Desde la cofundación del Movimiento del Nuevo Cancionero hasta su reconocimiento internacional y su último trabajo monumental Cantora.
En el aniversario del nacimiento de Haydeé Mercedes Sosa, conocido simplemente como Mercedes Sosa, reflexionamos sobre cinco hitos que definieron su carrera y su legado como una de las voces más icónicas de la música popular latinoamericana. Nacida el 9 de julio de 1935 en San Miguel de Tucumán, Argentina, su vida estuvo marcada por la humildad, el talento inigualable y una profunda conexión con las raíces de su pueblo. A través de su música, no solo se convirtió en una embajadora cultural, sino también en un símbolo de resistencia y esperanza.
1. Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero (1963)
Uno de los primeros grandes hitos en la carrera de Mercedes Sosa fue la cofundación del Movimiento del Nuevo Cancionero en 1963, junto a su esposo Manuel Oscar Matus y el poeta Armando Tejada Gómez. Este movimiento buscaba renovar el folclore argentino, alejándose de las modas comerciales y centrándose en las preocupaciones y vivencias del hombre común. El manifiesto del Nuevo Cancionero, presentado el 11 de febrero de 1963, abogaba por una música que reflejara la identidad y las luchas del pueblo.
2. Su debut en el Festival de Cosquín (1965)
En 1965, Mercedes Sosa alcanzó la fama nacional al debutar en el prestigioso Festival de Cosquín, gracias a la generosidad de Jorge Cafrune, quien la invitó a subir al escenario a pesar de la resistencia de la comisión organizadora debido a su afiliación al Partido Comunista. Este evento fue un punto de inflexión en su carrera, ya que le permitió alcanzar un público más amplio y establecerse como una figura prominente en la escena del folclore argentino.
3. Exilio y retorno triunfal (1979-1982)
La década de 1970 fue una época de turbulencia política en Argentina, y Mercedes Sosa no fue ajena a la represión del régimen militar. En 1979, fue detenida durante un concierto en La Plata, un evento que simbolizó la persecución política de artistas y músicos considerados subversivos. Tras su liberación, Sosa se exilió en París y Madrid, donde continuó su carrera musical y llevó su mensaje de resistencia y libertad a una audiencia internacional.
El retorno de Mercedes Sosa a Argentina en 1982 fue un momento de gran emotividad y simbolismo. Su primer concierto tras el exilio, el 18 de febrero de 1982, marcó un renacimiento tanto personal como profesional. Este regreso no solo revitalizó su carrera, sino que también la convirtió en un símbolo de la lucha por la democracia y los derechos humanos en Argentina.
4. Reconocimientos internacionales y colaboración con grandes artistas (1986-1996)
Durante los años 80 y 90, Mercedes Sosa alcanzó el reconocimiento internacional, realizando giras por Estados Unidos y Europa, y actuando en escenarios prestigiosos como el Carnegie Hall y el Lincoln Center en Nueva York. En 1988, su álbum Amigos míos la consolidó como una de las figuras más importantes de la música latinoamericana, colaborando con artistas de la talla de Milton Nascimento, Pablo Milanés y Charly García.
Su influencia y prestigio fueron reconocidos con múltiples premios, entre ellos el Gran Premio CAMU-UNESCO en 1995 y el Premio CIM-UNESCO en 1996. La UNESCO la honró como una de las "Global Divas", destacando su contribución a la cultura y su papel en la promoción de la unidad entre los pueblos.
5. Cantora, el legado final (2009)
El lanzamiento de *Cantora* en 2009, poco antes de su fallecimiento, fue un hito que encapsuló la grandeza de Sosa como artista y su generosidad como colaboradora. Este álbum doble, en el que interpretó 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos como Shakira, Luis Alberto Spinetta, René Pérez y Joan Manuel Serrat, es una celebración de la diversidad y la riqueza de la música latinoamericana.