
Ocho discos, ocho EPs y múltiples singles conforman la obra de Mi Amigo Invencible. En agosto del año pasado, los mendocinos abrieron el puerto de Isla de Oro, su último álbum, que mañana celebrarán en Teatro Vorterix. Para llegar a las canciones, se tomaron licencia para jugar, atravesar un «aire fresco» y colaborar con colegas como Paul Higgs, Francisca y Los Exploradores, Paula Trama, Diosque y Martín Buscaglia -productor de la obra-.
Posiblemente, esa Isla de Oro sea uno de los lugares más luminosos a los que arribó Mi Amigo Invencible. Como si en medio de las aguas nostálgicas y melancólicas en las que navegan sus canciones hace más de 15 años, hubieran encontrado tierra firme en un día soleado. En parte, lo atribuyen a la participación de Buscaglia, quien comandó la nave para crear ocho canciones alegres. O «livianas», como prefiere llamarlas el líder del grupo, Mariano Di Césare. «Al momento de grabar un disco, uno se lanza al vacío, pero debés agarrarte de algo que te dé confianza para poder avanzar sobre ese caos. Ese es el rol del productor, y Martín nos dio una gran confianza», suelta.
Amistad, tolerancia y disfrute. Para Di Césare, Mi Amigo Invencible es «una banda de amigos y amigas que se divierten». Quizás eso sea lo que los mantiene invencibles. Y mañana, dando vida a estas canciones en una noche de oro, tendrán la oportunidad de reafirmarlo. Entradas en este link.
Por Josefina Armendariz
Hay algo muy alegre en este disco, distinto a sus discos anteriores…
Fue bastante fortuito. En gran parte, es un poco acción del productor, Martín Buscaglia, quien tiene ese espíritu bastante colorido y lúdico. Fue una gran elección para nosotros como banda que viniera alguien así. Los productores que hemos tenido sí han sido más alegres que nosotros. Además, fue una necesidad de la banda de jugar a otra cosa. Siempre trabajamos sobre ambientes nostálgicos, melancólicos, con cierta oscuridad que no hemos abandonado, pero en este disco necesitábamos aire fresco. Teníamos al rededor de 16 canciones, en las que había algunas del estilo de siempre, pero el productor eligió las 8 más coloridas. Nos gusta mucho la sensación, no es para nada forzado. Más que colorido, me gusta más decir liviano.
¿Cómo llegaron a Martin?
Buscaglia llega a través de Paul Higgs, quien también participa en el disco y es un gran amigo nuestro. Paul me comentó que había tenido experiencias hermosas grabando con él y enseguida le pedí su contacto. Hicimos una videollamada y a partir de ahí empezó a fluir muchísimo todo. Al momento de grabar un disco, uno se lanza al vacío, pero debés agarrarte de algo que te dé confianza para poder avanzar sobre ese caos. Ese es el rol del productor, y Martín nos dio una gran confianza. Hasta nos sirvió muchísimo que viniera de otro país para que esté alejado de las tendencias del país y podamos trabajar de una manera más atemporal. Por lo general, nos gusta tratar de alejarnos de la tendencia y … Que fuera más grande que nosotros, de otro país. Lo mismo nos pasó con Luke Temple en 2019. Un tipo de 55 años del otro lado del mundo iba a traer una experiencia fresca y distinta.
Está bueno llegar a alguien así para ver qué puede hacer con vos, desde afuera…
Claro, algo del terreno virgen, para encontrarse con sorpresas e ir descubriendo situaciones mágicas. Creo que un productor debe estar lo más alejado posible de la banda. Desde lejos se ve el total, lo que falta y lo que sobra.
Este es su octavo disco, ¿qué los mantiene invencibles?
Hay un ejercicio de tolerancia increíble entre nosotros. Sin embargo, siempre fuimos una banda de amigos y amigas que se divierten. Estamos disfrutando tanto todo, cada vez más, que es imposible bajarse. El crecimiento de Mi amigo invencible es lento en comparación con otros grupos -después de 15 años estamos haciendo un Vorterix- pero nunca ha parado. Eso nos mantiene unidos porque sabemos que siempre hay más por descubrir más adelante.
Mantener la esencia grupal hoy en día no es para nada fácil, pero nos gusta estar juntos, poder trabajar, divertirnos y disfrutar en conjunto.
Hablás de un crecimiento lento, ¿cómo hacen para conservarlo y distinguirse?
Somos totalmente honestos y fieles a nosotros mismos. Hay algo de traducción de la sala de ensayo, que es donde nos nutrimos dos veces por semana una gran cantidad de horas. Ahí nos refugiamos y somos libres de jugar con nuestras emociones más cercanas. Eso es lo que queremos traducir hacia afuera, no buscamos mostrar algo que no somos, sino que fortalecemos lo propio desconectándonos de lo que sucede afuera, aunque nos guste la música actual y la escuchemos.
Se puede decir que este es su primer disco con colaboraciones, ¿fue desafiante para ustedes?
Más que desafiante, fue justamente un juego más. Un juego que formaba parte de esta modalidad de empezar a trabajar con elementos nuevos para nosotros en esta búsqueda de experimentar. Siempre soñamos con hacer featurings, pero a veces apuntábamos muy alto o cuando nos queríamos dar cuenta ya habíamos terminado la canción, entonces esta vez empezamos a trabajar desde un lado mucho más sensible. Pensamos en qué personas de nuestro alrededor podrían querer colaborar. Esas personas aceptaron enseguida y nos dimos cuenta de que eran el camino para poder abrir nuestra música, lo que nos permite mantenernos invencibles porque permitimos abrir la música hacia los demás.
Con Paula Trama me sucedió que había una sección de una poesía que me hacía referencia a sus canciones, entonces la llamé para ver si quería colaborar y aceptó. Con Francisca y los exploradores ya había trabajado y quería que colaboremos, pudimos cerrar la canción juntos en el estudio y quedamos muy conformes.
¿Cómo te gustaría que escuchen este álbum?
Como lo vivimos nosotros. Que se dejen llevar desprendiéndose de todo tipo de pretensión, eso sería lo ideal.
Con respecto a este cambio de vibra, ¿cómo sienten que lo recibió el público?
Por suerte, la gente se ha acercado siempre de la misma manera, con muchísimo amor. Y eso es lo que nos sostiene, seguimos siendo invencibles por su amor. Algo que nunca hubiéramos imaginado con Arturo, cuando comenzamos tocando por puro placer. Y hoy estamos presentando un álbum en Vorterix y viajando con nuestra música. Nunca creímos que iba a haber gente esperando nuestra música y aún no entiendo cómo se genera eso, yo solo hago canciones.
Pasan los años y se siguen sorprendiendo…
Si, espero que no dejemos de sorprendernos porque eso significaría que algo está mal.
Hace poco salió el video de «Impecable», ¿cómo es el Mariano director?
Se quedó en los 22 años, cuando estudiaba Cine en Buenos Aires. Aunque también lo estudié tres años en Mendoza, porque creía que era a lo que me iba a dedicar. Pero la música me empezó a succionar y me quedé con ella. Trato de traducir un poco esas sensaciones en la música y cuando puedo dirijo algo, pero hasta ahora no estoy siendo muy director. Estrené una película hace dos años en el cine de Lugones, un documental sobre Atrás hay truenos, una banda que me gusta mucho, y lo llamé «Metales aliados». Me gustaría seguir filmando, pero no me da el tiempo.
¿Cómo se prepara el show de presentación en Vorterix?
Estamos tratando de que todo sea una celebración a lo Isla de oro. Sin embargo, son solo ocho canciones y el repertorio es mucho más largo. Entonces tratamos de articular la energía de esas canciones con las anteriores que son más oscuras. También, habrá algunas sorpresas en el repertorio, porque vamos a dar vueltas por canciones más viejas. Estamos expectantes porque van a estar todos los invitados del disco tocando con nosotros. Siempre tratamos de hacer un show que sea como un viaje, estamos trabajando mucho en este recorrido.
¿Cuál es tu momento preferido en el escenario?
Es mi momento preferido de la vida todo el escenario, todo el show. Es un momento de libertad enorme, para el que estuviste trabajando por mucho tiempo y sentís que estás flotando y nada puede interponerse en lo que estás sintiendo. Es algo inexplicable, lo espero todo el tiempo.