Pasadas las 21:30 horas, WOS subió al escenario del Cilindro para cantar “Nuevas Coordenadas”, el tema que da el puntapié inicial a su nuevo disco y así, setear el clima de la noche con una energía insuperable.

Con un show de vanguardia, Valentín se presentó en vivo con su banda integrada por Natasha Iurcovich en bajo, Fran Azorai en teclados, Facundo Yalve (EVLAY) e Ivanna Rud en guitarras y Tomas Sainz en batería. En este show fueron acompañados por Marino “Tiki” Cantero en percusión; y los vientos Franco Espíndola, Lucas Gire y Ezequías Aquino.

La puesta del show tiene ver con el concepto del disco: lo descartable, desechable, y encontrar la luz en lo que realmente importa. El escenario abarcó la totalidad del ancho del estadio, y estuvo inspirado en la estética del brutalismo, como una fábrica que cobraba vida en cada situación del espectáculo. Por momentos recordaba a la alegoría de la caverna de Platón, con luces y sombras que reflejaban más que lo que dejaban conocer.

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Sobre el escenario, el espacio habitado por la banda no contaba con muchos elementos, la atención estaba puesta en una enorme pantalla donde se veía mayormente un circuito cerrado de la interacción de WOS con las cámaras y su público, dándole un tinte completamente cinematográfico, profundizando el concepto que nació en los shows de despedida de su disco anterior, pero llevándolo a un nivel superior.

Tal como el disco, el show contó con invitados especiales: Ca7riel fue el primero en acompañar a WOS en su primer show del año, subiéndose para cantar juntos el ya clásico “Niño Gordo Flaco”. Pasadas las 22:30 horas, tomó el escenario Dillom para interpretar “Cabezas Cromadas”, aportando su sonido moderno y alternativo que toma las premisas de un nuevo punk-rock.

Por último, casi al final de la noche, se dio un instante único de inmensa intimidad dentro de este contexto tan masivo, cuando WOS sorprendió a su público con la presencia de la consagrada artista mexicana Natalia Lafourcade, con quien cantó en vivo por primera vez “La Niebla”, balada que forma parte de Descartable, en la que funden sus inconfundibles y sutiles voces repletas de sensibilidad.

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Si bien no estuvo en persona, el aura del Indio Solari invadió nuevamente -luego de 25 años- el estadio Presidente Perón cuando sonó la colaboración “Quemarás”. Un escenario a oscuras, su imagen en la pantalla, y decenas de banderas en el campo coronaron un momento ricotero por excelencia, uniendo generaciones que se rindieron ante el joven artista que lo hizo posible.

Este show histórico fue la presentación oficial de su tercer álbum de estudio, el cual lanzó el pasado 21 de marzo y tuvo gran recibimiento por parte de fanáticos. Se trata de una fusión de sonidos que logran un audio imponente profundizando su viaje por un rock alternativo que se entrelaza con géneros como el folklore, el pop sintético de los 80s, subrayando su crossover generacional.