Los Natas ya no están, pero eso no es un problema para su fundador, Sergio Chotsourian. Como si fuera la Hidra de Lerna, aquel monstruo mitológico al que si se le cortaba una cabeza, dos nuevas tomaban su lugar, hoy tiene presencia en la movida del Stoner con Ararat y Soldati. Está entusiasmado con una escena en la que cada se suman más grupos, y está listo para relanzar “su casa”, el ciclo de shows Motoclub Bar, el 19 de mayo en Club V.
A Soldati se lo definió como «una continuación del legado de Los Natas». ¿Quedó algo en el tintero?
Cuando arrancamos con Soldati fue como juntarme a pasar el tiempo con dos grandes amigos de la vida, Lucas (el bajista) y Ranz (el baterista), a conversar, a crecer. En casa yo tengo el estudio de grabación y entre charla y charla empezamos a tocar, desde un lugar de amistad. El punto en común es ese. Cuando arranqué con Los Natas en el 93 también comenzó como una juntada con mi mejor amigo. Por otro lado, lo siento como una continuación de los Natas en cuanto a la composición y el sonido, y cómo se fueron armando un poquito solas las nueve canciones de lo que va a ser el disco debut de Soldati el año que viene. Fue un poco lo que yo dejé después del último álbum de Los Natas, El Nuevo Orden de la Libertad. Tiene ese sonido, ese tipo de riffs, entre Stoner y Doom, entre metal y rock. Desde lo personal, siempre a la hora de hacer las canciones de Los Natas las compusimos con una criolla en una mano y en la otra el cuaderno. Con Soldati fue un poquito así también.
Ararat y Soldati son dos bandas completamente diferentes, pero, para quienes no conocen, ¿cuál sería la diferencia en la dirección entre ambas bandas?
Sí, son dos bandas completamente diferentes. Primero, lo más característico de Ararat, es que la formación es bastante novedosa para lo que es el estilo. Ahí la figura que riffea, que generalmente es la guitarra, lo hace el bajo. Ararat es una banda doom, stoner por así llamarlo, donde la guitarra no manda, o queda en un segundo plano completamente. Soldati es un trío mas clásico de rock: batería, bajo y guitarra.
¿Cuál fue el empuje detrás de la vuelta del ciclo Motoclub Bar?
Cuando se cerró Motoclub, mis hijos ya tenían una edad en la que yo quería pasar mas tiempo con ellos. Hubo otras razones también, cuestiones de fuerza mayor. Pero ahora con mis hijos un poco mas grandes, y las dos bandas sonando fuerte, tenía las ganas de hacerlo de vuelta, no desde la necesidad de tener un ciclo nuevo, porque la escena esta buenísima, esta creciendo un montón, hay ciclos todos los fines de semana. Pero si desde la idea de tener una casa, un lugar propio donde poder curtir un poco el concepto que yo tengo de lo que es este estilo. Tener una casa para Soldati, para Ararat, mis proyectos solistas y todas las bandas de mi sello, South American Sludge. Viene creciendo mucho entre el año pasado y este, y son muchos los grupos involucrados. Ya un poco nos pedía tener una casa propia. Club V nos dio la posibilidad. Teníamos toda la estética. Todo el concepto de lo que son las fiestas de Motoclub son cosas que tengo armados hace muchos años. Entonces estaba bueno pensarlo desde ese lugar, volver a tener un hogar propio donde poder curtir nuestra movida como nosotros tengamos ganas y no estar gitaneando ya tanto.