con la pregunta: "¿Qué te parece esta idea?". En ese momento, él estaba con Beto, lo que facilitó la conexión. Después de eso, se sumó Jerry.

La idea de grabar el video en Caracas también fue interesante. Inicialmente, no quería hacerlo, pero al final, lo dirigió un equipo increíble. Había tantas personas involucradas: mi colegio, mi hermana, que también es compositora de la canción, y mi abuela. Además, marcas importantes colaboraron en la parte visual. Jerry, Danny y yo grabamos nuestras partes del video desde diferentes lugares del mundo, ya que Danny estaba de gira y cada uno tenía sus compromisos.

Hubo momentos en que pensábamos: "Queremos que esta canción salga ya", pero también enfrentamos muchas trabas que formaban parte del proceso. A veces, una canción se puede trabajar durante dos o tres años, y vale la pena hacerlo. Es esencial colaborar con personas que realmente crean en la idea, y ese trabajo en equipo es lo que hace que todo tenga sentido al final.

¿Recordás si en algún momento dudaste de que la canción sería bien recibida por el público, dado su contenido tan vulnerable?

Sí, les decía a mis compañeros: “¿Pero crees que esta canción la gente la vaya a recibir bien? Siento que viene de un lugar muy vulnerable de mí, y no sé si realmente lo entenderán”. Sin embargo, estar rodeada de personas que tuvieron la visión de elevar esta idea a otro nivel fue fundamental para que todo se materializara. Aunque, debo admitir que tomó mucho tiempo.

¿Qué pasó con tu parte del video, que inicialmente ibas a grabar en un concierto de Dani en Nueva York?

Exactamente, iba a grabar mi parte del video en su concierto. Estaba en el aeropuerto lista para ir, cuando de repente me dijeron: “No, mira, se cayó, eso no lo vamos a hacer. Regresa, busquemos otra forma”. En ese momento, me preguntaba: “¿Esto no se va a dar? ¿Qué va a pasar?”. Pero todos ahí estábamos decididos, sosteniéndonos mutuamente y diciendo: “Esto lo vamos a hacer por nuestro país, por nosotros, y por la gente que merece tener un pedacito de nosotros en sus manos”.

Esa vulnerabilidad se siente en la canción. ¿Qué emociones te evoca y cómo se conecta con tu infancia y tus raíces familiares?

Siento una gran mezcla de emociones. Venezuela significa mucho para mí; es parte de mi linaje. Mi madre y mi abuela nacieron allí, y mis recuerdos más entrañables vienen de esos momentos en los brazos de mi abuela, disfrutando de la comida venezolana y escuchando su acento. Para mí, es imposible pensar en Venezuela sin asociarlo con el amor que siento por ella. También siento una profunda nostalgia por esos días de infancia que ya no volverán. Es una combinación de sentimientos: extrañar un país que ha cambiado y recordar esos momentos que nos dan fuerza para seguir adelante, sin importar a dónde vayamos. Cuando conozco a alguien de otro país, siempre busco preparar arepas; son parte de esos recuerdos que quiero compartir. En mis canciones y acciones, trato de enaltecer a mi país y compartir mi cultura, algo que veo en esta nueva generación de venezolanos que han tenido que emigrar.

¿Cómo fue la experiencia de abrir el show de Karol G en Venezuela?

Fue una invitación muy especial, ya que coincidió con mi cumpleaños. Fue un momento increíble, rodeada de las personas que amo y sintiéndome muy abrazada por el público. Fue un honor que Karol me diera la oportunidad de cantar para mi país, y para colmo, ella incluso me cantó "Feliz Cumpleaños". Sin duda, fue una noche mágica.

Y en relación a tus futuros shows, el próximo año estarás en Argentina. ¿Qué expectativas tenés para tu visita a Buenos Aires?

Estoy muy emocionada por ir. Tengo muchos amigos y colegas allá que extraño, y cada vez que voy, me siento en casa. Además, será mi primera vez en La Paliza, y quiero llevar nueva música para compartir. Hay una gran comunidad venezolana en Argentina, y también muchos argentinos que apoyan nuestra música.

¿Qué es lo que más disfrutas de Buenos Aires?

La comida es increíble. Aunque no salgo mucho de fiesta, disfruto de salir por la noche en Buenos Aires. Siempre le pido a Tini que me lleve a los lugares donde hacen versiones de canciones en cumbia. ¡Puedo bailar hasta el amanecer!

Si pudieras hacerte una pregunta a ti misma, ¿cuál sería?

Me preguntaría: "¿Eres feliz?" También me cuestiono si soy consciente de mi propio valor y qué haré hoy para sentirme realizada mañana. Siempre hay algo por lo que sentir agradecimiento, ya sea grande o pequeño. Cada día es una nueva oportunidad para hacer cosas maravillosas.