
Olivia Rodrigo es una máquina.
Mientras la mayoría de los artistas aprovecharía para tomarse un merecido descanso después de llevar su disco de gira por el mundo durante más de un año, Rodrigo decidió que aún no era momento de bajar el telón tras finalizar el GUTS Touren 2024. En marzo, inauguró una maratón de festivales con su presentación en Lollapalooza Chile, la primera de las 18 fechas como cabeza de cartel que tiene agendadas para 2025. Luego de un puñado de shows por América Latina, la cantante regresó a Estados Unidos para presentarse el sábado 7 de junio en la segunda jornada del Governors Ball, en Nueva York.
Sin embargo, su debut en el festival neoyorquino no estuvo exento de dificultades -sobre todo para sus fans. Las intensas lluvias y tormentas eléctricas obligaron a los organizadores a retrasar la apertura de puertas de las 11:45 a.m. a las 4:30 p.m., lo que dejó a decenas de seguidores que habían llegado temprano en busca de un lugar privilegiado frente al escenario esperando durante horas fuera del recinto. Como consecuencia, varios shows de la tarde fueron recortados o directamente cancelados.
El show de Rodrigo, originalmente pautado para las 8:30 p.m., fue reprogramado para las 9:25 p.m., justo después de la presentación de Feid en el escenario Kiehl’s.
Cuando finalmente subió al escenario principal, vestida con un deslumbrante conjunto rojo de dos piezas, Rodrigo desplegó una energía rockera que recordó a figuras como Avril Lavigne y Gwen Stefani en sus mejores épocas. Durante casi una hora y media, fusionó sin esfuerzo sus himnos pop-rock con sus baladas más íntimas, manteniendo hipnotizado a un público multigeneracional mientras alternaba entre guitarra, piano y coreografías llenas de vitalidad.
Regreso a los 80 con David Byrne
Una hora después de que “We Got the Beat” de The Go-Go’s sonara como parte de la playlist previa al show, Rodrigo sorprendió con otro guiño a los años 80. Tras una emotiva interpretación de “favorite crime”, presentó al legendario David Byrne para un inolvidable dueto de “Burning Down the House” de Talking Heads. El ícono de 73 años, vestido con una remera blanca y un overol rojo -a tono con el atuendo de Rodrigo-, compartió versos con la cantante y se movió alegremente por el escenario. Rodrigo incluso se animó a imitar algunos pasos icónicos del ex Talking Heads.
La santa trinidad de las baladas
El set comenzó con “obsessed”, canción incluida en la edición deluxe de GUTS, y continuó con la favorita de los fans “ballad of a homeschooled girl”. Luego, Rodrigo bajó la intensidad para entregarse a una suerte de trinidad sagrada de baladas. Sentada frente a un piano de cola, interpretó “vampire”, preparando el terreno para uno de los momentos más emotivos de la noche: “drivers license”, su primer número uno en el Billboard Hot 100. “Pienso en mi vida como un antes y un después de esta canción”, confesó. El cierre de ese bloque íntimo llegó con “traitor”, otra favorita de su debut SOUR, coreada a viva voz por el público.
“So American”, un guiño a Louis Partridge
Antes de cantar “so american”, tema de GUTS (spilled), Rodrigo contó que escribió esa canción mientras se enamoraba de “un chico”. Muchos fans especulan que se trata de Louis Partridge, el actor británico con quien mantiene una relación. “Tal vez entiendan este sentimiento cuando se enamoren por primera vez”, dijo. “Todo lo que hacés, todo lo que pensás, tiene que ver con esa persona. Estaba manejando, pensando en él, y empecé a tararear el estribillo. Así nació esta canción”.
Un show más íntimo que el GUTS Tour
A diferencia del despliegue escénico de su gira anterior, la propuesta para Governors Ball fue más minimalista. Sin bailarines y con una escenografía reducida -aunque aún dentro del universo visual de GUTS-, Rodrigo se presentó acompañada únicamente por su banda compuesta íntegramente por mujeres. Interpretó una versión acústica de “pretty isn’t pretty” y luego, armada solo con una guitarra eléctrica, ofreció una desgarradora “enough for you”.
Un encore que lo valió todo
Aunque “deja vu” parecía ser el cierre del show, unos minutos después apareció en las pantallas una imagen de Rodrigo vestida con un camisón blanco, envuelta en llamas digitales. A las 10:37 p.m., regresó al escenario con un megáfono rojo y su único cambio de vestuario: una remera estilo béisbol que decía “New York City Never Looked So Blue”.
El bis fue tan potente como esperado: “brutal”, “all-american b—h”, “good 4 u” y “get him back!” cerraron con fuerza una noche electrizante.
Un momento para su mejor amigo, Conan Gray
A una hora de que Rodrigo subiera al escenario, su mejor amigo y colega Conan Gray ofreció su propio show principal. Rodrigo le dedicó unas palabras antes de interpretar “enough for you”, a la que describió como “la mejor canción que ha escrito”. Gray, por su parte, presentó temas de su próximo álbum Wishbone, acompañado por una estética marinera y una puesta en escena a tono.
“¿Ya escucharon su nueva canción?”, preguntó Rodrigo al público, que respondió con una ovación. “¡Esa es la respuesta correcta! Lo amo y amo hacer música”.
Grito colectivo al estilo “All-American”
Durante “all-american b—h”, Rodrigo mantuvo una tradición nacida en su GUTS Tour: un grito grupal catártico en medio del puente de la canción. “Hay tantas cosas que nos enojan en el mundo hoy”, dijo antes de dar la señal. “Cuando diga ‘ya’, quiero que griten con toda su fuerza. Que nos escuchen en Manhattan”. (El festival, vale aclarar, se realiza en Queens).
Y el público obedeció. Luego de su cuenta regresiva, el escenario quedó completamente a oscuras y durante diez segundos solo se escucharon gritos viscerales. Una verdadera purga emocional colectiva.
Setlist de Olivia Rodrigo en Governors Ball 2025:
- “obsessed”
- “ballad of a homeschooled girl”
- “vampire”
- “drivers license”
- “traitor”
- “bad idea right?”
- “love is embarrassing”
- “pretty isn’t pretty”
- “happier”
- “enough for you”
- “so american”
- “jealousy, jealousy”
- “favorite crime”
- “Burning Down the House” (con David Byrne)
- “deja vu”
Encore:
- “brutal”
- “all-american b—h”
- “good 4 u”
- “get him back!”
Esta historia se publicó originalmente en Billboard USA.