
Llegó el día de la despedida. La superestrella estadounidense visitó por primera vez Argentina con el The Eras Tour, y quedó cautivada por el público, al que calificó como “el más apasionado que alguna vez tuvo”. Taylor Swift dio este domingo el último de sus tres conciertos en Buenos Aires, frente a un Estadio River Plate completamente sold out, a pesar de cambio de fecha las más de 70.000 personas lograron asistir.
Comenzó a las 20:46, duró más de 3 horas, cantó 45 canciones, el setlist se conforma de algunas de las canciones más representativas de cada Era y fueron 18 los cambios de vestuario. El show tuvo como teloneros a Louta y Sabrina Carpenter, quienes ocuparon el escenario desde las 19:00 a las 20:15. De repente, 20:40, aparece una cuenta regresiva en la pantalla principal. El grito ensordecedor de las swifties y suena “Miss Americana & The Heartbreak Prince”, la canción que dio inicio a los tres shows el vestuario no fue el mismo, ya que para la apertura lució el body que lleva los colores de la bandera del país, celeste, blanco y amarillo. Si bien fue utilizado en otra oportunidad, la elección claramente no fue al azar.
Con su guitarra celeste en mano y aún con el vestuario que identifica a Argentina, Taylor se dirigió al público presente e hizo referencia a la suspensión del viernes: “No se dan una idea de lo feliz que estoy de verte/verlos esta noche. Estaba tan nerviosa y asustada de que no pudieran venir al show, gracias por hacerlo funcionar. Les vamos a dar absolutamente todo”.
Cuando llegó el momento de cantar “Champagne Problems” los cánticos del popular “olé” para Taylor, la obligaron a detener lo que estaba haciendo y escuchar a las voces en unísono de todo el estadio y dijo: «No puedo creer que haya tardado tanto en venir y no volveré a cometer ese error. Vendré muchas veces más».
En el momento de cantar “We Are Never Ever Getting Back Together, Taylor le dijo a uno de los bailarines: “ Like, we are never getting back together Like, ever No”, y el bailarín le respondió: “ni a palos” (modismo que denota negarse a hacer algo). Como consecuencia el público estalló a carcajadas.
El repertorio del show fue igual que el de la noche del jueves y sábado a excepción de las canciones sorpresa que fueron: “Better Than Revange” y «Sult”. Un recital que duró casi tres horas y media bajo el concepto del nombre del Tour, Taylor hace un recorrido por sus diez Eras, así se refieren los swifties a cada álbum. Y no, no es solo por llamarle de otro nombre, sino porque cada álbum representa vivencias y una etapa muy clara en la vida de Taylor Swift y cada una de ellas esta representada por un color, en el caso de Reputation tambien por una serpiente, por eso son tantos los cambios de vestuario.
Durante las tres funciones los swifties fueron vestidos con ropa que representa a la era que más los identificaba el verde (por el álbum Debut), amarillo (por «Fearless»), morado (por «Speak Now»), rojo (por «Red»), azul claro (por «1989»); siguiendo por el pulgar de la mano derecha: negro (por «Reputation»), rosa (por «Lover»), gris o plateado (por «folklore»), café o beige (por «evermore») y azul oscuro (por «Midnights»). Existen tambien otras tradiciones entre la artista y los swifties como el intercambio de pulseras de la amistad y las canciones sopresas, dos canciones en versión acústica que nunca antes hayan sido interpretadas de esa manera. El merchandising oficial fue un acierto para los concurrentes que pudieron comprar para llevarse remeras, toallas playeras, buzos y pulseras entre otros artículos cuyo precio oscilaba entre los 12 y 65 dólares.
Tras todo el revuelo que causó la presencia de Travis en Argentina, más específicamente en la función del sábado, donde se lo pudo ver cantando «Olé, olé Taylor» y cuando en «Karma», la canción que finalizó el show, Taylor Swift cambió un fragmento a una dedicación para él. “Karma is the guy on the Chiefs, coming straight home to me.” El futbolista, debió regresar a Estados Unidos y no pudo asistir a la última presentación en Buenos Aires.
