
Sam Smith publicó su nuevo sencillo “To Be Free”, una canción acústica que retoma una estética de grabación casi documental: una sola toma, voz y guitarra, sin retoques. El tema fue compuesto junto a Simon Aldred, colaborador habitual, y quedó afuera de su anterior disco Gloria porque, según cuenta Smith, no pertenecía a ese mundo. Durante los últimos cinco años, sin embargo, la canción se mantuvo viva en su repertorio personal, como si su publicación hubiese estado esperando el momento exacto.
El texto de “To Be Free” parte sobre el cauce de un río. Sam lo asocia a su infancia en la campiña inglesa, a su mudanza a Londres y a su vida actual junto al Hudson. De ahí surge una lectura más amplia: la música como corriente ininterrumpida, como cauce emocional y forma de permanencia. En palabras del artista, “esta canción se convirtió en mi hermana, en mi familia”.
El lanzamiento coincide con el anuncio de una residencia de doce noches en Warsaw, un histórico recinto ubicado en Brooklyn. Titulado To Be Free: New York City, el ciclo buscará replicar en vivo la intimidad del nuevo sencillo. Warsaw fue también el escenario elegido para el videoclip oficial, dirigido por el colectivo francés (LA)HORDE -quienes ya habían trabajado con Smith en “Unholy”- y protagonizado por el coro TwoCity Chorus, formado por voces de Filadelfia y Nueva York. El colectivo fue curado por Brandon Pain y cuenta con la producción vocal de Ant Clemons, otro nombre habitual en la órbita creativa de Sam.
“To Be Free” llega después del reciente álbum en vivo BBC Proms At The Royal Albert Hall, registrado en junio de este año, y amplía la línea de trabajo que Smith viene desarrollando desde Gloria. Si aquel disco parecía tensionar los límites de la música pop para volverla espacio político, espiritual y queer, este nuevo material profundiza esa línea desde la reducción, como si la máxima expresión de libertad artística consistiera en despojarse.