
El 3 de octubre de 2024, el Movistar Arena de Buenos Aires se convirtió en el epicentro del guitar pop al recibir a Niall Horan, un artista que ha sabido captar la atención y el cariño del público desde su paso por One Direction. Después de seis años de espera, con una gira previamente interrumpida por la pandemia, los fanáticos argentinos finalmente pudieron reencontrarse con el cantante irlandés en el marco de “The Show Live On Tour”, un evento que prometía no solo nostalgia, sino también una muestra del crecimiento musical de Horan.
Desde temprano, los alrededores del estadio se llenaron de un mar de fans expectantes, ansiosos por vivir una experiencia única. Horan inició su show poco después de las 21:00 horas con “Nice to Meet Ya”, tema principal de su álbum Heartbreak Weather. Este inicio explosivo marcó el tono de la noche, que combinó lo mejor de su carrera en solitario con clásicos de su época en One Direction, generando un ambiente de celebración y alegría.
La producción del evento, a cargo de DF Entertainment, se notó en cada detalle. La escenografía, las luces y el sonido se alinearon para ofrecer una experiencia inmersiva. Durante el espectáculo, Horan no dudó en reconocer el apoyo incondicional de sus seguidores argentinos, elogiando su energía y hasta felicitando a la selección nacional de fútbol por su reciente victoria en el Mundial.

La noche continuó con un recorrido musical que abarcó sus álbumes, desde el reciente The Show hasta Heartbreak Weather. Un segmento especial dedicó su tiempo a interpretar temas de su nuevo disco, comenzando con “On a Night Like Tonight”, seguida de “Save My Life”, donde las influencias ochentosas se hicieron patentes, mostrando un Horan enérgico y comprometido con su música.
Una de las características más destacadas del concierto fue el momento acústico, donde el artista se despojó de la producción y dejó que su voz y su guitarra dominaran el escenario. Interpretaciones como “This Town” y “You Could Start a Cult” resonaron profundamente en el público, creando una atmósfera de cercanía y conexión emocional. En ese instante, Horan supo mantener la intimidad, haciendo que cada asistente se sintiera parte de su viaje musical.
A medida que la noche avanzaba, el setlist incluyó temas como “Heaven” y “If You Leave Me”, que llevaron a los asistentes a un viaje de recuerdos y emociones. Sin embargo, el momento culminante llegó con “Stockholm Syndrome”, un clásico de One Direction que desató la euforia en el público. Los gritos y aplausos resonaron en el Movistar Arena, transformando el espacio en un auténtico festín musical.
Como sorpresa final, Horan presentó “Everywhere” y “Meltdown”, ambos reconocidos por su conexión emocional con el público. Cerró la velada con un par de bises, incluyendo “Heartbreak Weather” y “Slow Hands”, dejando a todos con una sensación de satisfacción y alegría.