‍Andrés Cepeda se une a Los Ángeles Azules para revivir y reimaginar el tema “Cariñito”, un clásico de la cumbia latinoamericana. Este lanzamiento, producido por Rodolfo Lugo y dirigido por Christian Schmid, no solo destaca la colaboración entre estos dos gigantes de la música, sino que también celebra la rica herencia cultural de Latinoamérica, uniendo las tradiciones colombianas y mexicanas.

Originalmente escrito por Ángel Aníbal Rosado e interpretado por Los Hijos del Sol, el tema fue un himno que ha perdurado en el tiempo, conocido y amado en toda América Latina. La nueva versión no solo rinde homenaje a este legado, sino que lo actualiza, adaptándolo a los estilos únicos de ambos artistas. “Estamos felices y agradecidos de haber colaborado con Andrés Cepeda; ha sido una experiencia increíble”, expresó Elías Mejía Avante, integrante de Los Ángeles Azules, en un comunicado oficial. La fusión de sus raíces mexicanas y colombianas busca traer nuevamente a los corazones de las personas un tema tan querido, manteniendo su esencia y energía.

Cepeda llega a esta colaboración tras la exitosa conclusión de su gira internacional, Tengo Ganas Tour, en Panamá. A medida que inicia su nueva serie de conciertos, Nuestra Vida en Canciones, que lo llevará por 14 ciudades de Colombia.

¿De qué trata tu nuevo sencillo "Cariñito" y cómo se relaciona con tu álbum Bogotá?

Este nuevo sencillo hace parte de mi álbum más reciente, que se llama Bogotá, y está avanzando poco a poco. "Cariñito" es el tercer sencillo que presento y el álbum rinde homenaje a mi ciudad, haciendo un recorrido por lugares y momentos que han marcado mi vida. Uno de esos lugares es el Salón Rojo del Hotel Tequendama, donde tradicionalmente se celebran las fiestas de los colegios en Bogotá. Recuerdo la noche de mi graduación, donde la canción emblemática de ese momento fue "Cariñito", una cumbia que más tarde supe que era peruana. Pensé que para interpretarla, lo ideal sería contar con la colaboración de expertos en cumbia mexicanos, ya que compartimos el género de una manera muy fuerte.

¿Cómo fue tu experiencia al colaborar con Los Ángeles Azules y qué aprendiste sobre la cumbia durante el proceso?

Yo los busqué, porque quería hacer esa triangulación. Afortunadamente, aceptaron la invitación y nos encontramos. Viajé a México, donde grabamos la canción. Lo que quería era soltar un poco el timón y permitirles a ellos que hicieran los arreglos y aportaran su concepto y sonido, que son muy particulares en esta cumbia clásica. Fue una experiencia muy enriquecedora; aprendí muchísimo sobre el folclor y las sutilezas de un ritmo que es tan transversal en Latinoamérica, aunque cada región tiene su estilo.

¿Y qué emociones despierta en vos el estar trabajando en un álbum que te conecta con tus raíces de una manera tan personal?

Hay una mezcla de melancolía y nostalgia, junto con un amor profundo por Bogotá. Como todas nuestras capitales, es compleja y tiene sus problemáticas, pero es el lugar donde nacemos, crecemos y nos formamos. Este álbum ha sido relativamente fácil de crear, ya que se trata de elegir momentos y recuerdos importantes de mi vida, y organizarlos en un álbum que es, en cierta forma, una colección de fotografías de experiencias significativas en relación a mi ciudad. Por lo tanto, hay una gran carga emocional, nostalgia, pero también una alegría al poder rendir homenaje a una ciudad a la que no mucha gente le canta.

¿Cómo fue el proceso de grabación y qué importancia tuvieron las colaboraciones con otros artistas en tu álbum homenaje a Bogotá?

Alquilamos un estudio precioso en Los Ángeles, donde reunimos a todos los músicos y grabamos varios temas casi en vivo. Nos organizamos de tal manera que primero definimos el concepto del álbum, que quería que fuera un homenaje a Bogotá, y luego trabajamos en las canciones. También tengo colaboraciones en el álbum con las chicas de jazz, Luis Fonsi y mis amigos de Morat.

Durante el proceso de producción, ¿escuchaste a algún artista o banda en particular?

No, durante la producción estábamos tan inmersos en el proyecto que no hubo un input de influencias externas. A lo largo de mi carrera, he ido acumulando sonidos y referencias que me gustan, y en este álbum simplemente traté de plasmar lo que quería que sonara como Bogotá, que tiene una riqueza sonora que incluye bolero, rock, pop, y música colombiana, entre otros.