En el marco de la gira mundial de Niall Horan, Maren Morris se presentó por primera vez en la Argentina. Dio un pequño show en el Luna Park antes del concieto del ex One Direction, y luego volvió al escenario para hacer “Seeing Blind”, canción que es parte de Flicker, álbum debut del británico. “Creo que mi música va con la de Niall porque en su carrera solista está más enfocado en el folk, y eso nos hermana”, comenta la estadounidense. “Siento que estamos mezclando los géneros, y ese es otro punto en común”.
“Mi música es también reflejo de todo lo que escuché y escucho. Crecí con las Spice Girls, Sheryl Crow, Shania Twain, Dixie Chicks y Johnny Cash. Todo eso de algún modo está presente en mis composiciones”, explica. Para la oriunda de Nashville, el country puede ser difícil de comprender si uno no nació en el “sur”; por eso, ella expande sus canciones hacia otros géneros. “Hay mucho del soul en mi forma de cantar. También se escuchaba mucho motown en mi casa”.
Mientras continúa presentando su último álbum, Hero, Morris logró hace unas semanas su mejor marca en el Top 100. Fue con “The Middle”, una canción que la unió con el DJ y productor Zedd. La canción alcanzó el puesto Nº5, y actualmente se ubica en el Nº15; además, acumula un total de 26 semanas en el chart.
“The Middle” llegó al Top 10 del Hot 100, ¿te lo imaginabas?
− No, soy fan de Zedd desde hace mucho tiempo. Siento que cada canción que hace es un hit global. Así que ser parte de “The Middle” es uno de los momentos más grandes de mi carrera. Sin duda ha introducido mi música a una audiencia más global, lo que es genial. Sentí como si hubiera probado unos zapatos nuevos por un rato. Pero con mi música, la que estoy escribiendo para mi próximo álbum, no se pierde la esencia más country, aunque juego con el pop, el R&B y el soul. Mi música siempre ha sido muchas cosas diferentes.
¿Cómo te sentiste rompiendo la barrera de la electrónica?
− No es muy común que alguien cruce el country con el pop, y menos con la EDM. Pero cuando pasa, el resultado siempre es increíble: se crean grandes canciones. No sentí ningún miedo de colaborar con Zedd. Yo solo quería una oportunidad, porque la canción es muy pegadiza y divertida. Quería cantarla con el corazón y hacer justicia por la canción, que es realmente muy buena. Sentí que logré eso, y además, la gente pudo escuchar otro costado de mi voz en este track.
¿Cómo fue el trabajo vocal?
− Pasamos dos horas cantándola. Zedd vino a Nashville a grabar mis voces. Él es muy preciso, pero tampoco quería que me excediera y la hiciera perfecta. Le gustaba que mi voz tuviera algunas imprecisiones, algunos quiebres. Creo que eso se nota mucho en la canción, por más pop que sea, se pueden escuchar las partes ásperas de mi voz. Y siento que eso es lo que hace que la canción suene diferente.