
El camino de Victoria Whynot en la música electrónica comenzó de manera fortuita, con su hermano mayor como protagonista y quién la introdujo en este género que cada vez cobra más protagonismo en la Argentina y el resto del mundo. A partir de ese momento, Victoria sabía que había encontrado un nicho dentro de una profesión complicada y llena de obstáculos que con el tiempo tendría que sortear. “Acá gana el que no abandona. Paciencia, perseverancia y no abandonar tu proyecto es la clave del éxito”, compartió en entrevista con Billboard Argentina.
A lo largo de su carrera, la DJ oriunda de Córdoba fue galardonada en múltiples ocasiones, reconociendo su trabajo y labor en la industria: Fue elegida entre más de 6 mil participantes, como uno de los 10 mejores DJs emergentes del mundo; fue ganadora del premio Carl Cox – elegida por él como su DJ favorita de toda la competición – y actualmente se encuentra dando charlas como speaker en emblemáticos venues del género como Ibiza.
Si bien el futuro de Victoria es incierto, ella sabe que tiene que seguir luchando para, según sus propias palabras, cumplir su mayor sueño: dar todo por su familia y que la electrónica nunca se vaya de su vida.
¿Cómo te sientes, Victoria? ¿Qué momento personal y artístico estás atravesando?
Estoy viviendo un sueño. Realmente es lo que visualicé, lo que esperé y me alegra mucho. Después de mucho tiempo siento que realmente me gusta lo que hago desde que me levanto hasta que me voy a dormir. Toda mi vida, de lunes a lunes me fascina y me enamora, es una fantasía… A veces hasta me da miedo.
¿Te genera duda el pensar cuánto más arriba más dura es la caída?
Sobre todo es incertidumbre pero siento que hay mucho miedo que es inculcado también. Muchos dicen que tenga cuidado, que es una etapa y pasa rápido… Yo creo que eso es mentira igual porque el bien de tu carrera depende del tiempo que estés enfocada y con ganas de seguir dándolo todo.
Hace poco fuiste seleccionada como speaker en Ibiza y de alguna manera llegaste más allá de los escenarios. Ya no es sólo música.
Siempre me gustó mucho aconsejar, me siento cómoda conversando con otros djs/artistas emergentes, intentando guiar, porque siento que es la ayuda que me hubiera gustado recibir a mi cuando empecé. Esta profesión no termina en el club y sería muy triste que termine ahí… Lo más que pueda hacer que trascienda la noche, lo voy a hacer.
¿Hay mucho estereotipo en ese sentido?
Me parece que sí, pero de alguna manera ya fue lo del rockstar, estamos en una nueva etapa. Hay mucho más para enseñar, para hablar, para compartir… El espectro del artista es tan grande que no es sólo mostrarse cool, con linda ropa y chicas en la cabina, hay mucho más que mostrar. Lo que uno hace en la cabina durante dos o tres horas es algo que se prepara durante meses con muchísimo trabajo. Mil horas sentado, preparando y haciendo música que se traducen en una noche, y me interesa mucho que se conozca eso, todo el trabajo que hacemos detrás de escena.
¿Sentís que gran parte de la industria no comprende lo que significa ser DJ a este nivel habiendo nacido en Argentina?
Creo que afuera muchas veces no conocen nuestra realidad. No lo digo desde un lugar de victimización, pero nacer en Sudamérica suele venir con la idea de que lo mejor siempre está afuera, en Europa o en Estados Unidos, como si nosotros no pudiéramos alcanzar esa misma calidad. Eso es justamente lo que me interesa cambiar: mostrar que no importa de dónde seas geográficamente, lo que realmente vale es el trabajo, la pasión y la garra que uno pone en el camino. Todo es posible.
Siendo cordobesa, ¿qué fue lo que te cautivó de la electrónica que te hizo seguir este camino? Y no cuarteto, por ejemplo.
La verdad que fue muy natural. Yo tengo un hermano más grande con el que vivimos juntos cuando éramos chicos, y me acuerdo que cuando yo tenía 13 años él me mostraba videos y cosas de fiestas electrónicas a las que él iba, ya con 22 años. Él amaba el género, en esa época era mucho Nick Warren, Avicii… Yo estaba en casa y escuchaba esa música cuando él la disfrutaba, y realmente me llamó la atención, no sé qué fue… Hay algo en la música electrónica que es muy tribal, es casi un ritual difícil de explicar.
¿Dónde te ves de acá a algunos años?
No sé físicamente, pero sí haciendo esto a mucha mayor escala. Mi sueño es poder sustentar a mi familia con la música. Quiero que todos estemos tranquilos.
¿Qué necesitas para cumplir ese sueño?
Paciencia, perseverancia y no abandonar proyectos y misiones. He visto mucha gente con mucho más talento que yo desmotivarse y sentir que su carrera ya no daba para más, y ahí es donde uno pierde… Acá el que se queda gana.
El origen de Whynot viene por ahí también, ¿verdad? De no dejar que nadie te diga que no lo puedes hacer.
Exacto, esa es la raíz. No existen los no porque si hay aprendizaje no hay fallo. Si me choco con un “no” es porque lo intenté, no porque no lo hice. Prefiero probar y que salga mal a no hacerlo directamente.
¿Ves posible el crecimiento de jóvenes DJs?
Sin duda. Argentina está en su peak artístico en todas las áreas. La visibilidad que estamos teniendo en el mundo urbano y en la electrónica es increíble. Tenemos la gran ventaja de que nuestra escena es muy sólida, y a los DJs de afuera les encanta venir a nuestro país. Eso nos nutre y nos potencia. No es lo mismo empezar una carrera en un lugar sin escena que hacerlo en Argentina: desde ese lado, tenemos que sentirnos bendecidos.