Miami se vistió de gala para recibir la 25ª edición de los Latin GRAMMY®, una ceremonia que, año tras año, rinde homenaje a lo mejor de la música latina. La noche fue memorable no solo por los premios otorgados, sino por las presentaciones en vivo que cautivaron al público y mostraron la energía y el talento de los artistas. Entre los momentos más destacados estuvieron las actuaciones de los argentinos Emilia Mernes y Trueno, quienes dejaron su huella en la ceremonia con versiones renovadas de sus éxitos, mostrando la diversidad de sonidos que caracteriza a la escena musical latinoamericana actual.

La primera en aparecer en escena fue Emilia Mernes, quien eligió una versión electrónica de su hit “No se ve”. En una coreografía cuidadosamente diseñada, Mernes se apoyó en una fila de ocho bailarinas que, desde una plataforma central, le dieron un marco espectacular a su presentación. Con un traje lila brillante y destellos en los ojos, la artista de Nogoyá ofreció una interpretación visualmente impactante que priorizó la danza y el show visual sobre el canto en vivo. La cantante, que ha consolidado su carrera con un estilo pop urbano, relegó los aires brasileños de la versión original de su tema para explorar un sonido más electro y bailable.

Trueno, por su parte, ofreció una presentación potente que elevó la intensidad en el auditorio. El rapero, oriundo del barrio porteño de La Boca, llegó a los Latin Grammy no solo como intérprete, sino también como un digno representante del rap argentino en un escenario que sigue apostando por el género urbano. En su actuación, Trueno compartió el escenario con Danny Ocean y Álvaro Díaz, quienes interpretaron sus éxitos antes de dar paso a Trueno y su hit “Tranky Funky”, con una gran puesta en escena (con big band de guitarras, percusiones y vientos).

“¿Querías rap? Yo te lo traje, pa”, dijo el cantante al público, que se entregó al ritmo de su interpretación y sus adlibs vocales. El escenario cobró vida con visuales de grandes parlantes, homenajeando a la cultura hiphopera y creando una atmósfera en la que el rap y el funk se fusionaron con una elegancia y fuerza únicas. Con un look urbano, Trueno demostró que el rap latino sigue ganando terreno en escenarios internacionales, y que los jóvenes artistas de América Latina tienen mucho que ofrecer.

Sin embargo, ambos artistas no solo acudieron a los Latin GRAMMY® para deleitar con sus actuaciones. También estuvieron entre los nominados de la noche. Trueno se alzó con el galardón a Mejor Fusión/Interpretación Urbana por su canción “Tranky Funky”, un reconocimiento que destaca la originalidad y la frescura de su estilo musical. Competía en esta categoría con figuras destacadas como María Becerra y Bizarrap, otros artistas argentinos que han marcado tendencia en el ámbito urbano. Además, recibió otra nominación importante: la de Mejor Álbum de Música Urbana por su álbum El Último Baile, consolidando su lugar como uno de los exponentes más relevantes del rap latinoamericano.

Emilia, por su parte, también es una contendiente en la categoría de Mejor Álbum Vocal Pop, con su disco mp3, que ha tenido una gran aceptación entre el público y la crítica. Con un estilo característico y una propuesta fresca, compite junto a artistas de la talla de Luis Fonsi, Mau y Ricky, Kali Uchis y Nicole Zignago, demostrando que su trabajo ha alcanzado un nivel de madurez que resuena más allá de las fronteras de Argentina.

El impacto de ambas actuaciones no solo elevó la visibilidad de los artistas argentinos en un evento internacional, sino que también subrayó el papel creciente de la música latina en la escena global. Los Latin Grammy no solo celebran los logros musicales, sino que son una plataforma que da espacio a nuevos sonidos, fusiones y expresiones artísticas, como lo demuestran las participaciones de Emilia Mernes y Trueno, quienes, con sus estilos y personalidades únicas, mostraron la riqueza y diversidad que caracteriza al talento joven de América Latina.