En su cumpleaños número 83, recordamos la historia del artista que cambió una época.
"Aquel que no está ocupado naciendo, está ocupado muriendo", escribió Bob Dylan en "It’s alright Ma" en 1965. Una de las tantas frases que explican por qué ganó el Nobel de Literatura 2016. Su cambio en la cultura durante los años 60 y 70 fue radical: revolucionó la música folk y abrió nuevos horizontes al fusionarlo con el rock. Eric Clapton, Bruce Springsteen, Tom Petty, entre otros, no hubieran existido sin él. Con sus ideales de combatir el capitalismo y la desigualdad, llevó su música a otro nivel, convirtiéndose en uno de los artistas más importantes del siglo XX.
Sus primeros pasos en la escena musical fueron en 1961 con su álbum debut homónimo, que combinaba canciones tradicionales y composiciones originales. Sin embargo, fue su segundo disco, The Freewheelin’ Bob Dylan (1963), el que lo consolidó como la voz de una generación. Himnos como "Blowin’ in the Wind" y "A Hard Rain’s a-Gonna Fall" se convirtieron en la cara de los movimientos por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam.
La carrera del compositor dio un gran giro en 1965, cuando decidió abandonar su característico sonido acústico en favor de la guitarra eléctrica. Esto se evidenció en su obra Bringing It All Back Home y se consolidó con el lanzamiento del sencillo «Like a Rolling Stone». La cúspide de la polémica tuvo lugar en el Newport Folk Festival de 1965, donde Dylan se presentó con una banda de sonidos eléctricos, enfrentando abucheos y rechazo por parte de una audiencia que se sintió traicionada.
Algunos espectadores argumentaron que los abucheos se debieron a la calidad del sonido, que no cumplía con las expectativas, mientras que otros señalaron una resistencia al cambio de estilo musical, percibiendo una pérdida de autenticidad en su obra. Sin embargo, este evento marcó una fractura en la comunidad folk y simbolizó el comienzo de una nueva era en la música.
Rebelión en el escenario
La controversia no se limitó a Newport. Conciertos posteriores, como el del estadio Forest Hills en Nueva York, también generaron reacciones encontradas entre sus seguidores. Sin embargo, con el tiempo, muchos críticos y fanáticos consideran que estas innovaciones fueron cruciales para la evolución artística de Dylan y para el desarrollo del folk rock como género musical. Álbumes como Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde son ahora aclamados como obras maestras del género.
La rebeldía de la estrella reflejaba los conflictos culturales y estilísticos de su época. A través de su música, se convirtió en una figura de la libertad artística y la innovación en la música contemporánea. Sus álbumes de los años 60 y 70 vendieron millones de copias en todo el mundo y su influencia se extendió a artistas como los Beatles, quienes comenzaron a explorar temáticas más profundas en su música tras escuchar a Dylan.
Hoy, Bob sigue siendo una figura icónica en la música y la cultura popular. Vendió más de 125 millones de discos en todo el mundo y recibióinnumerables premios, incluyendo el Premio Nobel de Literatura en 2016 "por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción americana".
Como dijo Bruce Springsteen, "tenía la visión y el talento para hacer una canción pop que contuviera el mundo entero. Inventó una nueva forma en que un cantante pop podía sonar, rompió las limitaciones de lo que una grabación podía lograr y cambió la cara del rock and roll para siempre". En su 83.º cumpleaños, celebramos a Bob Dylan no solo como un músico, sino como un innovador cultural que transformó el folk y abrió el camino para el rock como una forma de arte seria.