
A veces el futuro está en el pasado. Este mantra-manifiesto es repetido incansablemente por el milonguero Fernando Cabrera. Suena su voz desde la Ciudad Vieja de Montevideo. El trapero Peke 77, antes de perder su libertad, solía citarlo. Si hablamos de música, el pasado sería el tango y el presente artistas que se pasean por el trap, el RKT y esa etiqueta odiada por todos que se nombra como “música urbana”. De algún puerto hay que salir para poder pensarla. Lo cierto es que el tango está cada vez más presente en la música de las nuevas generaciones. Sale en forma de mixtura, o a través de sus instrumentos, pero sobre todo a la hora de componer, a la hora de pensar la narrativa de una ciudad como la de Buenos Aires.
“Es que todos vivimos en los mismos adoquines”, dice Malandro antes de subirse al Movistar Arena para cantar de invitado con Milo J. De repente, aparece La Joaqui en Sesiones ¡FA! y la rompe cantando “Se dice de mí”. Y los que están mal son los que se asombran porque, a fin de cuenta, hay un hilo bastante grueso entre el freestyle, lugar desde donde viene la artista que actualmente se concentra en el RKT, y la milonga de Tita Merello.
Pero también aparece Cazzu metiendo bandoneón en uno de los discos del año (Latinaje). Más atrás está el tono arrabalero de Milo J, la admiración que le profesan a Carlos Gardel artistas como Malandro o Louta (en su flamante Un instante el performer volvió a referenciar al Morocho en el tema “Lo mejor de lo mejor”) y los arreglos del tango-canción en algunas músicas de Trueno y Wos. También está el que lanzó el dardo al centro del corazón de una música que renace con cada generación: hablamos de Ysy A, de su fascinación por el 2×4 y de su relación con el cantor Cucuza Castiello.
“El tango y más que nada la poesía del tango siempre fue una fuente de inspiración para mí”, dice Ysy A en contacto con Billboard Argentina. “Por más que yo haga trap, rap o el género que sea, siempre busqué sonar lo más argentino y porteño posible, y justamente en estas letras he encontrado esa forma de representar a Buenos Aires. Hoy en día estamos reversionando muchas de mis canciones a tango y las mismas letras que escribí en otros géneros calzan perfecto arriba de los instrumentos, eso demuestra que el tango siempre estuvo presente en mi trayectoria”. Y no es sólo una historia de estudios y plataformas, uno de los mayores referentes del trap llevó al escenario del Lollapalooza (entre otros) a una orquesta a hacer esas versiones.
En ese escenario global, Ysy A le tendió la mano a Cucuza, un gesto histórico e inolvidable. Castiello es un pilar fundamental del nuevo tango argentino, pero sobre todo es una figura de guetto, del underground porteño. Esto le dice a Billboard Argentina: “Vivimos algo inédito. Ysy me lleva a lugares grandes, lamentablemente no es común en el tango y sentir lo que siento ante el cariño, el reconocimiento de esos pibes y pibas hacia nosotros, hacia el tango, es una hermosa y emocionante patada en el pecho. Para quienes no fueron a escuchar en vivo trap, al Ysysmo más puntualmente, les cuento que se vive una situación casi idéntica a la que se vive yendo a ver a bandas de rock multitudinarias”. Ysy y Cucuza hablan mucho de Julio Sosa, Gardel, Roberto Goyeneche pero también de Luis Alberto Spinetta y Charly García. La música de Buenos Aires, en efecto.
Este año se editó Latinaje y una de las canciones que más llamaron la atención fue “Ódiame”. Cazzu envuelta entre los sonidos del tango pero escapándole al 2×4. Semanas atrás la cantó por primera vez en Telefé y dijo que ella escucha tango desde chiquita, en la casa de sus padres y de sus abuelos. Que no quería dejar ese aroma fuera de un disco que apuesta por los géneros de su tierra. El Dj y manager de Cazzu, Facundo Cruz, dice a Billboard Argentina: “Es un tema que vocalmente le quedó muy hermoso. La muestra haciendo algunas proyecciones en las que la habíamos escuchado poco. De hecho, el otro día que la cantó en la tele, notamos eso. Logró un experimento muy interesante”.
Desde Japón, Nico Cotton, uno de los productores fundamentales de la música joven y que trabajó en el material de Cazzu, analiza ese sonido en la cantante jujeña y en los demás: “Los artistas jóvenes llevan el tango en su ADN. Aunque no lo hayan escuchado, lo tenemos adentro. Y está bueno que ellos vayan descubriendo eso”. Dice que como productor trata de tomar elementos de otros géneros y trasladarlos a los sonidos de hoy. “Eso es lo que más me interesa en la música. Por otro lado, también creo que hay algo de letra, y de interpretación, que se va aggiornando con el tiempo pero que tiene un espíritu muy tanguero. Van cambiando las palabras pero ese lunfardo de nuestro país sigue estando en la música, forma parte de nuestra identidad, de nuestra bandera”.
El sonido de Broke Carrey es trascendental. Muy arrabalero y ciudadano. Bastante implícito pero profundo. Por eso el final es para él y sus ideas. En contacto con Billboard Argentina, opina lo siguiente: “Somos una generación muy creativa, que no tiene límites, ni dogmas, ni reglas rígidas. La mayoría entramos a la música por fuera de la caja, estamos acostumbrados a eso. Sólo es cuestión de que a alguien se le ocurra fusionar el tango y entonces sucede. Soy muy partidario de acercar nuestra música a la tradición, a nuestra cultura y al lugar de donde venimos. Ya sea tango, folklore o lo que sea”.
Antes de que siga Carrito, Ysy agita: “El tango es el trap mucho antes que el trap, es el rock antes que el rock… El tango es ese sonido extraído de las calles, de los poetas que escribían las cosas que la gente sentía pero no sabía cómo poner en palabras, un sonido que al principio fue criticado y luego aceptado y convertido en cultura”. Y después sí, el autor de “Montonero” (una de las mejores canciones del año pasado), explica: “Si te ponés a analizar las letras de un milonguero de antes a las de un rapero de ahora hay muchas coincidencias. Lo que lo une es la identidad argentina. Es transversal para lo que hacemos y tenemos que luchar para que siga siendo así. Hay que cuidarse de las influencias globalizadoras y seguir buscándolas en nuestras raíces”. Veneno en las encías.