La artista de Elche, España, se presentó en el país como parte de “Lo he intentado Tour”.
Con apenas una serie de sencillos y un EP, Marina Reche edificó un camino en el que la transparencia y la verdad son su bandera y guía.
Con el envión del éxito de sus primeras canciones, hermanadas en su EP debut, claridad (2023), Marina va hacia adelante con su corazón como faro y su voz como herramienta. “Contar algo, contar mi historia, mi verdad y mi experiencia es donde más me identifico, da igual el sonido que
sea”, señala.
Las canciones de la cantautora la llevaron a presentarse en la Argentina por primera vez, el pasado 16 de mayo en La Trastienda, con localidades agotadas. Pero la lírica de sus composiciones la habían traído antes. Los millones de streams que acumulan sus letras, se tradujeron en curiosidades como “Mil preguntas”, por ejemplo, que tiene una versión en cuarteto interpretada por Q Lokura y Luck Ra. Además de un gran éxito, es una prueba de que la sinceridad es su mayor arma: “Me costó muchísimo sacar esa canción porque era demasiado personal para mí”, confiesa.
Con una trayectoria tan breve como fulgurante, la carrera de la artista florece con autenticidad: “Lo que más claro tengo es intentar ser yo en todos los aspectos, camino con mi verdad”, concluye.
Vas de la oscuridad a la claridad, ¿cómo es ese proceso?
Es bastante costoso mentalmente para mí porque la que más se ponía trabas en todo ese proceso inicial era yo. A lo mejor me juzgaba mucho o no atrevía a entrar en un estudio y abrir mi corazón o mi cabeza. Verme en esa situación me aterraba demasiado. Entonces, fueron dos años de ir al estudio y ‘’abrir melones’’, como decimos nosotros. Hacer mucho sonido distinto porque al final era una búsqueda de identidad máxima. Yo no sabía realmente cuál era mi sonido, siempre escuchaba música en inglés, R&B… entonces, plasmar eso en el español se me hacía como un mundo porque era lo que me gustaba, pero igual no era yo realmente. Era lo que me gustaba escuchar. Entonces, fue un proceso bastante costoso en ese sentido. Pero en cuanto encontré mi equipo y más o menos me sentí cómoda con los resultados y ya segura 100%, salió. Tampoco tuve prisa en sacar las cosas. Agradezco mucho a la Marina de ese momento por no meter esa presión y prisa de sacarlo cuando no estaba preparada. Siento que en el momento en el que lo saqué estaba muy feliz con el resultado. Al final es un momento que veo con mucho agradecimiento y muy feliz.
Si te llevo al 2020, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?
La primera canción que saqué. Recuerdo el día en el que presenté la canción, las conversaciones con mis amigas, las personas a las que le pasaba las canciones todo el rato, mi equipo… teníamos ocho canciones más o menos, y no nos decidíamos con cuál sacábamos antes. Nos planteábamos muchas cosas. Tenía miedo de que la canción que eligiese para sacar primero me encasille en un género, entonces en el 2020 pasé a cuestionarme muchas cosas, pero super bien rodeada. Agradezco mucho a las personas que me acompañaron durante ese proceso, porque de verdad fue algo muy hablado constantemente.
En la pandemia los artistas aprendieron a hacer de todo, desde producir hasta incursionar en otros géneros, ¿dónde te colocás vos?
Después de sacar mi primer EP intenté no fijarme en lo que había funcionado porque hubiese sido el camino más fácil. Creo que fue lindo porque añadí el concepto de escribir sola y eso me ayudó mucho. Eso es lo que más me identifica y por lo que más me puedo abrir. Por ejemplo, estos días que hemos estado en Miami y Bogotá, hemos tenido sesiones, pero luego en Miami un día sola por la mañana me puse a componer una canción y creo que es de mis favoritas. Así es como más me identifico, como más siento que puedo ser yo misma. En una zona de un poco de confort en la que creo que, a la hora de contar mi historia, será mucho más fácil. Pero bueno, sea balada o no, creo que la historia que cuento es donde más me siento cómoda. El contar algo y contar mi historia, mi verdad y mi experiencia es donde más me identifico, da igual el sonido que sea.
“Mil preguntas” fue una bisagra para vos, ¿esas mil preguntas, te abrieron otras mil preguntas?
Me costó muchísimo sacar esa canción porque era demasiado personal para mí. La semana anterior a presentarla me cuestioné muchísimo, me pregunté muchísimas cosas y hasta me planteé no sacarla. Era muy personal para mí… ver el recibimiento de la gente, ya sea por mi versión o por otras versiones. Al final, la historia es la misma para mí, entonces como que me ha contestado más preguntas que preguntarme otras. Me he dicho: ‘’oye, pues está bien, es tu historia, es tu experiencia’’. Más que preguntas me ha contestado muchas otras.
¿Cuán difícil es para una mujer elegir un género que no sea, por ejemplo, el urbano?
Creo que obviamente todos hemos probado a hacer ese tipo de música. Cuando empecé, probé una canción y de repente hice un trap. Hoy la escucho y digo: ‘’Marina, tú no eres eso’’. Pero bueno, creo que en la música todo es probar y en que poco a poco se escuche más este tipo de música que no es lo común. Ojalá en el Top 50 se escuchasen muchísimas más, pero al final la gente escucha lo que le gusta y esta es mi propuesta. Quien quiera escucharla, super bien, y quien prefiera algo más urbano tiene esa propuesta también. Creo que hay espacio para todo y que cada uno presente su propuesta de la manera que sea, con su verdad y con su voz, así es bienvenido. Yo super feliz que cada vez se dé más espacio a este género. Al final, una balada siempre está y
siempre ha estado.
La Trastienda es un lugar místico y mítico, ¿qué sabes de ella y que significa para vos haber llegado ahí?
Todavía no soy muy consciente, creo que mañana ya me daré cuenta viéndome en el escenario con la gente. Ustedes han vivido lo que es un lugar como la Trastienda y para mí es un honor poder estar ahí y que se haya llenado y que todas esas personas hayan hecho el esfuerzo de estar ahí para verme. Una persona que igual conocen desde hace poco o mucho, pero ahí están. Entonces, estoy súper feliz. Lo vivo mucho más en el presente y mañana seré una caja de emociones máxima.
¿La música es oro?
Es oro máximo, es algo que he vivido desde muy pequeñita. Mis padres siempre me han puesto todo tipo de música. He nacido y todos nacemos con música, es algo que siempre pienso. Hay canciones que llevo 20 años sin escuchar y me las sé “de pe a pa” todavía, pero es algo que te queda en la mente, en el cuerpo y en el corazón. Algo que no vas a olvidar nunca, algo que se queda dentro de ti para toda la vida
¿Cómo eras de pequeña?
Era un torbellino máximo, era la energía todo el tiempo. En cuanto a la música, tenía pánico escénico, no podía cantar delante de nadie. Entonces, también ha sido un proceso de superar miedos. Plantarme delante de la gente y compartirlo me ha costado mucho, pero hoy lo planteo y digo: ‘’Marina, ¿Cómo puede ser que tú no pudieras cantar delante de nadie?’’
Superar eso también ha sido un proceso muy lindo, más que nada porque estuve súper acompañada y mis amigos me dieron lugar a cantar con ellos. Así, poco a poco, te ibas familiarizando con el entorno.
¿Afecta mucho el tema de querer a alguien y que después se conviertan en dos extraños?
Creo que todos hemos vivido desamor, todos hemos vivido una ruptura. Y es un proceso muy doloroso, pero al final te enseña mucho. Hay una persona que ha pasado por tu vida para enseñarte cosas y luego cada uno sigue su camino. Entonces, me parece muy lindo hablar sobre ello, porque creo que es una realidad y algo que muchos vivimos. Todo pasa por algo.
¿Le tenés miedo al 13?
No. El 13 me recuerda a sitios y a personas. Le tengo mucho cariño y bueno, al final ha formado parte de mi proceso, tanto personal como creativo. Yo soy una persona muy literal. Si el 13 me marca, por algo es.
¿Y cuál es la claridad que hoy tenés?
La claridad que hoy tengo es que cuando voy a algún lugar a escribir, a presentarme, siempre lo hago de la manera más sincera posible. No me da miedo mostrarme vulnerable y lo más claro que tengo es intentar ser yo en todos los aspectos, camino con mi verdad.