La banda colombiana se consolida como uno de los referentes más importantes de la música latina.
Unidos por el amor a la música desde los primeros años de vida, los integrantes de Morat recorrieron un camino que va desde los bares locales colombianos hasta los escenarios más reconocidos del mundo. En poco más de una década, los cuatro amigos lograron trascender los sueños que una vez compartieron entre los muros del colegio Gimnasio La Montaña, en Bogotá, donde se conocieron a los cinco años. Allí, entre clases y juegos de infancia, comenzó a gestarse la conexión que con el tiempo se transformaría en una de las bandas más importantes de la industria latina.
Sin embargo, el ascenso del grupo estuvo lejos de ser fácil o inmediato. Sus primeros ensayos se llevaban a cabo en un pequeño local bogotano llamado La Tea, un espacio donde, en ocasiones, sus únicas audiencias eran el personal de seguridad y unos pocos amigos fieles. Fue en esos primeros momentos de prueba y error que los chicos forjaron la perseverancia que los llevaría, tiempo después, a ganar la lealtad del público. Gracias a la constancia y al apoyo de sus seguidores iniciales, la agrupación comenzó a construir una base de fans que se multiplicaba con cada show.
El nombre de la banda tiene una historia propia, casi como un personaje, que los acompañó en su evolución. Antes de adoptarlo, se hacían llamar "Malta", hasta que un conflicto de derechos los obligó a cambiarlo cuando firmaron con Universal Music. Fue entonces cuando escogieron el nombre "Morat", un homenaje a una finca en las afueras de Bogotá donde pasaban largas jornadas ensayando y fortaleciendo una amistad nutrida de risas, anécdotas, y por supuesto, mucha música.
El verdadero estrellato llegó en 2015 cuando lanzaron “Mi Nuevo Vicio", una colaboración con Paulina Rubio que los llevó a la fama en España y México. La canción, que rápidamente alcanzó Disco de Platino, los colocó en el radar de la industria musical. En pocos meses, presentaron otro sencillo que se volvió un fenómeno en plataformas digitales: “Cómo Te Atreves”. Un año después, en 2016, dieron a conocer su primer álbum de estudio, “Sobre el Amor y Sus Efectos Secundarios”, que consolidó su éxito en varios países y les valió su primera nominación al Grammy Latino en la categoría de Mejor Artista Nuevo.
Desde entonces, no pararon. Con cada álbum, exploraron diferentes temáticas y colaboraron con figuras como Juanes, Sebastián Yatra y Duki, lo que enriqueció su estilo y les permitió conectar con públicos diversos. Pero, más allá de su capacidad para generar éxitos radiales, lo que distingue a Morat es su habilidad para establecer un vínculo especial con sus fans. A través de letras que abordan temas como el amor, el desamor y la reflexión, la banda encontró la fórmula para llegar al corazón de un público que ve en sus canciones un reflejo de sus propias vivencias y emociones.
Esa cercanía con sus seguidores se evidenció en su reciente presentación en el Estadio Vélez Sarsfield de Buenos Aires, un evento que fue mucho más que un simple show. La noche del 9 de octubre, en el marco de su gira “Los Estadios”, la banda llenó el estadio argentino y cada uno de los 45.000 asistentes se convirtió en protagonista de un momento inolvidable. Sobre el escenario, Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, Simón Vargas y Martín Vargas compartieron con la audiencia algo más que canciones; compartieron historias de vida, anécdotas y emociones que llegaron a cada rincón del recinto, dibujando sonrisas y arrancando lágrimas entre un público entregado.
Definitivamente hay mucho que celebrar: noviembre será el mes de Morat: 25 estadios, 15 ciudades, 10 países y 800 mil personas esperando sus shows…
Simón: Estamos muy emocionados y sorprendidos; siempre tuvimos este sueño en mente, lo decíamos entre nosotros, pero estar aquí, hacerlo realidad y llegar al punto en el que estamos en la gira es algo extraño. Uno sueña, pero nunca sabe cómo se va a sentir cuando lo vive, ¿no? Sin duda, creo que este es el mejor show que hemos hecho. No estábamos preparados para el inmenso cariño que nos ha mostrado la gente en Latinoamérica.
Cuando arman el setlist para cada estadio y ciudad, ¿se basan en métricas de YouTube o Spotify? ¿Qué canción no puede faltar? ¿Y qué rol juega su club de fans en esta preparación?
Juan Pablo Villamil: El setlist es de las cosas a las que más dedicación le ponemos, intentamos tener todas las variables en cuenta: las canciones que más se escuchan, las canciones que, aunque no son tan escuchadas, de pronto le aporta momentos musicales al show, las canciones que también tocamos porque nos gustan a nosotros. Pero sí, hay un trabajo enorme, todo muy orientado a que el concierto sea la mejor curva de energía posible, que tenga un sentido musical y emocional para la gente también, que vaya acorde con el disco, con todo lo que está pasando en ese momento. Intentamos que haya por lo menos detalles distintos en cada ciudad.
Y la verdad estamos muy contentos porque después de estos 6 meses creo que llegamos a un equilibrio que sentimos que ha sido bastante eficaz y satisfactorio para nosotros.
"El setlist es de las cosas a las que más dedicación le ponemos"
¿Cómo se comportan en la gira?
Juan Pablo Isaza: Simón se la pasa tomando fotos a todos lados, le gusta mucho ir a comer comida excéntrica, es el más curioso y explorador de los 4. Martín es el que tiene más energía, sin duda, y el más joven también (risas), se la pasa haciendo planes y jugando paddle en cada lugar en que vamos.
Juan Pablo Villamil: Estoy intentando construir un pequeño récord personal en el que somos parte de un grupo de personas no profesionales que ha logrado jugar paddle en la mayor cantidad de países posible. Obviamente los profesionales nos van a ganar siempre, pero por fuera de la liga profesional, yo quiero conseguir ese récord. Hemos jugado en Texas y eso fue bien raro.
Isaza se hace muy fácil, se la pasa el 80% de tiempo produciendo, produce demasiado de gira, para nosotros y para otros artistas también. Simón se la pasa también haciendo yoga, es el que uno menos ve durante la gira, siempre está metido en sus cosas. Marto, hasta hace muy poco, era un chico muy ocupado y hasta le tocó estudiar de gira muy intensamente en un momento, entonces siempre tenía veinticinco mil cosas en su agenda. Ahora ya está como más tranquilo entonces podemos disfrutar de su compañía un poquito más.
¿Qué significa Buenos Aires para ustedes?
Martín: Tenemos una historia bastante especial y larga con Buenos Aires. Para los cuatro, fue curiosamente el destino de nuestro viaje de egresados del colegio, así que todos llegamos aquí justo después de graduarnos. En mi caso, luego viví un tiempo en Francia y allí conocí a un grupo de diez argentinos que hoy en día son muy cercanos y también han llegado a ser amigos de los demás. Eso ha hecho que Buenos Aires se sienta aún más especial para nosotros. Nos encanta la cultura, la comida, el mate, el fútbol, la música y el rock nacional. Recuerdo la primera vez que tocamos aquí en 2017, en La Trastienda, frente a unas 300 personas. Esta es la sexta vez que venimos y estaremos en Vélez; nos vuela la cabeza. La mejor forma de agradecer el cariño que nos ha dado el público argentino es ofreciendo conciertos cada vez mejores. Creemos que esta es la gira más ambiciosa que hemos montado y estamos ansiosos por reencontrarnos con un público que tiene una energía única.
Colaboraron con artistas como Juanes y Paulina Rubio, y ahora lanzaron “Los Dos” junto a Grupo Frontera ¿Qué significa esta canción para ustedes?
Juan Pablo Isaza: Nos dimos cuenta de que mucha gente, especialmente en el género de cumbia, estaba reversionando nuestras canciones. La versión de “No se Va” alcanzó un nivel que nunca habríamos imaginado; hoy en día creemos que más personas la conocen en su versión cumbia que en la original. Eso nos hizo pensar que nuestras melodías tenían algo especial que podíamos explorar, y de ahí surgió “Los Dos.” Es interesante ver cómo la energía de una canción cambia tanto solo al ajustar el ritmo.
¿Nos podemos imaginar una temporada de cumbia de Morat?
Simón: Hace unos años nos preguntaban si Morat haría reggaetón algún día, y menciono esto porque nosotros tenemos una ventaja y una limitación: el formato de banda y nuestros instrumentos. Por eso creo que la cumbia se adapta mucho mejor a nuestro estilo que el reggaetón. A veces sentimos que ciertos géneros requieren un formato instrumental específico, o incluso la ausencia de ciertos instrumentos. Personalmente, me cuesta imaginar a Morat tocando cumbia; no sé si nos quedaría el estilo.
"Personalmente, me cuesta imaginar a Morat tocando cumbia; no sé si nos quedaría el estilo".
Juan Pablo Villamil: Hay un tema, y es que, en términos generales, en la industria latina no está de moda tener una banda. En Argentina quizás es una pequeña excepción, pero en general no lo es. Nosotros siempre hemos intentado responder a la pregunta de cómo mantenernos vigentes sin perder nuestra esencia de banda, y esa es una pregunta muy difícil de responder. Nos la hacemos canción tras canción, disco tras disco, y creo que hemos encontrado algo de confort en hacer experimentos, como lo que mencionas de "Los Dos" y su mezcla con la cumbia. Pero en términos generales, convivimos con esa dualidad.
Juan Pablo Isaza: Nuestra decisión con la canción junto a Grupo Frontera fue no modificar nada, precisamente para mantener nuestra esencia. Nosotros solo cantamos, pero la idiosincrasia de la cumbia es algo con lo que no queríamos interferir. Es algo propio de ellos, que respetamos profundamente, al punto de no querer tocarlo. Yo creo que nosotros tenemos un amor por el sonido redoblante, que no es compatible con la cumbia ni con el reggaeton.
Hoy en día, son la banda más importante de Colombia. Están tocando en 25 estadios, ¿son conscientes de lo que están logrado?
Juan Pablo Isaza: Lo que sea que esté pasando, espero que sea una recompensa por haber sido muy tercos con nuestro formato, porque creemos que de otra manera no habría sido posible, al menos en esta formación. Creo que lo bonito de las bandas es que cada uno tiene un rol muy específico, lo que genera un balance que facilita perdurar en el tiempo.
Simón: Hay algo que siempre hemos creído: los mejores conciertos en vivo los dan las bandas. El hecho de que la música se toque en los instrumentos, en el escenario, y que la energía del público influya en lo que estás tocando crea un círculo virtuoso muy bonito. Creo que parte de haber logrado sostener el formato de banda tiene que ver con que siempre pusimos como una de nuestras prioridades el show en vivo, no solo nuestras canciones en internet. Que hoy en día haya pocas bandas ha jugado a nuestro favor.
¿Qué sintieron cuando en solo tres horas se agotaron las entradas para Bogotá?
Martín: Una locura. Siento que era algo que ninguno esperaba, ni a ese nivel ni a esa velocidad. Pero al final, es obviamente el corazón de nuestra casa, el lugar donde crecimos, el estadio por el que pasábamos cuando éramos pequeños, donde fuimos a ver a nuestros ídolos. Creo que tiene un valor sentimental y emocional mucho más fuerte. Al mismo tiempo, fue un golpe de realidad tratar de entender lo que está pasando.
De los 13 años que lleva la banda, aunque siempre fue uno de nuestros sueños, nunca fue el único objetivo. Hace 7 años, cuando tocamos en La Trastienda, nuestra cabeza no estaba puesta en llegar a un Vélez; estábamos disfrutando del éxito más grande que podíamos tener en ese momento. Siento que estar muy presente en lo que está pasando en el momento es clave. Lo que hablamos de Bogotá es eso: abrazarlo, disfrutarlo, agradecerlo y dar lo mejor en el concierto, con la responsabilidad que eso implica.
Medio surrealista lo que está pasando, ¿se preguntan si van a seguir llenando estadios sin parar?
Juan Pablo Isaza: Yo creo que lo importante es no confiarse demasiado, creo que hemos sido inteligentes en intentar no llevarlo demasiado lejos y que nos explote en la cara después. Paso a paso.
Ustedes tienen una gran conexión con la escena argentina, ¿qué nos pueden contar sobre ese contacto musical?
Juan Pablo Villamil: En los últimos años he visto un resurgimiento impresionante de la escena musical, desde todos los géneros. Por ejemplo, en el pop, artistas como Tini, a quien queremos un montón; en el rap y el freestyle, que fue una locura, con Wos, Trueno y Duki, que son unos cracks; y también en las bandas. Hace poco coincidimos con Mateo de Conociendo Rusia y lo fuimos a ver. Es una locura lo que hacen, nos encantan. Nos emociona ver el resurgimiento de la escena musical en Argentina porque creo que se lo merecían, hacía tiempo que pronto podrían haber tenido más visibilidad y lo estamos viendo tener y es increíble.
Simón: Creo que hay algo que me gusta mucho rescatar de la escena argentina, y es que durante mucho tiempo la música en español estuvo fuertemente dominada por lo europeo, pero con una particularidad: era música para bailar, para fiesta. Siento que Argentina ha devuelto la idea de la música para escuchar. No digo que no puedas escuchar reggaetón en casa y disfrutarlo, pero cuando te sientas a escuchar freestyle o rap argentino, te sientas a escuchar las letras. Es una música cuyo espacio e intencionalidad son diferentes y creo que llegó en un momento perfecto. Lo sentí como un aire fresco.
Juan Pablo Isaza: Creo que estamos en nuestro momento más inspirado por la música del rock argentino. Toda la música que estamos sacando, incluido el disco que vamos a lanzar, tiene una gran influencia del rock argentino. Nos han inspirado muchísimo para hacer la música de esta manera.