
Denom, uno de los raperos más destacados de la escena urbana española, estrenó “Kintsugi” su cuarto álbum de estudio y el más íntimo y personal hasta la fecha. Un trabajo cuya declaración de intenciones queda clara desde el propio título: *Kintsugi* es una técnica japonesa que repara piezas de cerámica rotas con oro, celebrando las cicatrices en lugar de ocultarlas.
A lo largo de las once canciones que componen este nuevo trabajo, el artista madrileño se desnuda emocionalmente para mostrar al mundo todo lo que lleva dentro. Con orgullo, comparte las marcas que le han dejado el tiempo y las vivencias. Este disco propone un viaje dividido en tres etapas claramente diferenciadas: el dolor, la introspección y la aceptación.
El álbum ha sido concebido íntegramente en Japón, y sus videoclips —grabados en Tokio— son clave para comprender la narrativa del proyecto, aunque no sigan el mismo orden que el tracklist
La influencia oriental se percibe tanto en el concepto como en ciertos sonidos que se funden con el estilo inconfundible de Denom, quien, atravesando un proceso de duelo, ha dado forma a un trabajo profundamente emocional. Para ello, se ha rodeado de personas de su máxima confianza. El diseño de la potente portada, cargada de simbolismo, fue realizado junto a su madre (Carmen Palacios), su tía (Rocío Jiménez) y él mismo. La fotografía fue tomada por su cuñado (David García Fernández), mientras que la edición y maquetación estuvieron a cargo de su hermana (Violeta G.P.).
“Kintsugi”, ya disponible en todas las plataformas digitales a través de ONErpm, es una demostración palpable de que el dolor puede transformarse en belleza. En este caso, en once canciones con las que Denom consolida aún más su posición en la escena musical española, donde su talento y sonido son inconfundibles.