El Luna Park, ese templo indomable de la música en Buenos Aires, ha sido testigo en los últimos meses de unos de los ciclos de shows más notables en la historia de la música argentina. Un fenómeno que, en su aparente repetición, no hace más que intensificar su impacto. Como aquellas residencias que deslumbran en Las Vegas, donde la magia nunca se desgasta, sino que se amplifica con cada función, Luciano Pereyra y Abel Pintos lograron lo impensable: transformar este escenario en una extensión de sí mismos, en un refugio donde el folklore se renueva y se reinventa noche tras noche.

Con 34 funciones agotadas y más de 220.000 entradas vendidas, esta serie de conciertos es una celebración, un homenaje a un género que sigue vivo, palpitante, dispuesto a seguir renovándose. Y ahora, en la recta final de este acontecimiento histórico, con nueve shows por delante (hasta el 29 de diciembre), el momento no podría ser más apropiado para el ingreso de una invitada que no solo es parte de la historia de este dúo, sino del folklore nacional en su conjunto: Soledad Pastorutti.

La idea de esta colaboración conjunta entre Luciano y Abel, que comenzó a gestarse meses atrás, no solo responde a una química musical innegable, sino también a un profundo respeto mutuo. A pesar de que ambos tienen carreras consolidadas y estilos claramente definidos, decidieron mezclar sus voces y repertorios en una serie de conciertos que, bajo el nombre de "Es ahora", se transformaron en una de las propuestas más refrescantes del folklore actual. La elección del escenario 360° - un formato innovador y raramente utilizado en el folklore - añadió una dimensión única al espectáculo, brindando al público una experiencia inmersiva que acercó aún más a los artistas con los asistentes.

Luciano, Abel y Soledad: juntos una vez más

Y en este ambiente de amistad y renovación, el momento más emotivo de la noche llegó con la aparición especial de Soledad. “La Sole”, no solo como invitada, sino como parte de la historia misma de este ciclo, se unió a Luciano y Abel para interpretar "Voy a Brindar", su reciente sencillo. Este encuentro no solo fue la primera interpretación en vivo de la canción, sino un símbolo palpable de la admiración y la unión que existe entre estos tres referentes del folklore argentino.

El show tocó una de sus notas más altas cuando Luciano, visiblemente emocionado, expresó su cariño hacia Abel y Soledad, palabras que no pudo completar debido a sus lágrimas. Fue entonces cuando la compositora, con su habitual gesto de compañerismo, se acercó para abrazar a ambos, sellando un momento de fraternidad que conmovió a los miles de fanáticos presentes, quienes aplaudieron con fervor.

El cierre del concierto, no podía ser más apropiado. La interpretación conjunta de "Zamba para olvidar” puso el broche de oro a una noche cargada de emociones. La unión de las voces de Luciano, Abel y Soledad creó una conexión total con el público, que respondió cantando con ellos una canción que ya es un clásico.

El recital fue un recordatorio de que el folklore, lejos de ser un género que se pierde en el tiempo, sigue evolucionando con cada presentación, dejando claro que la música popular argentina tiene un gran horizonte por delante.