“En muchas fiestas masivas las condiciones son prácticamente las mismas, pasa siempre. Amigos que estuvieron ahí vieron decenas de desmayados, caían como moscas. Todos los productores saben que en una fiesta electrónica, el 80 o 90 por ciento de los asistentes toma drogas de diseño. Es obvio que tiene que haber agua, ventilación, espacio, lugares de descanso”, cuenta Tomás (31), que empezó a asistir a fiestas electrónicas y a consumir distintas sustancias en 2004.
En 2010 se involucró de lleno con el foro Argenpills, una web de referencia para la mayoría de los ravers que promueve la reducción de daños y de la que él es uno de los tres administradores. La página brinda toda la información disponible y necesaria acerca de las diferentes pastillas de éxtasis que circulan, como así también de otras drogas, para que los usuarios sepan su contenido, su efecto y sus eventuales consecuencias negativas. A partir de lo ocurrido en Costa Salguero, el foro está viviendo su momento más explosivo: una de las entradas, la que hace referencia a Time Warp, contaba con más de 30.000 comentarios a los dos días de ser creada.
«Va a haber consumo aunque al Estado no le guste, de manera que lo que debe hacer es generar políticas de prevención y de mayor información», Andrés Schteingart.
Las políticas de reducción de daños cuentan con defensores e impulsores de su puesta en práctica, en el país y en el mundo. Uno de ellos, médico psiquiatra y músico, habló con Billboard Argentina: Andrés Schteingart trabaja en el Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear y se presenta, en el plano artístico, como El Remolón, o con sus proyectos Drole, Tropikal Ravers y el sello Fértil Discos. “Hay que entender el uso de diversas sustancias como parte de la cultura. El ser humano ha buscado y experimentado con ellas a lo largo de toda la historia, y esto ha sido potenciado por la sociedad de consumo capitalista. Entonces va a haber consumo aunque al Estado no le guste, de manera que lo que debe hacer es generar políticas de prevención y de mayor información”, dice Schteingart. A su vez, remarca que “los consumos deben ser contextualizados”, que hay que “diferenciar los recreativos de los casos de adicciones” y que “no se puede meter a todas las drogas en la misma bolsa”.
Schteingart sostiene que como “ninguna sustancia equivale a delito, hay que terminar con la lógica criminalizadora”. Señala que, en esa línea, un primer paso sería dejar de abordar tanto la asistencia frente a adicciones como el combate al narcotráfico desde un mismo organismo, que es la SEDRONAR. En eso coincide el doctor en Ciencias Sociales de la UBA Víctor Lenarduzzi, autor del libro Placeres en movimiento. Cuerpo, música y baile en la escena electrónica. Si bien no desconoce que “las drogas tienen poder y pueden generar adicción”, el DJ de Fértil Discos y ZZK Records considera que de los consumos debería ocuparse el Ministerio de Salud, a la vez que pondera experiencias como las desarrolladas en lugares como Suiza, Holanda y Alemania, países en los que las acciones de reducción de daños crecieron con fuerza durante los años 80. Agua gratuita en puestos de hidratación, espacios al aire libre, materiales informativos acerca de las sustancias, stands para testeo de drogas e incluso informes con análisis químicos que se publican regularmente son algunas de las facilidades e iniciativas que hace tiempo son frecuentes en Europa y otras latitudes. Tomás (31) usa reactivos químicos desde hace seis años: no se consiguen legalmente, aunque por una suma cercana a los 200 pesos se puede adquirir un volumen que permite testear alrededor de 50 pastillas. Con las pastis, por ejemplo, se raspa una porción mínima y se le arroja una gota del reactivo, que es un líquido; así, se puede saber de qué droga se trata de acuerdo al color que adopta.
«Ninguna sustancia equivale a delito, hay que terminar con la lógica criminalizadora».
Los análisis de laboratorio llevan más tiempo, pero son mucho más precisos: arrojan información sobre los porcentajes de cada producto contenido en las drogas de síntesis.
Rápido de reflejos, el 27 de abril el Ejecutivo de la ciudad presentó en la Legislatura un proyecto de ley para “promover el cuidado de los asistentes a los eventos masivos de música electrónica”. Incluye acceso gratuito a fuentes de agua, asistencia médica especializada, mayor información sobre prevención a fin de reducir conductas de riesgo; preferencia por fiestas al aire libre o, si no, en lugares semiabiertos; difusión y visibilidad, en las fiestas, de los derechos de los asistentes contenidos en la norma; entre otros aspectos.
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