El 18 de julio de 1992, el corazón de Buenos Aires latía al ritmo del rock argentino en un evento histórico que reunió a tres gigantes de la música: Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y Fito Páez. La ocasión no solo fue un deleite para los amantes del rock, sino también un acto de solidaridad en el cierre de la exposición internacional de prevención del sida, coronada con el concierto "Rock de Corazones Solidarios" en la Avenida 9 de Julio.

Ante una multitud estimada en cien mil personas, “El Flaco”, acompañado por Javier Malosetti, Claudio Cardone, Jota Morelli, Juan Carlos "Mono" Fontana y Guillermo Arrom, repasó su extenso repertorio. Sin embargo, el punto culminante del concierto fue cuando invitó a subir al escenario a Gustavo Cerati, Fito Páez y Zeta Bosio, para interpretar juntos "Seguir viviendo sin tu amor".

La magia de esta interpretación conjunta radica en el simbolismo de la unión de estos tres artistas. Si bien Spinetta ya había colaborado con Páez en el álbum *La la la* (1986), era la primera vez que el cantante y Cerati, entonces líder de Soda Stereo, compartían escenario. Un año después, Gustavo rendiría homenaje a Spinetta grabando una versión de "Bajan" del álbum Artaud, de Pescado Rabioso, y en 2007 volverían a unirse en los recordados shows de Cerati en Figueroa Alcorta y en el monumental concierto de Spinetta, *Bandas Eternas*, en el estadio de Vélez Sarsfield.

Quince años después: el reencuentro de titanes

En la intersección de Figueroa Alcorta y Pampa, Cerati, ahora como solista, ofreció un concierto en el marco del cierre de la campaña "Verano 07" del Gobierno porteño. Con un despliegue técnico que incluía cuatro pantallas gigantes,el compositor, secundado por una banda que contaba con Richard Coleman, arrancó con "Artefacto", seguido por "Pulsar" y "La excepción", tres joyas de su aclamado Ahí vamos. La memoria colectiva del público vibró al son de clásicos de Soda Stereo como "Juegos de Seducción", "Nuestra fe" y "Prófugos", trayendo a la vida el eco del mítico "Gracias... ¡totales!" de una década atrás.

La multitud, compuesta por más de 200 mil espectadores, desató una ovación ensordecedora cuando Cerati presentó al Flaco como su invitado especial. Juntos, interpretaron "Té para tres" y "Bajan", creando un momento de conexión profunda y melancólica que electrizó a Buenos Aires. "Creo que fue el mejor show de mi vida", confesó Cerati, eufórico y emocionado, al concluir el espectáculo. La energía de la noche lo mantuvo en un estado de flotación, incapaz de conciliar el sueño, consciente de haber sido parte de un evento histórico.

Dos años y medio después, el 4 de diciembre de 2009, Spinetta ofrecería un espectáculo monumental de cinco horas en el estadio de Vélez, acompañado por las agrupaciones que marcaron su prolífica carrera y numerosos invitados, entre ellos Charly García y, por supuesto, Cerati. Ante 40 mil personas, los dos íconos volvieron a interpretar "Té para tres" y "Bajan". Al finalizar, Cerati se despojó de su guitarra y abrazó a Spinetta con gratitud y admiración. "Si hay un sueño cumplido es este. ¡Disfrútalo, Luis! ¡Gracias!", le dijo. Spinetta, emocionado, reconocería más tarde: "Con Gus fue un sueño: tenerlo en el show es una instancia emocional límite".