La música originaria de Úbeda, España, centró el concierto en torno a sus canciones de mayor carga emocional, con tintes de melodrama. En conversación con Billboard, Zahara compartió declaraciones acerca de su proceso creativo, las distintas etapas de su camino en la música y su vínculo con la música Argentina.
Por Josefina Armendariz
¿Qué te inspira?
No es tanto lo que me inspira (que podría ser todo) sino cuándo. Puedo hacer canciones a una noche de baile con mi mejor amiga («Caída libre»), sobre la situación política de mi país («Hoy la bestia cena en casa»), o sobre el abandono de la relación aún dentro de ella («El frío» o «Guerra y Paz»). Para escribir, lo primero es vivir y eso es lo que trato de hacer cada día.
¿Cómo surgen tus canciones?
Intento escribir siempre que puedo. Tomo notas de todo lo que voy sintiendo. Apuntando ideas aunque no sean poéticas o tenga forma de canción. Son textos en bruto donde no me coarto y escribo libre. A la par suelo coger la guitarra, el piano o bases que creo junto a alguno de mis músicos y trato de escoger alguna que tenga que ver anímicamente con alguno de los textos. luego empieza el puzzle de pulir y darle forma.
¿Qué se siente tocar por primera vez a la Argentina?
Es muy emocionante recorrer tantísimos kilómetros sabiendo que hay personitas al otro lado con ganas de escucharte y verte. Es algo que me sobrecoge y me llena de ilusión, la verdad.
¿Cuáles son las influencias de tu arte? ¿Cómo llegaste a hacer música?
Empecé con 12 años cansada de estudiar los estudios de Fernando Sor que tenía que preparar para el conservatorio. Justo usé uno de ellos para escribir una canción. Je puse una melodía sencilla y empecé a cantar. Pensé que me regañarían por no haber estado estudiando, pero al enseñarles la canción mis padres empezaron a llorar emocionados. Ahí me di cuenta de que lo que estaba haciendo era valioso y ya no quise dejar de hacerlo. Mis influencias han ido cambiando mucho. No dejo de escuchar música y de buscar nuevos sonidos así que intento que todo eso penetre y me nutra. Cuando empecé me influian los cantautores Sabina, Aute, Silvio… Con veinte años escuchaba Smashing Pumkins o Tool, además de que empecé a cantar Jazz. En mis últimos discos hay mucho del folk americano y la música indie en general y ahora estoy obsesionada con la música electrónica. Me encanta el último disco de Caribou o de Thom Yorke.
¿Qué tan al tanto estás de la música argentina? ¿Conocés?
Sí, cuando era joven escuché muchísimo a Los Rodriguez y Cerati es uno de los autores que más me fascinan. A dia de hoy escucho mucho Babasónicos.
¿Qué creés que aprendiste con tu trayectoria en la música?
Que la música bebe una de otra, que los estilos están influidos por todo y que eso es fascinante. No hay que abandonar nunca la búsqueda, ahí radica su grandeza.
¿Hay algo que tengas muchas ganas de hacer?
Como música, poeta, lo que sea. Ojalá siempre me dedique a esto. Quiero pasar toda mi vida en los escenarios, no quiero dejar de hacerlo y por supuesto no quiero dejar de aprender. Ahora estoy estudiando piano y ojalá tuviera tiempo para poder aprender a tocar la batería.
¿Qué se viene este 2020?
Más música. Mi idea es seguir con la gira por España durante todo este año, hacer alguna cosa más de televisión y ojalá componer mucho para pronto sacar material nuevo.