Pensamos en Nick Drake como en alguien que descifró la auténtica belleza, y que después de reconvertirla en música, quedó encerrado en sí mismo hasta morir a causa de una depresión a los 26 años. Sin embargo, ahora contamos con nuevas herramientas para profundizar en su vida y obra, subestimada durante los setenta y redescubierta por la crítica gracias a la era digital.
Recuerdos de un instante (463 páginas) acaba de ser editado en Argentina por Malpaso: una biografía coral sobre el joven prodigio trabajada por su hermana Gabrielle, que recopila cartas familiares, memorias de sus allegados, fotografías inéditas, análisis musicológico, recortes periodísticos y letras traducidas.
El libro, agrupado en seis capítulos, avanza en espiral cronológico, partiendo desde los relatos de la propia Gabrielle sobre los orígenes de Nick (un padre ingeniero ferroviario, asentado durante años en Birmania y en la India, y una madre de “una timidez casi enfermiza”) y los de su amigo de la infancia en Warwickshire, Inglaterra, como Andrew Hicks (“Nick funcionaba mejor en el cara a cara, no entre gente chillando para hacerse oír entre la música a todo volumen”).
Al igual que la música de Drake, que prescinde de estribillos, el libro esquiva los lugares comunes de las biografías, sin preocuparse por orientar al lector en un sentido lógico y más enfocado en abordar su vida desde distintos planos, lo que permite trazar una radiografía cabal de su personalidad frágil y enigmática.
Así, Recuerdos de un instante se apoya en textos que echan luz sobre aspectos de Drake que su hermana ya había esbozado en el documental A Skin Too Few (2000): sus años de encanto y frustración como estudiante de Cambridge; su viaje iniciático con amigos a Francia y Marruecos, donde llegó a sentarse a la misma mesa que los Rolling Stones; y, por supuesto, el proceso de creación de sus tres discos de estudio, con énfasis en su situación emocional al momento de grabar cada uno: el optimismo en Five Leaves Left (1969), el inconformismo en Bryter Layter (1970) y el período ya oscuro de Pink Moon (1972).
Editada en tapa dura, Recuerdos de un instante es una obra colosal y de colección que ofrece más argumentos para pensar en esta era como la más fecunda en producción de textos que abarcan a la música. Malpaso, especialista en la materia, vuelve a dar el golpe.