El dúo se presenta esta noche por primera vez en el prestigioso escenario. “Nos encantaría hacer una colaboración o grabar una zamba con algún artista de música urbana”, dicen.
Es uno de los grupos que tienen más visualizaciones en las redes sociales. Llevan quince años juntos y están listos para un nuevo desafío: el Teatro Opera. “Esta fecha nos mantiene ansiosos y activos. Veníamos pensando todos los días en cómo será llegar a esta fecha”, dicen a Billboard Sergio Prada y Agustín Fantili, los integrantes de Campedrinos.
La llegada por primera vez al teatro de calle Corrientes los encuentra, afirman ambos, en una etapa muy linda en la que sacaron muchas canciones en redes sociales, crearon también su propia producción para compartir con colegas, mientras recorren distintos lugares del país con su música.
Campedrinos nació en el casting de Talento Argentino en 2009. Allí se conocieron estos jóvenes que, en ese entonces, la primera coincidencia fue que escuchaban y les gustaba el folklore. Además, tenían la misma edad y vivían relativamente cerca: Sergio en Campana y Agustín en San Pedro. Un día se juntaron a guitarrear y allí notaron que era posible un dúo que tenga como base el folklore argentino y que posicione un poco más la música de raíz. “Esa misma tarde dijimos de armar un grupo, salir a defender el camino de la música y nació el nombre, eso creo que nos dio más fuerza”, cuenta Agustín.
Hoy Campedrinos es uno de los grupos de folklore más escuchados en las plataformas musicales. Ya superó las 50 millones de visualizaciones en YouTube. Además, su balada “Pasión prohibida” fue elegida como cortina para la telenovela que lleva el mismo nombre y que se emite por Telefe.
La primera vez que escucharon su canción en la televisión, Sergio y Agustín lo festejaron como si fuera un gol: “Fue emotivo, no sólo porque esté nuestra voz en Telefe, sino también porque nace de un desamor. Las repercusiones de esa cortina fueron increíbles, hasta un grupo de fans de actores turcos nos escribieron. Además, la canción es linda y en nuestro caso, se metió en un público distinto. Estamos agradecidos con Telefe por haber aceptado ese tema”.
Ritmo, poesía y raíz
El repertorio de Campedrinos, según ellos mismos definen, tiene canciones para grandes amores, desamores, chacareras, zambas carperas y huaynos para bailar, música para toda la familia y para distintos momentos, letras actuales, con expresiones jóvenes con el objetivo de acercar a nuevas generaciones a nuestra música de raíz.
Para Campedrinos, no hay una sola forma de componer sus canciones. Cuentan que todas se fueron creando de diferentes maneras, pero siempre es entre los dos. “Por ejemplo, ‘Pasión prohibida’, el tema que hicimos para la telenovela nació durante un viaje a Córdoba mientras esperábamos para cargar nafta. Al final del audio se escucha, ‘dos mil de nafta’”, recuerdan entre risas.
Otra herramienta para componer, cuando no están juntos, es WhatsApp, las melodías y las letras van y vienen hasta que llegan a completar la canción. Así fue como llegaron a “No me sale”, la cumbia folk que grabaron junto a Sele Vera. “También nos gusta mucho juntarnos a guitarrear y así también nacen nuevos temas", comentan.
La familia y la escuela fueron los lugares en los que ambos músicos recibieron el amor por la música y por el folklore. Agustín recuerda que cada verano su familia veía los festivales folklóricos del verano y que la voz que más le atraía era la de Horacio Guarani. “Pero ese amor por el folklore después se termina contagiando la escuela. Ahí teníamos un profe de esos que te marcan, que apareció un día con la guitarra y tocaba “Chacarera del Cardenal” (de Jacinto Piedra y Horacio Banegas), otro día nos sacaba al patio a bailar murga, y así fui aprendiendo”.
Por su parte, Sergio Prada, cuenta que en la escuela estudiaba flauta dulce pero cuando se cambió a otra donde no tenía música en la currícula le pidió a su mamá que lo lleve a estudiar un instrumento. Así arrancó con la armónica. “El profe me enseñó tango, chamamé y música folklórica. Todas las canciones que me enseñaban eran del género. Cuando me dieron ganas de tocar otro instrumento, arranqué guitarra y aprendí a tocar zamba, chacarera, taquirari. Así conocí todos los géneros y todos los artistas. Y a partir de ahí es una música que me pone la piel de gallina, escucho una zamba, una chacarera y me levanto. Fue esa la raíz”.
Un género de todas las edades
Uno de los canales más fuertes de difusión de Campedrinos es, sin dudas, las redes sociales. “Desde que arrancamos siempre nos gustó desmitificar la idea de que el folklore era para los grandes y mostrar que era para todas las edades. Así como nos enamoramos nosotros del folklore, otros pibes también se pueden enamorar. Por ahí les faltaba solamente descubrirlo, escucharlo, interpretarlo. Y la herramienta siempre fue la red social”.
A partir de la difusión en sus redes sociales, Campedrinos cuentan que en los festivales se acercan personas mayores a contarles que los conocieron gracias a sus nietos o nietas, que siguen al grupo en las redes sociales. También recuerdan que en un festival en La Pampa invitaron a un niñito que estaba en el público a cantar una zamba. “Detrás de él vinieron como quince nenes, terminamos todos cantando en el escenario. Está buenísimo que algo que es un juguete para los pibes, como la tablet o el celu, nos encuentre y les llame la atención y que además, quieran vernos en el teatro o en un festival”.
Para ambos, el folklore es un género que está “súper vivo”. “Somos muchos artistas empujando y, lo vemos en Tik Tok o Instagram, que se hacen muy virales. Lo vemos en muchos festivales en todo el país, en el interior, acá en Buenos Aires. Tenemos la oportunidad de salir de gira por toda la Argentina y vemos los jóvenes que van a los festivales”, dicen. “Vemos que los artistas del género urbano, por decir un género, también desean estar en esos festivales que son de folklore. Obviamente por ahí en los géneros de un top 50 Argentina, no aparece todavía el folklore, pero sí sentimos que puede suceder si seguimos uniendo fuerzas”, agregan.
En ese sentido, tanto Agustín como Sergio reconocen que les gustaría hacer otros cruces con otros géneros. “Nos encantaría hacer una colaboración o zamba con algún artista de música urbana. Creemos que en principio la música se trata de compartir, porque la música es una sola, pero también creemos que el folklore tiene que tomar un vuelo diferente. Los cruces con otros géneros abren puertas a muchos artistas”, dicen los músicos cuyos referentes musicales van desde Daniel Toro a Morat, pasando por Horacio Guarany, Milo J, Argentino Luna, Luis Miguel, Luciano Pereyra, entre otros.
Cual si fuera un freno entre las giras, Campedrinos planteó el proyecto "Parador", es un feat con diversos artistas de un tema propio. Hasta ahora ya presentaron tres: el primero “Cenizas” con la uruguaya Catherine Vergnes, el segundo “Te vi” con Camilú, y el tercero y último, que salió en septiembre, “No me sale” con Sele Vera, una cumbia folk de desamor que fue creada junto a la cantante luego de haberse encontrado en un festival. “El Parador es como nuestra estancia, nuestro lugar donde los artistas que están de gira, frenan, cantan con nosotros y siguen su camino”, señalaron.
Románticos festivaleros es el nombre del espectáculo que presentan el Teatro Opera. Allí recorrerán su repertorio compuesto de temas como “Bailarina Carpera”, “Dueña de mi Alma”, “Sólo por verte bailar”, “La revancha”, canciones que están en su repertorio y recorren el país. “Nos gusta darle diferentes condimentos a los espectáculos y el teatro se presta para eso. Es un desafío muy lindo porque la idea es que no solamente nos escuchen cantar, sino que sea una experiencia. Tendremos cambios de escenografía y muchos invitados que van a pasar por el escenario. Sabemos lo que significa el Opera y es algo muy importante para nuestra carrera”, finalizaron.
Campedrinos se presenta el viernes 25 de octubre a las 20 en el Teatro Opera, Av. Corrientes 860.