La última vez que La Polla Records visitó Argentina fue en el año 2000. Tres años después se separarían. Este 8 de febrero de 2020, veinte años más tarde, la banda española liderada por Evaristo Páramos regresará a Buenos Aires para reencontrarse con sus fieles fanáticos y toda una nueva generación que ha soñado durante años con este momento.
La mítica banda de punk se reunió en 2019 y, además de regrabar sus más emblemáticos temas en Ni Descanso, Ni Paz! y estrenar un nuevo sencillo, se embarcaron en una gira con la que celebran su 40° aniversario. Antes de su llegada al país, conversamos con Evaristo y esto fue lo que pasó.
Si bien has seguido activo en la música a través de Gatillazo ¿Cómo ha sido volver a tocar de nuevo todos esos temas legendarios de La Polla Records?
Bueno, al principio un poco disléxico, porque estamos ensayando con La Polla y tocando con Gatillazo, y tres estamos en los dos grupos. El batería (Tripi), el guitarra (Txiki) y yo estamos en los dos grupos, ha sido un poco así, en ese plan. Luego, lo que es de por sí volver a tocar con La Polla, pues, al principio pasamos un poco de pena, en los ensayos, pero luego, a base de ensayar en el viejo estilo de La Polla, hemos conseguido fallar lo menos posible.
¿Y cómo te has sentido sobre el escenario?
Pues, muy bien, el rollo muy bien. Un poco extraño al tocar tan seguido en sitios con tanta gente. Ya habíamos tocado antes para mucha gente pero era una de cada mil. Tocar solo en recintos grandes, que están hasta la bola de gente, es bueno, pero nosotros somos más de agachar la cabeza.
¿Qué es lo que más recuerdas de aquellos shows en Argentina?
La potencia que tenía la gente en los conciertos, como si estuvieran viendo a su equipo de fútbol, como si fueran hinchas de fútbol. Una cosa sorprendente. Nosotros aquí (en España) tocábamos y la gente se nos quedaba mirando, como más fríos. Había sus conciertos y sus días de luna llena pero, en general, eran mucho más fríos. Cuando íbamos para allá, pues aquello era la hecatombe. Eso es lo que me acuerdo y está bien ver esa potencia si nadie se hace daño.
Tus letras siempre fueron directas y de lenguaje fuerte ¿Cómo crees que habría sido la recepción del público si La Polla hubiese surgido en esta época?
Hubiese sido catalogada de machista, leninista o cualquier cosa de estas. Solo el nombre habría sido absolutamente imposible, ¿a dónde vas llamándote La Polla? Me miraría y díría: pues no sé, es que nací así, soy un heterosexual atrapado en el cuerpo de un hombre (risas). Hoy en día nos hemos vueltos muy quisquillosos con todo tipo de temas. Soy tan ignorante que me hace gracia todo y me parece fenomenal no saber nada de esa mierda. Me parece que todo el mundo se ha vuelto un poco gilipollas.
¿En aquella época tuvieron algún tipo de censura por parte del gobierno o la sociedad?
Sí, el gobierno, los organizadores de conciertos, un poco por todas partes. La imbecilidad fue transversal. Esa es una palabra que me gusta mucho usar porque me parece otro gran triunfo del sistema. Lo transversal es como los pinchos morunos, que lo mismo atraviesa un pedazo de carne que una aceituna.
Luego, ya cuando empezó a haber una escena alternativa, que aquí no había, pues también tuvimos encontronazos de todo tipo. Aunque nosotros tampoco éramos muy de pelear ni teníamos unidad de criterio, ni éramos una banda formada ideológicamente. Es muy gracioso que cuando venían a pelear se encontraban el vacío. Pasaban y no nos enterábamos, pasaban a través de nosotros (risas).
Nos hemos reído un poco también con la tontería. También la hemos pasado mal, claro, pero hemos visto gente muy interesante, gente que merecía la pena haber conocido y también una cuadrilla de giles de mucho cuidado, para preocuparse. Y no descartamos encontrarnos con más porque no queremos morir mañana.
¿Cuál sentís que fue la mejor época de La Polla?
Los primeros conciertos son insuperables. Tocar la primera vez, en aquellas condiciones, en aquel mundo, donde nosotros tocamos en nuestro puto pueblo de tres mil y pico de habitantes, con aquellos altavoces de mierda sin tener ni puta idea de tocar, el batería no podía mover el pie y las manos a la vez, así que decidió tocar solo con las manos, el bajista tocó con un punto que le pintamos en la esquina para que tocara, porque tocando ahí, solo esa nota, era donde más se parecía a todas las canciones, y una serie de cosas que hemos hecho que se ven absolutamente imposibles.
Pero si, me parece que fue alucinante. Además todo el público que había era con la gente que teníamos conflicto en el pueblo porque éramos los raros. Igual que en ese concierto me lo he pasado muchas veces, pero mejor, jamás.
Me contabas que La Polla no era una banda formada ideológicamente. Sin embargo, muchos te catalogaron de anarquista, ¿qué pensás al respecto?
Yo, anarquista, comunista, he sido de todo, según me han dicho. En realidad tengo un nombre muy bueno para eso: anarquista, comunista, yo soy Evarista. Si me llamara Juan, no habría rima. Te digo una cosa que descubrimos hace años, que nos paguen está muy bien. Cuando la gente anda moviendo dinero en un rollo de estos, el grupo debe llevarse una parte, no es una cosa como para suicidarse ni para sentirme mal, me siento fenomenal y sigo pensando lo mismo y mientras tanto pues vivo en este mundo. Tengo una hija pequeña y dos hijas mayores, y yo peleo por mis ideas y peleo cada día.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere tocar punk?
Le diría primero que intentara buscarse la vida de otra manera para poder hacerlo puro y si no pudiera pues que mirara dónde estaba la plata y que sacaran lo más posible para el grupo, porque el grupo se lo merece. Luego, de música no tengo consejos que dar, solo que lo hagan como ellos quieran.
¿Cómo viene ese listado de canciones? ¿Cuánto dura hoy en día un show de La polla?
Pues, este es un chiste malo, pero depende de la velocidad del batería (risas). Serán como una hora y 50, entre una tontería y otra nos tiraremos dos horas. Depende qué día sea, queremos acabar con una canción, otro día con otra y así. Creo que actualmente estamos con 43 canciones que duran más o menos eso, le tomamos medida una vez, pero ahora no me acuerdo, porque llevo un mes sin ir a ensayar ni nada, pero bueno, el jueves me toca (risas) y luego también porque metemos una cancioncita de introducción y otra cancioncita para el final. Estaremos un par de horas.