Originalidad, excentricidad y provocación. El reciente espectáculo de Madonna en las playas de Copacabana fue un evento que quedará grabado en la memoria colectiva de quienes tuvieron el privilegio de presenciarlo. Ante más de un millón y medio de personas, la cantante cerró su gira The Celebration Tour con un show gratuito que celebró sus 40 años de trayectoria musical. El evento, que congregó a cerca de dos millones de personas, se transformó en una masiva fiesta en todas las calles aledañas, convirtiendo a Brasil en el centro de la música por una noche.

Su entrada, aproximadamente una hora después de lo programado, no fue obstáculo para la euforia de la audiencia, que recibió a la diva con gritos y aplausos. El concierto fue una exhibición de su extensa carrera musical, comenzando con “Nothing Really Matters” y pasando por hits como «Burning Up», “Papa Don’t Preach” y “La Isla Bonita”. Durante alrededor de dos horas de show, no escondió ninguna de sus facetas: fue la chica vaquera, la novia y hasta, la católica.

Para llevar a cabo el evento monumental, se necesitaron 270 toneladas de equipo, 150 mil baños portátiles, 50 hospitales ambulantes, comisarías móviles y un centenar de tachos de basura y personal de limpieza. Las empresas de telefonía desplegaron antenas para garantizar la estabilidad de las redes de internet, permitiendo que el espectáculo fuera disfrutado sin interrupciones por los asistentes.

El espectáculo no solo se destacó por su magnitud, sino también por la diversidad de artistas que acompañaron a Madonna en el escenario. La drag queen Monét X Change sorprendió a los asistentes con su aparición, luciendo una réplica del traje usado por la estrella de 65 años en la canción «Vogue». Anitta y Pabllo Vittar también aportaron diversidad y talento a la noche.

La compositora también rindió homenaje a artistas fallecidos víctimas del VIH, como Freddie Mercury y Renato Russo, durante la interpretación de “Live to Tell”, provocando conmoción y lágrimas en el público.

Madonna se despidió del público brasileño, y de su gira, con una interpretación de «Music» en una versión carnaval que enloqueció a los asistentes. Para cerrar con broche de oro, la Reina del Pop rindió homenaje a uno de los grandes nombres de la música pop, Michael Jackson. La cantante fusionó «Billie Jean» con su propio éxito «Like a Virgin», un cierre perfecto para una noche cargada de sorpresas.