
Con seis canciones que destilan su lado más crudo y vulnerable, CAMI – que también se destaca como productora y directora conceptual del álbum – llega con una propuesta totalmente disruptiva: a través de los sonidos del electro pop invita a los oyentes a sanar junto a ella. "El público es testigo y partícipe de lo que entiendo como ritual moderno", declara la artista chilena a través de sus redes sociales. Una vez más, pone a su alterego ANNA al frente de su obra, como una mirada directa a su alma. Acompañada por una serie de colaboradores que ya habían formado parte del exitoso ANNA Vol. 1 LOS AMANTES, entre ellos, el productor Trooko, Francisco Victoria y Tomás Pérez, el resultado es un proyecto lleno de contrastes sonoros.
A continuación, un recorrido detallado por cada pista, una a una, como una hoja de ruta hacia lo más íntimo de ANNA Vol. 2 EL OJO DE MI FRENTE.
1. “El Ojo de Mi Frente”
La intro del álbum nos recibe con un sutil toque melódico, como si de un susurro se tratase. Esta pista establece el tono de lo que está por venir, creando una atmósfera de introspección en donde la artista se deja ver tal como es. Aquí, no hay máscaras, no hay adornos innecesarios; solo una conexión directa entre el oyente y la artista. La melodía es envolvente, calmada, pero llena de una fuerza silenciosa.
2. “Cierro los Ojos”
Con un ritmo de electro pop que incita al movimiento, esta canción se siente como un escape. "Cierro los ojos y… no hay nadie, todo se agita en mí, soy aire", canta la artista, deslizándose sobre las bases electrónicas que marcan el pulso del track. Esta pista nos lleva hacia un estado de liberación emocional, invitando a cerrar los ojos y dejarse llevar por el flujo de la música. La canción captura la sensación de vaciamiento y renacimiento, un respiro dentro del caos interior.
3. “Pasará el Tiempo”
Un tema que comienza lento, como un suspiro contenido, para luego acelerar y desbordarse en una declaración de deseos y esperanzas, lleno de "ojalás". "Todo cambiará", dice con una voz llena de anhelo, mientras la producción crece en intensidad. Esta es una canción que refleja la fragilidad del paso del tiempo, el deseo de que las cosas mejoren, y al mismo tiempo, la aceptación de lo inevitable. Hay algo conmovedor en el contraste de la suavidad inicial con la energía que va ganando fuerza, como un recordatorio de que el tiempo, aunque se deslice lentamente, siempre avanza.
4. “Quiero Toda Mi Vida Devuelta”
La pista más bailable y desgarradora del proyecto. La artista expresa abiertamente su angustia, con una valentía brutal. "Quiero toda mi vida devuelta, yo no perdono violencia", explicita. La canción combina un ritmo contagioso con letras profundamente intensas, creando una paradoja sonora que hace que, a pesar del dolor que emana de sus palabras, uno no pueda dejar de moverse. Esta mezcla de emociones contradictorias se convierte en una de las características más fascinantes del álbum. Transforma el sufrimiento en una experiencia liberadora.
5. “Poseída”
La más psicodélica del EP. En este tema, CAMI se adentra en un terreno experimental, jugando con sonidos que se distorsionan y se entrelazan como si fueran ecos de su propio ser. La letra, "Busco mis latidos", refleja una búsqueda interna, una búsqueda que no siempre tiene respuestas claras, pero que está llena de intensidad y de vida.
6. “No Quiero Ir a la Guerra”
Cierra el EP con un mensaje de paz y autodefinición. "Hay tanto por cantarte, hay tanto por decir", canta CAMI, mientras las melodías se despliegan con fuerza pero sin agresividad. La canción se presenta como una declaración de resistencia, un rechazo a los conflictos innecesarios. "No quiero hacer las paces, tampoco destrucción", proclama.
Un cierre a la altura del contenido del disco. Con determinación, amor propio y paz interna, CAMI se despide de todo ello que la destruyó.