Los irlandeses comenzaron anoche su nueva gira en la ciudad de Vancouver, el Innocence + Experience Tour, que combinó la tecnología del sonido e imagen con canciones que remiten al pasado. Luego de un disco que sufrió de amagues, retrasos, y groseros errores de marketing en su lanzamiento, anoche la banda inició el camino en el que siempre suelen fortalecerse: las presentaciones en vivo. Ante una audiencia de 19.000 fans, la banda presentó en el Rogers Arena de Vancouver un show de poco más de dos horas que alternó los ya gastados clásicos de todas las giras con siete canciones de su última producción, Songs of Innocence.
La puesta en escena fue la gran protagonista de la noche: un novedoso sistema de parlantes suspendidos en el techo que permiten una mejor distribución del sonido, y una innovadora construcción suspendida por sobre la pasarela que conecta el escenario principal con el secundario. Tiene una pantalla de dos caras separadas por una pasarela, que proyecta imágenes y animaciones relacionadas con las canciones, mientras la banda camina participando de la proyección en tiempo real.
Como curiosidad, la canción One por primera vez no fue interpretada en vivo desde que la estrenaron el 29 de febrero del año 1992. Sobre el cierre del concierto, el guitarrista The Edge se cayó del escenario y se lastimó el brazo.