
Dos referentes indiscutidos de la canción latinoamericana concretaron al fin un deseo largamente postergado: Jairo y Silvio Rodríguez grabaron juntos "El Unicornio", clásico del artista cubano que, desde su lanzamiento, se volvió un himno universal sobre la pérdida de la inocencia y la búsqueda de un ideal. La nueva versión, arreglada y producida por Lito Vitale, suma un guiño entrañable a la historia personal de Jairo: versos en francés interpretados por él, que trazan un puente con la grabación que realizó en 1986.
La colaboración llega como síntesis de una amistad y admiración mutua que nació hace años. "Lo vi a Silvio en el Teatro Mogador de París, y estuve charlando con él al terminar el espectáculo. Después nos vimos en Buenos Aires, en el Hotel Panamericano, donde él vino a mi habitación y charlamos un rato largo. Yo ya había grabado 'El Unicornio' en Francia. Ahí me invitó al Luna Park, donde él cantaba al día siguiente. Había varios cantantes, y él me preguntó si cantaría una canción. Mirá qué casualidad, cantamos 'Canción urgente para Nicaragua', con Juan Carlos Baglietto, que grabé al regresar a París", recuerda Jairo.

La impronta de Vitale en la producción realza el carácter emotivo y atemporal del tema, con una orquestación sobria que respeta la melodía original y abre espacio para el diálogo de voces entre Jairo y Silvio. El pasaje en francés, lejos de ser un adorno, opera como un puente poético entre épocas: la de aquel registro solista de los '80 y el presente de esta reunión tan esperada.
El lanzamiento está acompañado por un video dirigido por Alejandro Bustos. Con su técnica de "arte con arena", el realizador compone y descompone figuras sobre un lienzo luminoso para llevar la obra a una nueva dimensión estética, subrayando los matices más nostálgicos y oníricos de la canción. El trazo efímero de la arena —que nace, se transforma y se desvanece— dialoga con el espíritu del unicornio como símbolo de lo perdido y lo que aún buscamos.
Más que una relectura, esta "El Unicornio" conjunta es una celebración de la canción latinoamericana como territorio común. Un encuentro entre dos voces fundamentales, una producción cuidadosamente curada y una pieza audiovisual que amplifica la emoción con lenguaje propio. Un clásico vuelto a nacer, sin perder su corazón original.