
Algunos artistas tocan sets, otros crean mundos. Solomun hizo ambas cosas en la Sphere de Las Vegas, dejando una huella que trasciende su música. En el último fin de semana de la residencia de Anyma, el DJ y productor tomó el escenario de la icónica esfera no solo ocupando la cabina, sino como arquitecto de una experiencia multisensorial diseñada desde la esencia misma de su arte.
Su participación en este show no fue una simple aparición especial, sino un acto de dirección creativa en el que cada detalle, desde la música hasta las visuales, fueron concebidas bajo su visión. "Cuando Matteo (Anyma) me invitó, al principio sentí la presión. No quería hacerlo solo por la oportunidad, sino porque tenía algo que contar", confesó Solomun en diálogo con Billboard Argentina en la previa a la fecha. Su pasado en el cine influyó enormemente en la construcción de esta presentación, donde el storytelling visual se fusionó con el poder de la música y el movimiento.
El concepto del show giró en torno a la idea de la música como lenguaje universal y refugio emocional. La introducción, con frases proyectadas en la pantalla como "In the beginning was the word, and the word became sound, and the sound became music", marcó el tono de la noche. Lo que siguió fue un viaje que transportó a la audiencia a través de mundos oníricos, desde bosques iluminados hasta ciudades futuristas y paisajes cósmicos, siempre en sincronía con la selección sonora del artista.
Para Solomun, esta oportunidad representó algo más que un show:
"No trabajé toda mi vida para esto. Para Matteo, esta es la cúspide de su carrera, y estoy muy orgulloso de él. Pero para mí, fue un extra, una oportunidad para plasmar algo único y honrar este espacio".
Esa conexión con el entorno fue clave en la ejecución de su presentación, que combinó momentos de espontaneidad con una producción meticulosamente planeada.
Además, la noche trajo una sorpresa especial: en pleno set, apareció Anyma para interpretar juntos un track inédito, una colaboración que el público ovacionó con euforia. "Quise mantener la esencia de lo que hago: la conexión entre la música y la gente. Pero aquí, en la Sphere, debía ser más que una fiesta, tenía que ser una historia", explicó Solomun.
El cierre fue tan potente como el inicio: la pantalla volvió a proyectar el mensaje inicial, ahora con la voz de una mujer y el silbido de su próximo track junto a Jain, "Tout le Monde est Fou – club version". Un cierre que, lejos de marcar el final, dejó una resonancia emocional en todos los presentes preparándolos para el impactante despliegue visual de Anyma que estaba por venir.
Más allá de la imponente puesta en escena y la calidad sonora incomparable de la Sphere, la presentación de Solomun dejó una enseñanza sobre la importancia de la narrativa en la música electrónica. Su capacidad para transformar un show en una experiencia inmersiva y profunda es lo que lo convierte en uno de los artistas más influyentes de la escena actual. En un contexto donde la tecnología y la creatividad se encuentran en constante evolución, Solomun ha demostrado que la música sigue siendo el núcleo de toda experiencia, sin importar cuán espectacular sea el entorno.
La pregunta que queda flotando en el aire es inevitable: ¿podremos vivir una experiencia de esta magnitud en Argentina? Aunque la infraestructura de la Sphere sea única en el mundo, el talento de Solomun es indiscutible y su regreso a Buenos Aires el próximo 1 de abril en Parque Sarmiento promete ser una cita ineludible para los amantes de la música electrónica. Las últimas entradas están disponibles y la expectativa no podría ser mayor para ver en acción a un artista que sigue redefiniendo los límites del arte.