En una ceremonia cargada de expectativas y anuncios estratégicos, la Comisión Organizadora del LXIV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar reveló los detalles de la próxima edición del evento. Presidida por la alcaldesa Macarena Ripamonti Serrano y con la participación activa de figuras clave tanto del ámbito municipal como de la industria del entretenimiento, la reunión ha marcado un hito en la planificación del festival más importante de Chile.

Una de las revelaciones más significativas fue la confirmación de las fechas del evento, programado para llevarse a cabo del 23 al 28 de febrero de 2025. Precediendo este período, la Gala Inaugural se celebrará el 21 de febrero, marcando el inicio de una semana llena de música, espectáculo y competencia internacional.

Este calendario no solo consolida la posición del Festival de Viña del Mar como un imán cultural a nivel global, sino que también promete impulsar significativamente la economía local. Según la alcaldesa Ripamonti, la planificación estratégica del evento está diseñada para maximizar el impacto económico, generando empleo y dinamizando el turismo durante el vibrante verano viñamarino.

En cuanto a las competencias, se han introducido modificaciones en las bases del concurso. Una de las más destacadas es la limitación de la antigüedad de las canciones participantes a cinco años desde su inscripción en los registros correspondientes. Esta medida no solo busca revitalizar la frescura y relevancia del repertorio musical presentado, sino que también asegura que el festival continúe siendo un epicentro de talento contemporáneo a nivel internacional.

La apertura oficial de las postulaciones está programada para el 15 de julio de 2024, ofreciendo a artistas de todo el mundo la oportunidad de competir y destacarse en un escenario de renombre mundial.

Con cada detalle meticulosamente planificado, desde la selección del repertorio hasta la organización logística y la promoción global, el LXIV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar se prepara para elevar aún más sus estándares. A medida que se acerca la fecha, se espera que el festival no solo entretenga a millones de espectadores en vivo y a través de medios de comunicación, sino que también revitalice el espíritu cultural y económico de Viña del Mar, consolidándolo como un evento emblemático en el panorama musical internacional.