«Chicos, ¿tienen entradas para vender? No quiero hacer la fila», preguntó un muchacho que rondaba la entrada del Teatro Vorterix. Eran las 20:30 del sábado y la presentación del nuevo disco de Turf se volvió un evento codiciado por las decenas de personas que hacían una cola de más de una cuadra para comprar entradas minutos antes del comienzo. «Hay reventa en puerta», dicen asombrados algunos testigos. Es que el rumor de que habría un invitado de lujo había movido el avispero. El chisme terminó siendo real y el show de tres horas obtuvo su destaque distintivo que lo hizo histórico y especial.
Charly García apareció de sorpresa en el escenario cerca de las 23 h, tras dos horas de odisea galáctica de la mano de Turf. Joaquín Levinton comandó el show que dio a conocer en vivo los nuevos temas de la banda, que llevaba 10 años sin lanzar material inédito. “Me pone muy contento que le gusten los temas nuevos tanto como los que ya conocen. Si no sería un rebajón», confesó el cantante después de abrir con la tríada de “Hablo solo”, “No robes mi tiempo” y “Porque te quiero”.
Con mamelucos negros manchados de plateado, anteojos oscuros y un show de luces que producía la sensación de estar observando un espectáculo intergaláctico, la Odisea de Turf se lució en todo su esplendor. El público, en su mayoría seguidores de la primera época, fueron fieles espectadores de las canciones nuevas, pero el aliento y los cantos los expusieron en los clásicos de siempre.
Un grupo selecto de fans llamaba la atención entre todo el gentío. Entre las 1500 personas, diez niños y niñas que promediaban los 12 años armaron su propio pogo en “Cuatro personalidades” y bailaron descontrolados el tema lanzado antes de su nacimiento. Parecería que Turf ya cultiva una nueva generación de seguidores fieles a los orígenes de la banda.
Cuando ya habían pasado dos cambios de vestuario y 13 temas, y todo parecía estar llegando a su fin, los músicos pidieron a los presentes que «esperen ahí paraditos unos momentos». Se cerraron las cortinas y se escuchó una voz muy conocida por los parlantes: «Empieza la destrucción», anunció Charly sentado en su majestuoso trono que incluye teclado.
Los aplausos fueron inmediatos y el coro general al ritmo de «Olé, olé, olé´, Charly» contagió la energía latente de abajo del escenario a los emocionados músicos. “Substitute”, el cover de The Who, fue el tema elegido para empezar, seguido por “Chiquilín” y “Me siento mucho mejor”. Un triple sonoro que hizo de los 20 minutos a pura música y poca charla un disfrute del «Say No More».
Mientras que a García se lo vio cómodo tocando y muy concentrado; Levinton funcionó como apoyo vocal y Leandro Lopatín se lució en la guitarra. Dos habitués del soporte del ex Sui Generis y que participaron en la grabación de su último disco Random (2016), Nicolás Ottavianelli y Fernando Caloia, también estaban sobre las tablas.
El regalo de Turf a sus seguidores fue la coronación del show que terminaría siendo una fiesta. Tras el paso de García, la euforia abajo y arriba del escenario explotó bailando “Pasos al costado”, “Loco un poco” y “Yo no me quiero casar, ¿y usted?”.
Me hacés sentir