El abanico de genios creativos en la música popular puede reducirse a tantos nombres como exigentes nos pongamos. Pero por más acotado que sea el espectro, Brian Wilson siempre va a estar entre los candidatos.
En el ocaso de su carrera, el exlíder musical de los Beach Boys está embarcado en la gira de celebración por los 50 años de Pet Sounds, una obra de referencia para cualquier melómano que se precie. Después de pasar por Oceanía, Asia y Europa, Wilson aterrizó en Estados Unidos para iniciar el largo tramo por su país natal (va a terminar el 15 de octubre en California), y lo hizo en el Northside Festival, un evento solidario anual que tuvo lugar en el parque McCarren de Brooklyn, Nueva York.
Si la edad es un condicionante para el estado físico de un músico, en el caso de Brian Wilson, lo es aún más. Sus problemas auditivos y psicológicos plantean un desafío para la banda que lo acompaña –incluido Al Jardine, otro ex Beach Boys–, que no sólo se ocupa de ejecutar con extrema precisión cada nota del complejísimo Pet Sounds, sino también de lidiar con los destiempos de Wilson.
Hay momentos en los que el espectador está más pendiente de que Brian no se equivoque que de disfrutar del show. Su salud es frágil y todos lo saben, pero lo importante es su presencia, que es magnánima, y que también da lugar para el lucimiento de sus músicos, responsables de alcanzar picos emotivos en clásicos como Sloop John B y God Only Knows, o en fragmentos instrumentales como Pet Sounds o Let’s Go Away For a While.
El menosprecio de Brian Wilson por su propia obra se percibe con algunos comentarios que hace antes de presentar cada tema. “Esta es solamente una canción tonta que un enamorado le canta a su chica”, dice antes de empezar la perfecta You Still Believe in Me.
Si bien el segmento Pet Sounds es el más importante de la noche, el show se complementa con otros clásicos como Good Vibrations, Surfin’ Usa, California Girls –una de las favoritas de Wilson– y Fun, Fun, Fun. También se destacan los dos aportes del invitado, Blondie Chaplin: Wild Honey y Sail On, Sailor.
Antes de su performance en el Boston Symphony Hall –uno de los teatros con mejor acústica en el mundo– las autoridades locales homenajearon al protagonista de la noche al decretar el 17 de junio –fecha del show– como el “Día Brian Wilson” en Boston.