
El 24 de junio del 2000, Rodrigo Bueno murió en un accidente automovilístico. Tenía 27 años. Minutos antes del choque fatal, había dado su último show en La Plata. Veinticinco años después, reconstruimos las horas finales del ídolo cordobés: qué hizo, a quién vio, qué dijo y cómo fue su despedida.
1. El día empezó en televisión: “La Biblia y el Calefón”
El 23 de junio del 2000, el cantante llegó temprano a los estudios de televisión para grabar una participación en La Biblia y el Calefón, el programa que conducía Jorge Guinzburg por Canal Trece. Venía de agotar trece funciones en el Luna Park, sus canciones sonaban en todos los rincones del país y su agenda mediática era tan intensa como caótica.
2. Cena en El Corralón y una invitación inesperada
Después de la grabación, Rodrigo se trasladó a El Corralón, un famoso restaurante porteño donde era habitué y en el que solía recalar la fauna farandulera. Allí compartió una cena rodeado de amigos, su pareja, periodistas y productores del programa El Rayo, que le hicieron una serie de entrevistas para un especial que se emitiría días más tarde.
Entre risas y bromas, el cantante se cruzó con Fernando Olmedo, hijo del humorista Alberto Olmedo, a quien le insistió para que lo acompañara a su show esa misma noche en Escándalo Bailable.
3. El regreso a Escándalo
Esa noche, Rodrigo tenía una sola cita profesional: un show exclusivo en Escándalo Bailable, el histórico boliche de City Bell, en las afueras de La Plata. Había negociado el contrato unos días antes por 15 mil dólares con Mario Leguizamón, dueño del lugar. La expectativa era enorme. Escándalo reabría sus puertas un viernes, de manera excepcional, para recibir al cordobés.
El show comenzó pasadas las 23. Afuera, más de mil personas intentaban ingresar sin entradas. Adentro, 4.600 fans colmaban el espacio. El recital duró una hora y cuarenta minutos e incluyó cinco canciones inéditas, una interpretación de “La Mano de Dios”, un relato de Olmedo en escena y la participación de Ramiro, el hijo de Rodrigo, que tocó la batería en uno de los temas.
El cantante cerró el show con una frase que, horas después, tomaría otro sentido: “Nos vemos en el infinito”.


4. La despedida en camarines y un último abrazo
Tras el concierto, el artista pasó por camarines, cobró el saldo pendiente y saludó a los organizadores. Afuera, la escena era caótica: hubo intentos de ingreso forzado, techos desbordados y hasta se escucharon disparos al aire de vecinos molestos por el tumulto. Rodrigo salió manejando su Ford Explorer roja, rumbo a Buenos Aires. Iba acompañado por su pareja, Olmedo y su equipo más cercano.
5. El accidente: kilómetro final en la autopista
Minutos después de las 3 de la madrugada, la Ford Explorer cruzó el peaje de Hudson. A la altura de Berazategui, el vehículo rozó al de Alfredo Pesquera, empresario platense. El impacto desestabilizó la camioneta, que se estrelló contra el guardarraíl y volcó. Rodrigo salió despedido por el parabrisas. Murió en el acto. También falleció Fernando Olmedo. Al amanecer del sábado 24, Crónica TV confirmaba con una trágica placa roja: Murió Rodrigo Bueno.