La banda de Quilmes estrena un álbum que fusiona géneros y emociones, llevando a los oyentes a una experiencia sonora ecléctica.
En cada rincón de la provincia, la música fluye sin descanso. Al sureste del Gran Buenos Aires, emerge Encanto Moderno, un disco que fusiona diversos géneros e ideas en ocho impactantes y eclécticos tracks, añadiéndose a la prolífica discografía de Bajo el Bunker y dejando su huella en la escena local.
Este nuevo trabajo de la banda de Quilmes experimenta con sonidos que se nutren del rock alternativo, el rap, el funk, el pop y el metal, amalgamando influencias diversas en un único lenguaje sonoro. El álbum se erige como el resultado de la alquimia entre las variadas inspiraciones de la banda.
Tras cuatro años desde el lanzamiento oficial de su último EP, no solo demostraron estar en constante actividad, sino también una evolución musical palpable, evidenciada en algunos sencillos previos. En este proceso surge su último lanzamiento, una odisea sonora con líneas de bajo destacadas y letras que invitan a la repetición.
Grabado en Deja Vu Estudios bajo la producción de Cory Schettini, este nuevo proyecto es un viaje emocional, sensorial y atemporal. Sus letras y mensajes transitan entre lo profundo y lo trivial, capturando la esencia de "todo aquello que ronda en la mente de un veinteañero impredecible", como describen sus autores.
“La intención también es sacar lo absurdo, la ira, la diversión, el amor y el desamor del oyente. En el disco, la ambigüedad es constante y la energía varía entre tema y tema. Se escucha en media hora, ideal para abrirte una botella de whisky, bajarte la mitad y romper alguna lámpara”, concluye la banda sobre su nuevo LP, que cuenta con la doble participación de Cory Schettini en producción y mezcla, Sebastián Perkal en masterización y Gonzalo Solari como invitado estelar.
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