La música mexicana se encuentra en un momento de resurgimiento, y en el epicentro de esta revitalización se encuentra Alejandro Fernández, quien, con su reciente lanzamiento "No Me Sé Rajar", rinde homenaje a su legado familiar y a la rica tradición musical del país. Esta nueva versión de la canción, originalmente inmortalizada por su padre, Vicente Fernández, resuena no solo como un tributo a la memoria del “Charro de Huentitán”, sino también como una celebración de las raíces y la identidad mexicana que, como él mismo dice, fluyen en su sangre.

Ek artista describe su conexión con esta tradición: “Nací con dos bendiciones: la de ser mexicano y pertenecer a la familia Fernández. Estos dos elementos hacen que en mi sangre corra con fuerza la mágica tradición que representa la música de nuestro país” (Fernández, 2024). Esta afirmación resalta su deseo de ofrecer al público no solo su talento, sino también una representación del sentir colectivo de generaciones enteras que han encontrado en la música una forma de expresión vital.

El nuevo arreglo de "No Me Sé Rajar", producido por Eden Muñoz, incorpora un toque fresco que combina la esencia del mariachi con elementos contemporáneos, permitiendo que la canción resuene con audiencias de diferentes edades. Este enfoque ha permitido que la música ranchera mantenga su relevancia en la industria actual, donde la modernidad a menudo amenaza con eclipsar las tradiciones.

Un show inolvidable en México

El 25 de octubre de 2024,  Fernández hizo historia al convertirse en el primer artista en agotar cuatro fechas en la emblemática Plaza de Toros La México, un recinto que simboliza el corazón del espectáculo en México. Con más de 160,000 entradas vendidas, este logro no solo resalta su popularidad, sino que también refleja la conexión emocional que tiene con su público y la tradición que representa. La gira "De Rey a Rey", que celebra el legado de su padre, se ha confirmado como un evento trascendental, con más de 30 fechas programadas en México y Estados Unidos.

La Plaza de Toros La México, considerada la más grande del mundo, fue testigo de momentos icónicos en la historia de la música mexicana. Fue el mismo escenario donde Vicente Fernández ofreció un concierto memorable el 15 de septiembre de 1984, un evento que marcó un hito en su carrera y solidificó su estatus como leyenda. Ahora, su hijo ha seguido sus pasos, convirtiéndose en el artista con más entradas vendidas en este prestigioso lugar, lo que no solo honra a su padre, sino que también subraya la relevancia perdurable del género ranchero.

Durante estas históricas presentaciones, el repertorio de Alejandro incluyó clásicos que definieron su carrera, tales como “Mi ranchito”, “Por tu maldito amor/Qué te vaya bonito” y “Volver, volver”, entre muchos otros. La respuesta del público fue abrumadora, con más de 50,000 asistentes coreando cada nota, lo que convirtió cada actuación en una celebración vibrante de la cultura mexicana. “Es una noche que quedará marcada en la memoria de todos los presentes”, aseguró uno de los asistentes, destacando la atmósfera que se vivió.