
Buenos Aires, la metrópolis que respira cultura, se prepara para vivir un nuevo capítulo en su historia con uno de sus visitantes ilustres: el "guitarrista que todos adoran". Será la cuarta vez que Adrian Belew se presente ante el público que lo veneró desde su primera aparición en 1990, junto a David Bowie. Y que no le soltó la mano desde aquel entonces: cuatro años más tarde, la ciudad lo recibió nuevamente, bajo el ala de King Crimson y en 2020, en un formato solista, dio un show que dejó anhelos de otro reencuentro entre el público porteño y el músico. Hoy, ese deseo se transforma en realidad. El artista vuelve a pisar tierras argentinas. Pero no llega solo, sino con un selecto grupo de leyendas.
El próximo 2 de mayo en el Movistar Arena de Villa Crespo y el 3 de mayo en el estadio Atenas de Córdoba, el artista se presentará junto al bajista Tony Levin, compañero de batallas en King Crimson; el guitarrista Steve Vai y el baterista Danny Carey de Tool. Juntos forman BEAT, un grupo que se propone revivir las obras maestras Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a Perfect Pair en vivo. Mientras los ensayos toman forma, desde el otro lado del teléfono, Belew comparte su entusiasmo por el show, prometiendo una noche llena de sorpresas y un repertorio que enamorará tanto a los fanáticos veteranos como a las nuevas generaciones.
¿Qué significó para vos contar con la aprobación de Robert Fripp para llevar adelante el proyecto Beat?
Facilita mucho las cosas cuando todos están de acuerdo en que una idea es buena. Si Robert hubiera estado en contra, no creo que hubiéramos llevado a cabo el proyecto, ya que nunca iría en contra de sus deseos. En 2019, lo llamé para recordarle que en 2021 se cumpliría el 40.º aniversario del álbum Discipline de King Crimson, así como de Beat y Three of a Perfect Pair. También sería el 40.º aniversario desde que Tony y yo nos unimos a la banda. Le comenté que quería realizar algunos shows y le pregunté si estaría interesado. Su respuesta fue que tenía demasiados compromisos y que lamentablemente tendría que rechazarlo. Sin embargo, me dijo: “Si quieres hacerlo, adelante. Tú lo conduces”. Y así fue como comenzó la idea, hace cinco años.
El setlist incluye canciones de diferentes épocas. ¿Qué emociones o recuerdos te traen estos discos después de tanto tiempo?
Curiosamente, no escuché mucho esos álbumes en realidad. Al hacer tantos discos, a veces no queda tiempo para volver atrás y revisarlos. Hay canciones de King Crimson que seguí tocando con mi trío o con Project Crimson, pero al volver a escuchar esos temas con la intención de interpretarlos nuevamente, descubrí cuánto los amo y lo desafiantes que son.
Para revivir esta música y lograr que suene lo más similar posible a lo original, fue necesario recrear el mismo set de guitarras utilizado en aquel entonces, especialmente el sintetizador de guitarra. Me dediqué a reconstruir un sistema de guitarra completamente nuevo para poder interpretar estas canciones con sonidos auténticos. Algunas de las cosas que hago ahora incluyen sonidos nuevos, pero consideré fundamental que, en las canciones donde utilizamos el sintetizador de guitarra, tanto Steve como yo pudiéramos sonar igual que en los discos.
Este proyecto reúne a grandes músicos como Tony Levin, Steve Vai y Danny Carey. ¿Cuál fue su experiencia al trabajar juntos?
He colaborado con Tony casi toda mi vida, o al menos así lo siento. Tocamos juntos todos los años.Trabajar con él resulta tan natural como compartir una comida; es algo muy fácil y fluido.
En cuanto a Steve, realmente no lo conocía, pero estaba convencido de que era la persona ideal para ocupar el lugar de Robert. Sabía que apreciaba el estilo de Robert en esos discos, y cuando aceptó unirse, supe que podíamos hacer que esto funcionara. Es un músico increíblemente talentoso y cuenta con una amplia base de seguidores, lo cual beneficia al proyecto. No podía pensar en nadie más para ese rol.
Conozco a Danny desde hace muchos años y, desde nuestra primera conversación, él mencionó que esos tres discos cambiaron su vida. Cuando alguien dice algo así, sé que está verdaderamente comprometido con la música.
Así que, al reunir a estos cuatro músicos, sentí que formábamos una banda lo suficientemente fuerte para interpretar este material de manera adecuada. Además, todos somos profesionales capaces de enfrentar cualquier desafío. Desde el primer momento en que comenzamos a tocar juntos, noté una chispa especial. Hay algo único en esta banda; dudo que exista otra igual en el mundo, y tal vez nunca la haya.
Todos estamos en la misma sintonía, sin dramas, y disfrutamos de lo que hacemos. La energía que se genera es increíble y el público responde con entusiasmo en cada lugar que visitamos.
Me llama la atención cómo estas composiciones suenan tan vigentes, como si el tiempo no hubiera pasado. Desde tu perspectiva, ¿qué les otorga esa atemporalidad?
Son canciones que estaban adelantadas a su tiempo. Aún hoy, no existe nada parecido. Este material ha resistido la prueba del tiempo. Si alguien escuchara esta música sin saber que es de King Crimson, podría pensar que fue compuesta recientemente, ya que tiene todas las características de algo fresco. Como mencionaste, suena completamente nuevo.
Eso es algo poco común. La mayoría de la música tiene una vida útil limitada, pero este material no. Realmente suena muy moderno hoy en día, y eso es algo que me entusiasma. Nunca me he sentido en el escenario pensando que esto está desactualizado, ni por un segundo. Siempre siento que estamos haciendo algo completamente vigente.
“Son canciones que estaban adelantadas a su tiempo. Aún hoy, no existe nada parecido”
Y sabiendo que Argentina tiene una base de fans del rock muy fuerte, ¿qué esperas de nuestra audiencia?
En primer lugar, deseo que el público argentino sepa que hemos hecho nuestra esta música. No se trata simplemente de una réplica exacta de los discos; aunque tocamos todos los elementos esenciales de manera correcta, cada uno de nosotros aporta su propia esencia, lo que genera un sonido verdaderamente único. Admiro profundamente a los fans de Sudamérica, ya que su pasión es impresionante. Son el público más emocionante para el que he tenido el placer de tocar. Viven la música con intensidad y la conocen a fondo, así que espero que disfruten al máximo. Cuanto más emocionados estén, más energía tendremos nosotros en el escenario.
Tuviste la oportunidad de colaborar con leyendas como Frank Zappa y David Bowie. ¿Qué experiencias te llevaste de trabajar con ellos?
Cada artista con el que trabajé dejó una marca en mi trayectoria. No recuerdo haber tenido una experiencia negativa. Colaborar con un músico implica aprender de él y, a su vez, contribuir a su música. Es por eso que muchos buscan trabajar conmigo; confían en que mi aportación hará la diferencia en su sonido, y hasta ahora, esa expectativa se cumplió.
Artistas como Frank y David resultan únicos, figuras que rompieron barreras en la música y que no tienen comparación. Fueron individuos que, en su momento, cambiaron el mundo. Estar cerca de ellos me inspiró a creer que también podía lograr cosas extraordinarias.
Steve Vai y yo solemos bromear sobre cómo tocar con Frank se siente como graduarse de la "Escuela de Zappa". La cantidad de aprendizaje que obtienes es tan inmensa que, al dejar la banda, sientes como si hubieras conseguido un diploma. Una vez que te conviertes en graduado de la Escuela de Zappa, sientes que puedes enfrentar cualquier desafío en la música, porque pasaste por una de las experiencias más exigentes.
"Cada artista con el que trabajé dejó una marca en mi trayectoria. No recuerdo haber tenido una experiencia negativa", comenta el guitarrista.
¿Cómo surgió tu conexión con Zappa?
Me escuchó tocar en un pequeño club en Nashville, un bar. Después de ofrecer un gran concierto en la ciudad, le preguntó a su chofer de limusina cuál era la mejor banda de rock local. El chofer, fanático de nuestra música, lo llevó a vernos. Frank disfrutó de nuestra actuación durante 40 minutos, luego se acercó al escenario, me estrechó la mano y me dijo: "Dame tu número, y cuando termine mi gira, te llamaré para una audición". Nunca sabés quien te está mirando.
Un sueño hecho realidad.
Sí, fue un sueño. Para ser sincero, durante seis meses no ocurrió nada, y para ese entonces ya había aceptado que no iba a suceder. Cuando finalmente me llamó, me costó creerlo. Ese momento cambió mi vida.
Lo mismo ocurrió cuando me uní a Bowie, aunque la experiencia fue completamente diferente. David era una superestrella y el entorno era distinto. Mi vida dio un giro radical: viajé con él por todo el mundo en dos ocasiones y pude apreciar de cerca la importancia de su música y su presencia en el escenario. Me brindó la libertad de explorar mi creatividad, lo que me permitió descubrir quién soy como Adrian Belew.
Y, ¿cómo llegaste a Bowie?
Mi historia con David comienza durante una gira con Frank. Viajamos a Europa por primera vez y tocamos en Colonia. En la audiencia se encontraba Brian Eno, aunque en ese momento no lo sabía, ya que nunca se presentó. Sin embargo, Brian estaba al tanto de que David buscaba un nuevo guitarrista para su próxima gira y le comentó: "Tienes que ver al guitarrista que toca con Frank Zappa".
Dos noches después, actuamos en Berlín, donde David residía. Durante el show de Zappa, Frank realizaba un extenso solo de guitarra y solo quedaban en el escenario el bajista y el baterista, mientras el resto nos retirábamos. Al salir del escenario, miré hacia la mesa de sonido y vi a Bowie e Iggy Pop.
Pensé: "Debo decirle algo a David". Conocía bien su música, ya que había tocado muchas de sus canciones en bandas de covers a lo largo de mi vida. Así que me acerqué, le di la mano y le dije: "Quiero que sepas cuánto amo tu trabajo".
Su respuesta fue: "Genial. ¿Te gustaría unirte a mi banda?". Hice una pequeña broma, señalando a Frank y comentando: "Bueno, en este momento estoy tocando con ese tipo de ahí". David contestó: "Sí, pero tu gira termina y la mía comienza dos semanas después. ¿Por qué no vamos a cenar esta noche y hablamos al respecto?". Así fue como comenzó todo.
Dos grandes artistas peleando por vos.
Exactamente. En ese momento, no lo vi de esa forma, pero a lo largo de los años muchas personas me lo señalaron. Fue una experiencia increíble que ocurrió al inicio de mi carrera.
Desde siempre quise ser compositor, aprender a tocar varios instrumentos y crear mis propios discos, o formar parte de una banda que produjera su propia música. Sin embargo, cuando algo así sucede, resulta tan inesperado… Nunca se me habría ocurrido pensar: "Algún día trabajaré con David Bowie".
"Nunca se me habría ocurrido pensar: ‘Algún día trabajaré con David Bowie'", comparte.
Me imagino que tendrás muchas anécdotas girando con ellos, ¿alguna que quieras compartir?
Siempre resulta complicado elegir una anécdota que destaque, pero aquí va una con Bowie:
En nuestro primer show, el escenario medía 60 pies por 60 pies y estaba completamente hecho de metal, con todo el equipo ubicado debajo, lo que dejaba una superficie completamente plana. Solo estábamos David Bowie y yo en el escenario. La banda permanecía detrás de un telón, fuera de la vista del público, por lo que todos los ojos estaban en nosotros dos.
Comenzamos a tocar "Stay", un momento clave para mis solos de guitarra. Tenía un cable de guitarra muy largo, así que corrí de un lado al otro del escenario, tocando para cada sector del público. David se mantenía en el centro, mientras yo actuaba como una auténtica estrella de rock.
Al terminar, miré hacia abajo y me di cuenta de que mi cable se había enredado alrededor de sus tobillos, ¡impidiéndole moverse! Cuando la canción concluyó, él dijo: "Me gustaría presentarles a mi guitarrista…". Hizo una pausa y fingió olvidar mi nombre. Luego continuó: "El Gene Kelly de la guitarra eléctrica".
Así que, de alguna manera, me presentó como un famoso bailarín.
Después de haber trabajado con grandes estrellas del rock y recorrido el mundo, ¿cómo definís el éxito en este momento de tu carrera?
Para mí, el éxito en este momento radica en llevar una vida plena, continuar creando y actuando. Lo más valioso es la oportunidad de hacer música, componer, escribir letras, cantar y presentarme ante el público. Quiero seguir haciendo esto al más alto nivel posible.
No siento que esté envejeciendo; en realidad, me siento como un niño. Nunca pienso en mi edad, me encuentro en buena forma física y creo que puedo continuar por mucho tiempo. Eso es precisamente lo que se supone que debo hacer.
Disfruto de una vida maravillosa con mi familia en casa. Cuento con un estudio y múltiples actividades que me mantienen activo. Además, ahora me dedico a la pintura, lo que me permite tener varios proyectos creativos en marcha simultáneamente.
Eso es exactamente lo que siempre deseé para mi vida, y reconozco que soy una persona muy afortunada al poder hacer lo que amo.