
Ser la madre de Lali Espósito, una estrella que pisa los escenarios más importantes desde la infancia, implica cargar con una etiqueta difícil de desprender: "la mamá de". Majo Riera atravesó esa identidad impuesta, resignificando su lugar y conquistando un espacio que no aparece en los créditos. "Pasé de ser Majo a 'la mamá de Lali'. Pero no soy solo eso", dijo en diálogo con Billboard Argentina, consciente de que detrás de ese título se esconde una historia de aprendizajes que el público nunca llega a conocer. Y su nuevo proyecto, Bien de familia, nace de esa necesidad, de "dar voz a quienes acompañan a los artistas en el detrás de escena".
Majo enfrentó todo a pulmón. Comenzó repentinamente a lidiar con giras, medios y, sobre todo, con la responsabilidad de cuidar todo aquello que rodea a un sueño ajeno sin perder su propia identidad. La maternidad la llevó a un territorio inesperado, donde tuvo que aprender a negociar contratos, comprender el funcionamiento de un mercado complejo y soportar el hateo, mientras cumplía el rol tradicional de madre; no solo de la cantante, sino también de Ana Laura y Patricio.
Su nueva propuesta se gestó desde esa experiencia. Se trata de un ciclo de entrevistas que recoge testimonios que visibilizan el rol de quienes acompañan a artistas desde el segundo plano. Personas que no eligieron la exposición, pero que cargan con una parte fundamental del trayecto artístico, por un lado son el sostén emocional, y, muchas veces, también se ocupan de la logística diaria que hace posible cada paso. "Conocí personas increíbles, como la de Marlene Montaner, a quien todos identifican como 'la esposa y mamá de', pero muy pocos conocen su verdadera historia", señala.
El lanzamiento del ciclo tuvo lugar en el Social Media Day, donde Majo participó del panel "Mujeres que inspiran", compartido con Patricia Jebsen y Loli Maraglia. Allí presentó públicamente la iniciativa y abrió el debate sobre los vínculos familiares en la industria del entretenimiento.
En 2020, Majo recibió un diagnóstico que cambió todo, cáncer de mama. En plena pandemia, decidió enfrentar la enfermedad en silencio pero acompañada de sus amores. La escritura, se convirtió en su forma de expresarse públicamente. "Me dieron la noticia cuando estaba en la peluquería y no supe cómo reaccionar, le tenía terror a la muerte, ya había vivido la experiencia con mi sobrina", recuerda. "Fue un momento de quiebre, donde elegí a la gente que quería tener cerca. Sané a través de mis vínculos y nuevas pasiones, como la escritura", suma.
Este fue el punto de partida para una reconstrucción más amplia. De aquel impulso inicial nació Fue un buen verano, un libro próximo a salir, que funciona como testimonio de aquella época. Luego llegó el podcast Dos pendejas de 50, que conduce junto a Pata Liberati, donde el humor y la experiencia se cruzan para desmontar estereotipos sobre la edad, el cuerpo y el deseo.
Y, en paralelo a su labor como productora al frente de Cinematica Films, dónde junto a SDO, crearon La Suerte de Loli para Telemundo, la cual fue nominada a los prestigiosos premios Emmy Internacional. Majo suma ahora una nueva faceta más cercana a la comunicación, con un enfoque propio y una sensibilidad forjada en la experiencia. Hoy, su nombre ya no aparece entre paréntesis, está firmado, visible y tiene un lugar propio.