Pink Floyd enamoró a generaciones a través de su música y sus impactantes puestas en escena. A partir del 10 de septiembre de 2024, Buenos Aires se conviertió en el séptimo destino mundial en albergar The Pink Floyd Exhibition: Their Mortal Remains, una retrospectiva que explora la historia de la banda, su música y su influencia en la cultura y el arte contemporáneo. Esta exposición recorrió ciudades como Londres, Roma y Los Ángeles y se instala en el Pabellón Frers de La Rural.

Desde su debut en el Victoria and Albert Museum de Londres en 2017, que recibió más de 400,000 visitantes, la exposición llamó la atención por su capacidad de combinar tecnología avanzada con una curaduría meticulosa. Producida por Michael Cohl de S2BN Entertainment, en colaboración con DG Experience, esta muestra destaca más de 350 artefactos que abarcan más de cinco décadas de historia musical. Entre estos se encuentran letras manuscritas, instrumentos, obras de arte originales y accesorios de escenario, muchos de los cuales son inéditos y han sido cuidadosamente seleccionados de colecciones privadas y archivos históricos.

El curador Aubrey ‘Po’ Powell, miembro de Pink Floyd, junto con Nick Mason, trabajaron de la mano en esta exposición que no solo celebra la música, sino también el contexto social y político que ha influido en su creación. "La historia de Pink Floyd no solo es la historia de una banda, es un reflejo de los tiempos que han vivido y de cómo su música ha resonado en la cultura popular", menciona Powell en una entrevista.

Un recorrido inmersivo

Desde el momento en que los visitantes cruzan la entrada, se ven inmersos en un viaje que comienza en 1967, en la vibrante escena underground del Londres de los años 60. Elementos visuales como proyecciones de aceite y luz, junto a equipos históricos del diseñador de iluminación Peter Wynne Willson, permiten a los asistentes experimentar el ambiente que rodeaba a los primeros días de Pink Floyd.

La exposición se organiza cronológicamente, guiando a los visitantes a través de álbumes emblemáticos como The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, y The Wall. En cada etapa, la música de la banda se entrelaza con narrativas personales de sus miembros, proporcionando una experiencia audiovisual que da vida a su legado.

Uno de los aspectos más destacados de la exposición es la celebración de la innovación artística. La famosa portada de The Dark Side of the Moon, diseñada por Hipgnosis, y una pintura original de Syd Barrett, son solo algunas de las joyas exhibidas. Además, se presentan dispositivos como el Azimuth Co-Ordinator, que revolucionó la forma en que Pink Floyd manipulaba el sonido en vivo. Según Mason, “el Azimuth era crucial para crear la experiencia espacial de nuestros conciertos, permitiéndonos llevar la música a un nuevo nivel de inmersión”.

La influencia del grupo va más allá de la música; también tuvo un granimpacto en la estética visual y el diseño de escenarios. Esta exposición presenta no solo su evolución como banda, sino también cómo su música ha estado en diálogo con eventos históricos y movimientos culturales. El uso de imágenes icónicas, como la estación de energía Battersea en la portada de Animals, conecta la música con el contexto social de su época, permitiendo a los visitantes reflexionar sobre la relevancia continua de su mensaje.

Las entradas están disponibles en los sitios oficiales de la exposición y La Rural, asegurando que todos puedan participar de esta experiencia única.