En noviembre del 2019, Malena Villa lanzó su single debut, “Sabe Mal”, primer corte de La Negación. Así, oficializó una nueva orilla de una artista antes encasillada en la actuación. A su vez, el trabajo discográfico completo abrió más puertas a través del funky bailable de “Lindos Problemas”, la suavidad del bolero “Salvaje”, el strong reggaeton de “Preso”, la “Sad Balada”, y la lista sigue. En fin, La Negación también le otorgó la medalla de la versatilidad.
Camino al primer aniversario de su ópera prima, Malena Villa ya está dando las últimas pinceladas de su segundo disco. Con cuidado, sin anticipar más de lo que puede decir, revela que nota una mejora en la escritura y la composición: “Trabajé desde canciones compuestas o fueron saliendo solas, pero tenía muy claro el sonido que quería buscar”.
Malena lleva una carrera 360º: la música genera un perfecto equilibrio con la actuación, la moda y, por supuesto, los amigos. Sin embargo, se encuentra cada vez más disciplinada en sus canciones: “Hay un crecimiento simplemente a raíz de hacer el ejercicio”, argumenta.
Sacaste tu disco debut en pandemia y te subiste al escenario después de algunos meses, ¿cómo fueron estos primeros shows como música?
Siempre me he subido a escenarios, lo he hecho para cantar. Pero sí, con los chicos nos juntamos mucho a ensayar antes de sacar el disco. Empezamos a tocar en algún que otro festival, la banda estaba aceitada hace un tiempo. Mi objetivo fue tener una banda de talentosos y que todos suenen bien, priorizar el show en vivo.
Ahora que ya pasó casi un año de La Negación, ¿qué esperabas que pase y qué pasó finalmente con tu primer disco?
Fueron distintos procesos y expectativas. Terminé el disco y saqué el primer single al mes, “Sabe Mal”. Ahí sí había mucha ansiedad y expectativas, porque era lo primero que yo sacaba como artista musical. Había un peso, una carga de no entender bien qué había pasado. Cuando salió el disco sí, fue otra sorpresa para el otro lado. No esperaba esa repercusión y respuesta de la gente. El proyecto musical creció un montón después de sacar el disco. Fue muy diferente la repercusión que generaron los primeros singles de la que generó el disco.
Decís que fueron las primeras ocho canciones que escribiste, ¿hoy te considerás más compositora, más música que antes?
Sí, ahora sí. Por completo. Creo que en la experiencia del disco me transformé en una compositora porque escribí mis canciones, las hice yo junto con otras dos personas, pero las compuse yo y no entendía bien lo que estaba haciendo. Pensaba que lo estaba haciendo mal todo el tiempo. Ahora, viéndolo con distancia, digo: “Eu, yo escribo. Y escribo medianamente bien”. En algún punto aprendí a hacer el ejercicio. Y componer es un ejercicio interesante. En ese sentido, tengo el objetivo de superarme todo el tiempo. Noto una mejora en la escritura y la composición del nuevo proyecto, sobre todo en la escritura. Le mando algo a mi manager y me dice: “che, ¿eso lo escribiste vos?” y sí. Hay un crecimiento. Hay un crecimiento simplemente a raíz de hacer el ejercicio.
¿Estás yendo detrás de un nuevo concepto?, ¿cómo estás trabajando lo nuevo?
Estoy casi cerrando el segundo disco. Fue muy distinto el proceso al anterior. Fue muy concreto lo que quería hacer. Trabajé desde canciones compuestas o fueron saliendo solas, pero tenía muy claro el sonido que quería buscar. Quizá en el primer disco hubo más prueba, canciones más random, sonidos diferentes. En este proyecto, encontré lo que quiero hacer ahora. Quizá el que viene es otra cosa. Ahora persigo un sonido y son dos conceptos que tengo muy claros.
Hablás de que “estabas probando” en el primer disco, pero creo que es una gran primera obra y demuestra tu versatilidad, hay un tema para todo…
Hay mucho de eso porque era yo experimentando con la música y de la nada decía: “vamos a hacer un bolero” o “¿puedo hacer un tema pop?”. Más desde la experimentación. Estaba experimentando hacer música y queriendo hacer todo.
Entonces ahora estás definiéndote un poco más…
Sí, tampoco es que estoy definiendo mi estilo para siempre. Es como si te dijera que ahora voy a hacer un disco “Sad Balada” y un disco “Lindos Problemas”. Darme cuenta que me gusta hacer canciones pop, movidas, funkies, bailables; y también me gusta hacer sad baladas. Profundicé en esas dos cuestiones.
¿Y qué cantás en tu casa cuando no estás trabajando?
Desde que empecé a hacer música dejé de agarrar la guitarra para tocar canciones de otros. Esa es la cagada de profesionalizar las cosas. Cuando me dedicaba solo a la actuación, la guitarra era mi hobbie y mi forma de escape. Hoy no sé si sigue siendo mi lugar de escape. No es que no exista ese momento, de repente me copo con un tema y lo hago cover para el show, pero ya no es tanto divagar con la guitarra. Me sale una progresión de acordes o una melo y la anoto. Es más productivo. Mi lugar de escape ahora son los videojuegos, mis amigos, el alcohol, no sé. Cosas no tan productivas.
En el Hipódromo de Palermo versionaste “Perfecto” de Sen Senra, ¿qué más estás escuchando hoy?
A él ya no lo escucho más, lo quemé fuerte (se ríe). A raíz de escucharlo mucho, me empezaron a aparecer muchos artistas españoles en Spotify. Marc Seguí, Rusowsky, descubrí una banda española que no tenía idea que existía, “Tu otra bonita” y su disco “Crema”, que tiene una onda medio flamenquera. Muy copada con la música española.
¿Qué opinás de lo que pasó con C Tangana?
Desde Rosalía que conecto con eso, y ya antes del disco de Tangana comencé a conectar con el flamenco viejo, con Cigala, Lola Flores y muchos artistas más. Lo que hizo Tangana me pareció una locura. Traer las raíces de España a un sonido más pop y moderno me parece espectacular, pero también estoy flasheando con estos artistas que te digo porque están haciendo un pop español que está bárbaro. No sé qué está pasando en España, pero es bárbaro.
¿Te ves trayendo tus raíces a la música?
Yo me llamo Malena por el tango. Mi viejo es muy tanguero, mi hermana se llama Grisel por otro tango también. Pero creo que al tener esa imposición, no conecté tanto con eso. Aunque hay algo de la esencia que hace que salga sola. Últimamente me está pasando, estoy en el estudio y tiro una melo y los productores me dicen que es re tanguera. Pero no lo estoy forzando tampoco.
¿Cuál es tu tema preferido del disco?
Va cambiando. Ahora los quiero a todos. “Sad Balada” es uno de mis prefes, “Sabe Mal” también. Fue el primero, porque fue el último que hice del disco. Los temas van pasando y van quedando un poco viejos con tanta escucha, entonces los últimos me suelen gustar más. Viendo un poco en perspectiva, mis preferidos son esos dos y “Lindos Problemas” también.
¿Cómo viviste la experiencia de Carolina Herrera? Hablaste de la juventud como actitud, ¿cómo te ves de grande?, ¿creés que podés conservar tu juventud?
Estuvo bárbaro, fue muy divertido. Nos juntamos un día a grabar todo lo que se vio, fue todo un día de trabajo. Estaba Male Sánchez, que es mi amiga; los conocí a Seven (Kayne) y a Fran Stoessel, que no los conocía y nos llevamos muy bien. Fue como una juntada con los pibes, divertido y ameno. Fue un programa. Pensé que iba a laburar, pero estuvo muy divertido. La pasamos joya.
No me imagino de grande, de vieja. A veces un poco, pero no me veo. Quizá no llego, nunca se sabe. Siempre me han dicho que soy vieja de alma, fuerte. Siempre me junté con gente mucho más grande. De chica me lo decían en los rodajes, tengo esa esencia. No me imagino de vieja, porque va a haber un punto en el que no pueda crecer más de alma. Siempre fui una vieja mental. Quizá voy decreciendo mentalmente. A más grande, más niña. Pero todo mental.
¿Qué tal la moda?, ¿te ves con tu marca propia el día de mañana?
Me gusta mucho la moda, vestirme y todo ese flash me divierte, no sé si me gusta modelar. Hacer campaña sí, hacer passarella nunca hice. Tener una marca es mucho trabajo, me gustaría quizás alguna cápsula, diseñar algo puntual con alguien. No sé si dedicarme al rubro.
Antes de sacar el disco optaste por tomar solo laburos de actuación que te entusiasmen para enfocarte en la música, ¿hoy cómo estás de prioridades?
Hoy estoy actuando bastante. Estábamos haciendo una obra que se tuvo que suspender-reprogramar-nadie sabe bien qué, pero el lunes que viene me voy a filmar una película de dos meses a Córdoba. Pero me organicé con el disco para poder irme tranquila.
Entre tus planes de este año, ¿tenés alguna expectativa?
Estoy muy orgullosa. Tranquila también, intento no ponerme ansiosa. Pero estoy muy orgullosa de las canciones que hemos hecho y los feats, que son increíbles. Tengo muchas ganas de que escuchen lo nuevo, siento que es un escalón más. Sé que es superador, estoy muy contenta. Tengo ganas de que lo escuchen ya, pero prefiero trabajarlo bien y que nadie me pueda decir nada al respecto (se ríe).
Por Josefina Armendariz