El festival creado por Coque, celebró su cuarta edición como un espacio que combina arte, amistad y actividades al aire libre en un entorno creativo.
La Doit Fest, un evento íntimo y exclusivo para artistas emergentes, celebró el 23 de noviembre su cuarta edición en Tigre, consolidándose como un espacio único para conectar y colaborar en comunidad. Creado por Coque, artista musical que encontró inspiración en su pasión y en el legado de su abuelo, dueño del mítico Stud Free Pub en los años 80, este festival creció desde sus orígenes en plena pandemia hasta convertirse en un referente de la escena musical independiente.
Lo que comenzó en 2020 como las “DO IT SESSIONS”, reuniones que surgieron como refugio creativo en un contexto desafiante, evolucionó rápidamente. En 2021 se transformó en el “Do It-Shiri Fest” con un line-up de 10 artistas, y para 2023 la propuesta ya contaba con 20 talentos en escena, nuevas dinámicas y una producción audiovisual de alta calidad. La edición de este año se destacó por su espíritu colaborativo: un sorteo definió el orden del line-up, donde cada participante presentó dos canciones, acompañado por una banda ensamble creada especialmente para la ocasión y dirigida por Agustín Verdes Lago.
El festival no se limita a las presentaciones en vivo. En un entorno al aire libre, ofrece experiencias como juegos creativos, escritura colaborativa y dinámicas de equipo que fomentan la interacción y el aprendizaje entre los músicos. Además, la jornada incluyó traslados desde puntos clave de Buenos Aires, convirtiendo el evento en una experiencia completa que combinó música, naturaleza y comunidad.
La Doit Fest cerró con una jam improvisada que reunió a todos los artistas en el escenario, un momento que reflejó su esencia de unión y creatividad colectiva. "El final donde todo puede pasar me encantó", destacó Alejo Kia, participante en ediciones anteriores y espectador este año. Delfina Sanda, una de las artistas de 2024, resumió el impacto del festival: "Fue inspirador encontrar colegas con quienes tengo tanto en común".
Con esfuerzo y pasión, Coque logró convertir al festival en un punto de encuentro para los músicos emergentes, continuando un legado familiar mientras construye el suyo propio. Este festival no solo celebra la música, sino también la colaboración y la creación colectiva, posicionándose como una plataforma clave para el desarrollo artístico.