
En una industria donde la novedad muchas veces suena a repetición, todavía hay quienes eligen otro camino. No por rebeldía romántica ni por nostalgia del under, sino porque no tienen otra opción que crear desde su propia lógica, a contramano de las necesidades del mercado. Artistas que se producen, se gestionan, se piensan y se construyen por fuera del radar comercial, apostando a la independencia.
Te comparto cuatro nombres emergentes que demuestran que todavía hay formas de hacer música que no se pueden comprar.
Albanoide
Luca Albano Eugenio Barzan no es nuevo en la escena. Como guitarrista, productor y miembro fundador de Todo Aparenta Normal, lleva más de una década recorriendo escenarios del país y del exterior. Pero con Albanoide, su proyecto solista, emprende otra búsqueda más íntima y vulnerable. Un trabajo que combina electrónica ambiental, guitarras acústicas, producción casera y una lírica cargada de imágenes, atmósferas y cicatrices.
“La música se convirtió en un estilo de vida”, comparte el artista en diálogo con Billboard Argentina. No responde a una tendencia ni busca insertarse en un circuito. Sus referentes van de Radiohead a Juana Molina, pasando por Massive Attack, pero su música no busca copia. Su álbum debut está en proceso, y cada adelanto confirma lo mismo: no se trata de lanzar hits, sino de documentar una experiencia emocional desde adentro.
143LETI
A los 19 años, 143LETI ya agotó su primer show solista, abrió el Movistar Arena para Milo J y colaboró con Knak en su nuevo disco. Pero su historia no empieza en escenarios ni estudios de grabación. Comenzó en una cocina: trabajaba en gastronomía mientras subía videos a sus redes desde el trabajo. La respuesta fue inmediata. Sin managers ni campañas, sus canciones comenzaron a circular de forma orgánica.
Temas como “Sanar» o “Eu Te Amo» reflejan parte de su propuesta: beats enérgicos, melodías pop con texturas electrónicas y una lírica que pone en escena el amor, el deseo y la ansiedad desde una mirada femenina, contemporánea y sensible. Leti no solo compone, también trabaja en su estética visual junto a Girly Ground, una productora audiovisual con base en Buenos Aires. Hoy prepara su primer disco con productores como Roxxee y Kerse.
Posguerra
Desde su irrupción en 2021, Posguerra se consolidó como una de las bandas emergentes más sólidas del conurbano bonaerense. Su primer disco, Lapso, grabado durante la pandemia, ya anticipaba una búsqueda estética marcada por el post-punk, la melancolía eléctrica y una lírica introspectiva. Pero fue con Alucinación (2024) que alcanzaron un nuevo nivel de madurez sonora: guitarras, bases densas y letras que hablan del desencanto, la alienación y el deseo de ruptura.
Influenciados por The Cure, Virus, Fontaines D.C. y Gustavo Cerati, el grupo se ubica en una zona de tensión entre el legado del rock nacional y los códigos estéticos de la nueva generación. Tocaron en el CCK, en Rock en Baradero y en espacios independientes por todo Buenos Aires. El crecimiento fue sostenido, pero no improvisado. La banda se produce de forma autogestiva, toma decisiones artísticas sin terceros y cuida cada etapa del proceso.
Polen
Polen no responde a una estética cerrada ni a una nostalgia concreta. Usan el grunge como punto de partida, pero no como consigna. En su música conviven la distorsión con el silencio, la estructura con el desborde. Son una banda joven que no teme equivocarse en escena, que abraza el caos como parte del lenguaje. Formado por Hernán Menafra, Micaela Cisneros, Manuel Martín y Santiago Smith, el grupo se rehúsa a ajustarse a fórmulas.
Con su reciente EP Vivarium (2025), segunda entrega tras Música para flores marchitas (2024), la banda se sumerge en un ecosistema propio donde la ingenuidad se vuelve motor creativo. Actualmente, preparan una serie de shows en la Capital y el Conurbano que ratifican su apuesta por consolidarse en la escena local.
NADIR
NADIR, compositor y guitarrista del barrio de Versalles, lleva casi una década como pilar de Terapia y desde 2019 construye su propia voz con su proyecto solista. A sus 29 años, combina potencia y atmósfera en un rock oscuro que no se anda con vueltas. Este 2025 lanzó El sueño de Munir, un disco conceptual de siete canciones acompañado por un cortometraje de 25 minutos que sigue la surreal travesía de Munir, “El pájaro cantor”, por paisajes argentinos y rituales misteriosos.
«Para este disco hay fuertes inspiraciones en el arte nacional, de índole musical como el grupo Don Lunfardo (banda emergente de La Plata), o la carrera solista del Indio Solari, o la etapa Say no more de Charly García. También de índole cinematográfico como con la película Cuando acecha la maldad de Demian Rugna«, comparte el artista. Riffs torcidos, baterías aplastantes, bajos y un bandoneón que le pone el toque local, hacen de esta obra un viaje sonoro denso y contundente.