
Desde la tarde del viernes 18 de abril, la ciudad de Baradero comenzó a respirar un clima distinto. El olor a asado invadía las calles, la música salía desde las casas y patios vecinos, y en cada esquina se podían ver remeras y banderas de bandas nacionales intervenidas con consignas rockeras. El Anfiteatro Municipal se preparaba para ser escenario de una nueva edición de su clásico festival, que este año propuso una grilla donde convivieron el rock, el pop, el indie y el soul. Guasones, No Te Va Gustar y Las Pastillas del Abuelo encabezaron una programación de dos jornadas que juntó a referentes de la cultura, dando lugar a un repaso por lo más representativo de la escena actual.
Una vez más, amigos, familias y vecinos de todos los rincones del país se dieron cita en esa República del Rock al borde del río, para brindar, abrazarse y cantar. Y Billboard Argentina estuvo allí para contarlo.
La tarde aún daba sus últimos respiros cuando Conociendo Rusia subió al escenario John Foos. Con un repertorio de más de 20 canciones, la banda liderada por Mateo Sujatovich y su Gibson Flying V, dejó claro que su vuelo está lejos de aterrizar. La presentación comenzó con la propia canción que da nombre al disco, “Jet Love”, seguida por dos éxitos de su nuevo material: “Canciones” y “Te lo voy a decir”. A medida que el show avanzaba, el final comenzó a tomar forma con "Cabildo y Juramento", una de los temas más pedidos de su repertorio, el cual marcó el principio de la despedida. En los últimos momentos, "Quiero que me llames" se encargó de devolver la euforia al público, cuando el frontman le pidió a la audiencia que se agachara para cantar susurrando, antes de liberar toda la energía en un pogo que culminó el espectáculo.
Y aunque esta vez no contaron con artistas invitados, la sorpresa no faltó: la banda aprovechó la ocasión para anunciar su próximo show en el Movistar Arena de Villa Crespo, previsto para el 25 de octubre.
La jornada también reservó un espacio especial para el homenaje, y fue Beats Modernos quien tomó la posta para rendir tributo a la obra de Charly García. El proyecto, capitaneado por Zorrito Von Quintiero en teclados y voz, junto a Rosario Ortega y Fernando Samalea, desplegó un repertorio que recorrió distintos pasajes de la carrera del genio del bigote bicolor. Con temas como “Buscando un símbolo de paz”, “Extasis” y “No voy en tren", el grupo, acompañado por Joaquín Burgos, Lu Torfano, Dizzy Espeche, Michelle Bliman y Andrés Rot, ofreció un show cargado de respeto.
Sin lugar a duda, uno de los momentos más esperados del festival fue el regreso de Guasones, quienes celebraron sus 30 años de trayectoria. La banda de Facundo Cruz Soto no necesitó más que sus guitarras para demostrar por qué sigue siendo un pilar fundamental del rock nacional. Con un setlist que recorrió lo mejor de sus nueve discos de estudio, la banda brindó una actuación cargada de emoción. Cada tema fue una invitación a recordar los momentos de los principios de los noventa y el público no se hizo rogar: saltaron, cantaron y, sobre todo, vivieron el rock en su máxima expresión. "Tan Distintos", "Reyes de la noche" y "Espejo Roto" fueron algunos de los temas que marcaron el primer día del festival.
La velada continuó con No Te Va Gustar, quienes tamvien celebraron sus 30 años de carrera. Hits como “No te quiero acá”, “Cero a la izquierda” y “Al vacío” trajeron consigo la fuerza de una banda que ha logrado mantenerse vigente en el corazón del público año tras año. Y, al igual que Conociendo Rusia, la banda aprovechó la ocasión para anunciar su próximo gran show: el 8 de noviembre despedirán el año en el Estadio UNO de La Plata.
Para poner fin a la primera jornada, el cierre no pudo haber sido más acertado. A lo largo de más de tres décadas, Los Auténticos Decadentes fueron sinónimo de celebración popular, la garantía de baile, canto y alegría que marca la diferencia en el rock argentino. En la primera jornada, no fue la excepción. La banda se adueñó del escenario Quilmes para finalizar la noche del viernes. Sin sorpresas ni extravagantes decorados, demostraron que lo suyo es puro oficio y carisma. Desde “Los Piratas” hasta “Loco (Por tu forma de ser)”, el público se entregó a la fiesta, que siguió con éxitos como “Como me voy a olvidar”, “Pendeviejo” y el ya clásico “Corazón”.
Se picó el pogo: rock, baile y fiesta popular
Kapanga volvió a divertirse arriba del escenario: se rió de todo, contagió alegría y pateó cualquier solemnidad que asome en el ambiente. Con una década de asistencia perfecta al festival, recibieron una enorme llave como reconocimiento. El Mono Fabio, fiel a su estilo de humor ácido y entrañable, preguntó entre risas si con ella “podía pasar al baño de cualquier casa cerca del predio”. El reconocimiento llegó minutos antes de desatar el primer gran pogo de la jornada con su hit: “El mono relojero”. Y así, con “Fumar” y “Roban y nadie grita” abrieron una catarata de hits.

Cuando el sol bajó, Nafta tomó la posta y la República del Rock se tiñó de soul porteño. La agrupación liderada por Magamo demostró por qué es una de las propuestas más elegantes y consistentes de la escena actual. Con una formación tan numerosa como talentosa, repasaron “Vos no”, “A salvo” y “Hasta que te vas”, y se dieron el lujo de incluir los infaltables “Quiero verte” y “Andate”. Una banda que, tras su desembarco en España en 2024 y dos Movistar Arena completos, dejó claro que su soul encontró, finalmente, un público fiel en Argentina.
A la misma hora, pero en otro plano sensorial, Marttein hizo de las suyas. El personaje/alter ego de Martín Olveira presentó su disco homónimo, un trabajo que se mueve entre la distopía y el existencialismo pop. Un antihéroe millennial que cuestiona todo y, paradójicamente, se convierte en ídolo de una generación que a veces no sabe a quién seguir.
Entre sampleos de “La Macarena”, psicodelia y confesiones disfrazadas de monólogo teatral, Marttein construyó una ceremonia para pocos y para todos. La duda queda flotando: ¿es el artista o su sombra quien maneja el juego? Tal vez ahí radique su encanto.

Ya entrada la noche, El Kuelgue subió al escenario para desplegar su mezcla de ironía y groove. Abrieron con “Peluquita" y, desde ese momento, el carisma de Julián Kartún se adueñó del público. Fue uno de los shows más sólidos y celebrados de la jornada, antes de que Damas Gratis irrumpiera para dejar en claro que la cumbia también es rock cuando se toca desde el corazón popular. Pablito Lescano, con más de 20 años de carrera, se encargó de hacer vibrar a esa Buenos Aires suburbana que sabe bailar y llorar a un mismo ritmo. Clásicos como “Me vas a extrañar” y “No te creas tan importante” comenzaron a anticipar el cierre de una noche que aún guardaba sorpresas.

La Delio Valdez tomó la posta para convertir el predio en una pista de baile: camisetas de Los Redondos, Metallica y los Stones se mezclaron en un abrazo cumbiero. Temas como “La cancioncita", “Corazón Cumbiambero" e “Inocente” mantuvieron la fiesta en alto hasta que Bersuit Vergarabat, banda festivalera, asumió el cierre. Con una recolección de hits que cruzan décadas, los de Avellaneda invitaron a la nostalgia, al descontrol colectivo y al mensaje político. Para el final, Piti Fernández de Las Pastillas del Abuelo se sumó a cantar “La bolsa", en un broche emotivo para los 10 años de un Rock en Baradero que volvió a celebrar su espíritu diverso y popular.