
Vitorio Lema para Billboard Bolivia
Seis años después de su última visita a Bolivia, Andrés Calamaro volvió al país para ofrecer un único concierto en el complejo Casa Grande de Santa Cruz de la Sierra, el pasado sábado 3 de mayo. Esta vez, no hubo espacio para lamentos, fue una noche de redención, energía y entrega total.
El Salmón salió al escenario envuelto en su icónica mística, con una chamarra roja que ondeaba al ritmo de sus clásicos pasos de torero. Junto a el, una banda sólida, precisa, con músicos que rozan la perfección y que sostienen el repertorio con una elegancia instrumental que realza incluso las canciones más crudas del repertorio calamareano.
Durante aproximadamente una hora y media, Calamaro navegó su discografía con naturalidad y carisma para atravesar momentos de calidez y complicidad entre artista y audiencia.
La bandera de Bolivia fue la primera en llegar a sus manos, y unas canciones después le pasaron la de Santa Cruz. Andrés las agitó mientras cantaba. Era evidente que esta vez se sentía bien, cómodo, disfrutando del escenario y del cariño que lo envolvía.

Cada tema que sonó fue interpretado con el corazón, al lado de músicos que brillaban uno más que el otro, entregando una experiencia potente y sincera.
El concierto convocó a fanáticos de todo el país. Desde distintas ciudades de Bolivia llegaron seguidores que no querían perderse el único show de Andrés Calamaro en esta gira. Y todos coincidieron: valió la pena cada kilómetro recorrido.
Las canciones más coreadas fueron “Loco” (una de las primeras de la noche), “Flaca”, “Te quiero igual”, “Cuando no estás” y una versión especialmente emotiva de “Paloma”. Cada una, recibida como un himno generacional.
Fue un show espectacular, con un sonido impecable y una puesta sobria pero efectiva. Calamaro demostró que sigue siendo un rockstar que ha sabido vivir la vida del músico con intensidad… y que sigue disfrutándola.
La vuelta a Bolivia fue, esta vez, profundamente satisfactoria. Un reencuentro marcado por la honestidad, el talento y la magia de las canciones que ya son parte del cancionero latinoamericano. Andrés Calamaro fue, y es, un ícono de la música latina. Un placer inmenso haber tenido la oportunidad de verlo en vivo. Y, por supuesto, muchos ya esperan con ansias su regreso.