
Babethoven es el alter ego de Andre Garcia. El artista argentino-mexicano asentado en el mítico condadoestadounidense de Orange, tiene solo 20 años y una habilidad poco común: convertir la ansiedad digital en algo que se puede bailar sin perder el hilo emocional.
Su primer videoclip, "Young Feather", producido por Adam Castilla y Brick Mansion, es una especie de espejo pixelado donde muchos van a verse reflejados. No hay moraleja explícita, pero sí una pregunta flotando: ¿cuánto de nosotros queda después de tanto scroll?
La canción es una mezcla elegante de piano clásico con beat moderno, como si un bolero se hubiera escapado a una rave minimalista. Con algo de Harry Styles en la soltura, y un poco de Lauv en la melancolía, Babethoven destaca realmente es por su voz grave y envolvente, que no necesita gritar para que ser escuchado, como si te hablara desde el rincón más lúcido de tu cabeza, ese que a veces preferimos ignorar.
El videoclip, por su parte, es una experiencia sensorial que se mueve entre lo onírico y lo claustrofóbico. El joven artista aparece corriendo, atravesando proyecciones que lo envuelven como si fueran recuerdos digitales o pantallas abiertas en segundo plano.
Loops de información, paisajes artificiales, fragmentos de una vida vivida a través de filtros. Todo está diseñado para confundir, para atrapar. Pero él corre, y en esa fuga hay una búsqueda de algo más real, más táctil, más humano.
La letra de "Young Feather" habla de ese momento en el que te das cuenta de que estuviste todo el día pegado al celular y te invade una necesidad urgente de salir, de tocar algo que no tenga wifi. "Young Feather" es una invitación a mirar hacia adentro y preguntarse qué realmente propio queda después de tanto algoritmo.
El camino musical de Babethoven comenzó por casualidad. En plena pandemia, Andre se fracturó un brazo y, durante esa pausa obligada, encontró en el piano un nuevo lenguaje. Se obsesionó y aprendió solo, inspirado por Billy Joel y Elton John. Así fue moldeando un estilo propio que mezcla lo clásico con lo contemporáneo. Su música suena actual, pero no pasajera, tiene peso, pero no se impone, es una conversación honesta en medio del ruido.
Con una formación marcada por lo teatral, Babethoven se prepara para una gira a finales de 2025 que lo llevará por las costas este y oeste de Estados Unidos. Su propuesta, centrada en el piano y cargada de profundidad emocional, busca conectar con audiencias de todo el mundo a través de una experiencia musical tan íntima como impactante.