
Por tercer año consecutivo, Jairo Vera se presentó en el Movistar Arena de Santiago de Chile con un espectáculo de más de dos horas que combinó relato conceptual, puesta visual y repertorio colaborativo. El show abrió con proyecciones de orquestas en pantalla, a modo de introducción, antes de que el joven artista chileno irrumpiera en escena descendiendo desde el techo con arnés. El primer tema fue “Quiero Acariciarte”, que marcó el inicio del bloque denominado “Infierno”.
A lo largo del primer acto, el guion propuso una caída. Las canciones “Luchándola”, con la participación de Lleflight, y “No Hago Coro con Ratas” funcionaron como puntos de tensión dentro de una escenografía diseñada para representar conflicto y resistencia.
La transición hacia la “Tierra” se dio con “Se Preparó”, acompañada por una ambientación visual centrada en luces cálidas. En este segmento, Juanka el Problematik se sumó para interpretar “Madrid”, y también se estrenó “Troka”, una nueva colaboración con Juhn.
El tercer bloque, “Paraíso”, modificó el escenario con tonalidades claras y efectos brillantes. Allí se presentaron “Shorty”, junto a Remers, y “Como Tú”, con la aparición de Katteyes. También se interpretó “Amor de Tu Vida”, en dúo con Gino Mella, dentro de un tramo enfocado en lo afectivo.
El cierre del espectáculo, titulado “Redención”, mostró nuevamente a Vera suspendido en el aire, esta vez en sentido ascendente. “Pa K Te Enamores” funcionó como antesala de “A 200”, canción que marcó el final del concierto y sintetizó el recorrido propuesto: un tránsito que partió desde la caída y concluyó en el ascenso.
El show contó con una estructura narrativa no habitual en la escena urbana local, donde la puesta técnica y la construcción de atmósferas jugaron un rol clave. La convocatoria en el Movistar Arena y la presencia de figuras del circuito latinoamericano reforzaron el posicionamiento regional de Vera, que continúa sumando capítulos a una carrera en expansión.