
La propuesta de ONE OR EIGHT es clara y rotunda: una apuesta "todo o nada". Con solo unos meses de existencia, este grupo ya está causando sensación en la escena musical internacional. Compuesto por ocho jóvenes – Mizuki, Neo, Reia, Ryota, Souma, Takeru, Tsubasa y Yuga -, la boy band japonesa hizo su primera aparición en Argentina en medio de una expectación que había superado todas las expectativas en las redes sociales.
El sencillo "Don’t Tell Nobody" y su videoclip oficial marcaron el punto de partida de una propuesta que combina hip-hop y pop, conquistando a todos los que se cruzan en su camino.Y lo que parecía un sueño lejano, se hizo realidad: su música llegó hasta Buenos Aires, donde los fanáticos los esperaban con tanta energía que decidieron llevar su pasión hasta el otro lado del mundo.
La llegada de la agrupación a la capital porteña fue un evento muy especial. Lejos de que la distancia cultural y geográfica fuera un obstáculo, los chicos vivieron un recibimiento que los dejó sin palabras. "Nos regalaron banderas, camisetas, de todo… esto es increíble!", compartieron con una sonrisa que reflejaba lo mucho que valoraban la euforia del público argentino.
Con un traductor como intermediario, la banda se sentó a conversar con Billboard Argentina sobre el impacto de su música en un país tan lejano, los miedos que conlleva la fama y cómo logran mantener la armonía como grupo.
Siendo varios integrantes con personalidades y voces distintas, ¿cómo se ponen de acuerdo al crear una canción y decidir qué rumbo tomar?
Como grupo, tratamos de organizarnos de una forma muy colaborativa. Por ejemplo, durante los ensayos, MIZUKI suele tomar la iniciativa en todo lo relacionado a las voces. Él nos da consejos sobre cómo interpretar ciertas partes, propone ideas para transmitir mejor las emociones de cada canción y se encarga de que, vocalmente, todos estemos conectados y en sintonía.
Por su parte, TAKERU se encarga de gran parte de la composición y de organizar la estructura de los temas. Es quien define cómo se va armando cada canción, decide qué momento debe tener más intensidad y cómo equilibrar las distintas partes para que todo funcione de manera natural.
Además, todas las semanas realizamos reuniones de banda, donde participamos todos y hablamos de cada detalle. Ahí decidimos cómo vamos a plantear las presentaciones en vivo, qué enfoque queremos darle a cada show y también compartimos ideas sobre cosas que nos gustaría mejorar o probar. Creemos que esa comunicación constante es clave para que todo funcione bien y para que, a la hora de hacer música o salir al escenario, todos estemos realmente en la misma página.
Muchos artistas extranjeros siempre destacan la euforia y la pasión del público argentino. ¿Cómo se imaginan viviendo esa experiencia?
Si el público argentino realmente es tan apasionado como nos han contado, estamos seguros de que será una experiencia increíble y que se van a entregar por completo. Nosotros vamos a darlo todo para encender esa energía, así que… ¡nos gustaría que nos acompañen con esa misma euforia! (risas)
Antes de venir, vimos en redes sociales cómo los fans estaban preparando banderas, camisetas y todo tipo de detalles. Cuando lo vimos, nos quedamos impresionados y dijimos: "¡Esto es increíble!" Nos llenó de energía y nos sentimos muy agradecidos. Desde ese momento, la emoción ya estaba por las nubes.
¿Qué sensaciones les genera llevar su música a un país tan lejano como Argentina, estando literalmente al otro lado del mundo, y conectar dos culturas tan distintas como la japonesa y la argentina?
Realmente es un sueño hecho realidad poder hacer un show en un país tan lejano. Nos llena de felicidad y sorpresa saber que, a pesar de la distancia, hay personas que nos aprecian tanto y disfrutan de nuestra música. Nunca imaginamos que tendríamos la oportunidad de llegar hasta Argentina y compartir lo que hacemos con su público. Así que, en este momento, estamos completamente felices por estar aquí.
Esta vez tenemos la increíble oportunidad de hacer un show en Argentina, y sinceramente, poder presentarnos en otro país es gracias a todo el apoyo de la gente que viene a vernos. Todos sentimos eso muy profundamente. Es asombroso para nosotros saber que la música que creamos en Japón puede llegar hasta Argentina, y eso nos llena de mucha felicidad.
Estamos convencidos de que el público también está esperando este momento con mucha emoción, pero la verdad es que nosotros estamos igual, o incluso más, entusiasmados. Queremos que se convierta en una fiesta, que todos nos divirtamos juntos, así que esperamos que vengan con toda la energía para levantarnos mutuamente.
Antes de su debut oficial, viajaron a varios países. ¿Podrían compartir alguna anécdota de esos viajes?
Sí, antes de debutar tuvimos la oportunidad de visitar varios países como Indonesia, Singapur, Vietnam y Corea. Sin embargo, creo que todos compartimos el mismo recuerdo que más nos marcó: Tailandia. En esa ocasión, tocamos en una escuela y la acogida del público fue increíble. La gente nos recibió con una calidez y una energía tan positivas que rápidamente se convirtió en una fiesta. Fue nuestra primera vez en ese tipo de shows y la experiencia fue tan especial que aún la recordamos con mucho cariño.
¿Le tienen miedo a la fama?
Sí, la verdad es que da un poco de miedo porque es un mundo desconocido. Pero a la vez sentimos mucha emoción. Es cierto que algunos artistas muy famosos cuentan que a veces la línea entre lo personal y lo profesional desaparece, lo que puede ser muy estresante. Tenemos cierta incertidumbre por eso, pero lo que más nos impulsa es la emoción de poder compartir nuestra música con el mundo y hacernos conocidos. Al final, siento que esa emoción supera cualquier temor que podamos tener.