Del arte al sonido: 7 historias detrás de portadas de discos

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Desde los primeros días del vinilo hasta la era digital, cada portada cuenta un relato propio.

Con la llegada de la digitalización, a menudo, subestimamos el poder que una portada de un disco puede llegar a tener. El arte en las tapas pasó a segundo plano. Sin embargo, en tiempos pasados, la imagen de una obra no solo era un accesorio, sino el primer saludo visual que capturaba el sonido que contenía. Era una especie de herramienta para seducir a los oyentes y despertar su curiosidad.

El pionero en comprender este poder fue Alex Steinweiss, el creador de la carátula de vinilo. En un tiempo en el que los discos eran envueltos en fundas de papel blanco, el visionario revolucionó la industria al introducir portadas artísticamente diseñadas que embellecían el producto y también ofrecían pistas visuales sobre lo que se estaba por escuchar. Mediante ilustraciones como un piano para álbumes de jazz o hawaianos sonrientes para música ligera, ayudaba al público a identificar y conectar con la obra incluso antes de reproducirla.

“Quería que la gente mirara la obra artística y escuchara la música” - Alex Steinweiss

A pesar de que la música migró hacia las plataformas de streaming, donde las listas de reproducción y los archivos de audio dominan el panorama, las tapas siguen siendo una forma de expresión. Estas imágenes no perdieron su relevancia ni su capacidad de impactar; al contrario, continúan siendo un elemento esencial que complementa y enriquece la experiencia del oyente. Detrás de cada cover hay un equipo de creativos, que incluye diseñadores gráficos, fotógrafos, directores de arte y, por supuesto, los propios artistas, todos colaborando con un objetivo común: reflejar la esencia del cuerpo sonoro de manera visual.

Esta tarea no es sencilla, ya que cada portada debe resumir y transmitir la atmósfera, el mensaje y la identidad del proyecto en una sola imagen, convirtiéndose así en una ventana hacia el universo musical que aguarda en su interior. Este proceso colaborativo demuestra que, incluso en la era digital, el arte en los discos sigue siendo una parte vital y poderosa del ámbito musical, capaz de atraer, emocionar y contar historias tan vívidas como las propias canciones.

Bocanada - Gustavo Cerati

La portada de Bocanada (1999), el segundo álbum solista de Gustavo Cerati, es una obra de arte visual que encapsula la esencia del disco y su atmósfera. El proceso de creación fue un ejercicio de creatividad, improvisación y atención al detalle. El artista quería que cada aspecto de la producción del disco reflejara la esencia de su música, incluyendo el arte de la portada. Para ello, convocó a Alejandro Ros y Gaby Herbstein, quienes ya habían trabajado con él en proyectos anteriores. El plan de acción para la sesión de fotos no estaba completamente definido, lo que permitió una gran libertad creativa y la posibilidad de improvisar durante el photoshoot.

La sesión duró unas seis horas, tiempo en el cual Cerati no dejó de fumar. Este humo, inicialmente visto como un obstáculo por Herbstein, se convirtió en un elemento central de la imagen. La dificultad de hacer foco con tanto humo llevó a que el cantante sugiriera: "¿y si el humo está en foco?", una idea que resonó tanto que terminó siendo el título de una de las canciones del álbum. A lo largo de la sesión, buscaron inspiración en revistas de moda y experimentaron con diferentes ideas, como pintar la cara de Gustavo de negro o usar un diamante rojo como accesorio, hasta que dieron con la imagen final, que capturó la esencia nocturna y elegante que caracterizaba al disco.

Foto: Gaby Herbstein

(What’s the Story) Morning Glory? - Oasis

La creación de la tapa de (What’s the Story) Morning Glory? de Oasis comenzó con una coincidencia que unió al fotógrafo Brian Cannon y a Noel Gallagher. Cannon, quien en ese momento no era tan conocido, se cruzó con Noel en un ascensor en Manchester. Noel, intrigado por las zapatillas Adidas que el artista llevaba, le preguntó dónde las había conseguido y, tras descubrir que él era diseñador de portadas de discos, le ofreció colaborar en el próximo álbum del grupo.

El concepto detrás de la portada surgió de una conversación entre Noel y Cannon, donde Gallagher mencionó un dicho que inspiró la idea de que las respuestas solo generan más preguntas. Para plasmar esta idea, decidieron fotografiar a dos hombres cruzándose en una calle sin que el espectador sepa quiénes son o qué se dicen. Originalmente, los protagonistas iban a ser Liam y Noel, pero una de sus frecuentes peleas los llevó a abandonar la idea. En lugar de ellos, Cannon y el DJ Sean Rowley terminaron siendo los personajes principales. La fotografía se tomó a las 5 AM en Berwick Street, en el barrio Soho de Londres, y, sorprendentemente, la imagen perfecta se logró en el primer disparo.

Is this it - The Strokes

La fotografía de Is This It (2001) de The Strokes, capturada por el fotógrafo Colin Lane, es considerada como una de las imágenes más icónicas en la historia del rock. La obra, que muestra una mano enguantada sobre una cadera desnuda, fue celebrada en múltiples rankings como una de las mejores carátulas de todos los tiempos. No obstante, en Estados Unidos la imagen generó controversia, siendo censurada y sustituida por una portada más conservadora. Pese a ello, la foto original se mantuvo como un emblema del espíritu provocador que caracterizó a la banda en sus primeros años.

Lane conoció a The Strokes en enero de 2001, cuando aún eran relativamente desconocidos, y aunque inicialmente su entusiasmo radicaba en la paga que recibiría, su conexión con la banda durante una segunda sesión de fotos resultó en la elección de la icónica portada. Los miembros de la banda, presionados por su director de arte para seleccionar la imagen que representaría su álbum debut, encontraron en la cartera del artista la famosa fotografía, tomada de manera espontánea en su propio hogar. La elección de la imagen marcó el inicio de una relación profesional, y aunque nunca fue el fotógrafo oficial de la banda, su trabajo con ellos le abrió las puertas para colaborar con otros grandes nombres de la música, como Kings of Leon y Ryan Adams.

Foto: Colin Lane

Clics Modernos - Charly García

La portada de Clics Modernos de Charly García, lanzada en 1983, captura un momento crucial en la carrera del artista y en la historia del rock argentino. La imagen fue tomada por el fotógrafo argentino Uberto Sagramoso en Nueva York, y muestra un grafiti con la silueta negra de un hombre y la frase "MODERN CLIX". Aunque inicialmente el álbum iba a llamarse "Nuevos trapos", el cambio a "Clics Modernos" reflejó la influencia de la cultura new wave y el contexto urbano de la ciudad. La fotografía se realizó en la esquina de Walker Street y Cortlandt Alley, un lugar emblemático que aportó un aire moderno y provocador al diseño.

El disco marcó una transformación en la carrera de García, quien había viajado a Estados Unidos para experimentar nuevas sonoridades y técnicas de grabación. Con la incorporación de sintetizadores y samplers, el disco representó una evolución en su música, reflejando tanto su búsqueda de innovación como el ambiente vibrante de la ciudad.

Foto: Uberto Sagramoso

Wish You Were Here - Pink Floyd

La imagen de Wish You Were Here (1975) de Pink Floyd, una de las más emblemáticas de la banda, fue ideada por Storm Thorgerson, quien ya había trabajado con ellos en proyectos anteriores. Elartista, inspirado por el concepto del álbum y las letras de canciones como "Welcome to the Machine" y "Have a Cigar," se centró en la idea de una "presencia insatisfecha". Para representar esta sensación de vacío y conformismo social, propuso un apretón de manos como símbolo de gestos vacíos y automáticos. Su enfoque se profundizó al considerar el término "quemarse", común en la industria musical para describir la explotación de los artistas, lo que llevó a la creación de la icónica imagen de dos hombres, uno de ellos en llamas, dándose la mano.

Para dar vida a esta visión, Thorgerson contrató a los actores Ronnie Rondell y Danny Rogers. Rondell, usando un traje ignífugo, fue el hombre en llamas. Durante la sesión, realizada en los estudios de Warner Bros. en Burbank, California, el viento cambió inesperadamente, causando que las llamas alcanzaran el rostro de Rondell, chamuscándole el bigote. Afortunadamente, no sufrió heridas graves, y la imagen final fue capturada exitosamente tras intercambiar posiciones con su compañero.

Abbey Road - The Beatles

La historia detrás de la portada de Abbey Road de los Beatles es un ejemplo de cómo una idea simple puede convertirse en un símbolo inmortal de la cultura pop. La imagen, que muestra a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr cruzando un paso de cebra en la calle Abbey Road, fue concebida por McCartney, quien hizo unos bosquejos iniciales para representar su visión. La tarea de capturar esta imagen recayó en el fotógrafo Iain Macmillan, un amigo de Lennon y Yoko Ono. El artista tuvo solo 10 minutos para realizar la sesión, en la que los Fab Four cruzaron la calle varias veces mientras él, subido a una escalera, tomaba seis fotos con su cámara Hasselblad.

El resultado fue una serie de imágenes que inmortalizarían a la banda en una de sus últimas colaboraciones antes de su separación. Aunque todos los miembros de la banda vestían trajes para la ocasión, McCartney optó por caminar descalzo en la mayoría de las tomas, un detalle que añadiría un aire de misticismo y especulación en torno a la portada.

Finalmente, fue Paul quien seleccionó la quinta toma como la imagen definitiva, y Macmillan decidió complementar la portada con una contratapa simple: un letrero de la calle Abbey Road. Esta portada, que hoy atrae a cientos de turistas a la famosa intersección, es un símbolo de la música y la trayectoria de la agrupación.

Foto: Iain Macmillan

Sticky Fingers - Rolling Stones

La portada de Sticky Fingers de los Rolling Stones, lanzada en abril de 1971, es una creación del renombrado artista pop Andy Warhol. Encargado por Mick Jagger, Warhol diseñó una portada provocativa que muestra un primer plano de una entrepierna masculina enfundada en unos vaqueros ajustados.

El trabajo de Warhol se completó con la inclusión del famoso logo de los Stones, un diseño de John Pasche que aparece en la carpeta interior y en la contraportada del álbum. Aunque se especuló que el modelo de los vaqueros podría ser Jagger, el artista pop nunca reveló la identidad del modelo, manteniendo el misterio que rodeaba la imagen. Se mencionaron varios posibles candidatos, incluyendo al actor Joe Dallesandro, pero nunca se confirmó ninguna de las especulaciones.

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